Miqueas 7

Lamento del profeta

1 Yo, Miqueas, soy un miserable,

y quisiera calmar mi apetito.

Ando en busca de uvas o higos,

pero no encuentro nada que comer;

ya todo lo han cosechado.

2 Ya no hay en este mundo

gente buena y que ame a Dios;

unos a otros se hacen daño.

Sólo esperan el momento

de matarse unos a otros.

3 Los gobernantes y los jueces

exigen dinero para favorecer a los ricos.

Los poderosos dicen lo que quieren

y siempre actúan con falsedad.

¡Son unos maestros para hacer lo malo!

4 ¡El más bueno y honrado de ellos

es peor que una mata de espinos!

Pero ya está cerca el día

en que Dios los castigará,

tal como lo anunciaron losprofetas.

¡Ese día no sabrán qué hacer!

5-6 Por eso, no confíen en nadie

ni crean en lo que otros les digan.

Tengan cuidado de lo que hablan,

porque los hijos y las hijas

no respetan a sus padres,

las nueras desprecian a sus suegras,

y nuestros peores enemigos

los tenemos en la familia.

¡Por eso no confíen en nadie,

ni en su propia esposa!

7 Yo, por mi parte,

pondré mi confianza en Dios.

Él es mi salvador,

y sé que habrá de escucharme.

Dios salvará a su pueblo

8 Los israelitas dijeron:

«Babilonia, nación enemiga,

no te alegres de vernos en desgracia.

Fuimos derrotados,

pero volveremos a levantarnos;

ahora estamos en graves problemas,

pero el Dios de Israel nos salvará.

9 »Es verdad quepecamoscontra Dios;

por eso soportamos su castigo.

Pero un día habrá de juzgarnos,

y entonces nos hará justicia

y nos hará gozar de su salvación.

10 »Babilonia, enemiga nuestra,

tú preguntabas por nuestro Dios;

¡pues vas a quedar en vergüenza

cuando veas lo que hará por nosotros!

¡Ya nos alegraremos al verte

pisoteada como el barro de las calles!

11 »Jerusalén,

ya está cerca el día

en que tus muros serán reconstruidos

y tu territorio será extendido.

12 Ya está cerca el día

en que vendrán a visitarte

pueblos de todas partes:

vendrán de Asiria y de Egipto,

del río Nilo y del río Éufrates,

de un mar a otro mar,

de una montaña a otra montaña;

13 porque el territorio de esos países

quedará hecho un desierto

por los pecados de sus habitantes.

Oración a favor del pueblo

14 »Dios nuestro,

cuida de tu pueblo;

cuida de este rebaño tuyo.

Aunque vivimos en tierras fértiles

parecemos ovejas perdidas en el bosque.

Tú eres nuestro pastor,

ven y ayúdanos

como lo hiciste en otros tiempos.

Aliméntanos con lo mejor

que nos ofrecen las regiones

de Basán y de Galaad.

15 »Muéstranos tus grandes acciones,

como cuando nos sacaste de Egipto.

16 ¡Haz que las naciones poderosas

las vean y se queden asombradas!

¡Haz que de la sorpresa

no sepan qué hacer ni qué decir!

17 »Dios nuestro,

¡obliga a esas naciones

a arrastrarse por el suelo,

como lo hacen las serpientes!

¡Obliga a esos pueblos

a salir de sus refugios,

para que llenos de miedo

se humillen ante ti!

18 »No hay otro Dios como tú.

Somos pocos los que quedamos con vida.

Tú perdonas nuestra maldad

y olvidas nuestropecado.

Tan grande es tu amor por nosotros

que tu enojo no dura para siempre.

19 »¡Vuelve a compadecerte de nosotros,

y arroja todos nuestros pecados

a lo más profundo del mar!

20 Déjanos disfrutar de tu amor y fidelidad,

porque así lo prometiste

a Abraham, a Jacob,

y a todos nuestrosantepasados».

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