Ezequiel 12

Drama: El pueblo será llevado prisionero

1 Dios me habló y me dio esta orden:

2-6 «Tú, Ezequiel, vives entre gente tan rebelde, que hasta cierra los ojos y se tapa los oídos para no verte ni oírte. Por eso quiero que salgas de tu casa a plena luz del día, cuando todos puedan verte, y finjas caminar como si te llevaran preso a otro país. No lleves contigo más de lo que puedas cargar; llévate solamente lo que se llevaría un prisionero. Esta gente es muy rebelde, pero espero que entienda el mensaje.

»Por la tarde, haz un hueco en la muralla y pasa por ahí con tu equipaje, como para iniciar tu viaje al país donde quedarás prisionero. Y por la noche, échate al hombro lo que lleves en la mano y ponte en marcha. Tápate la cara para no ver el país. De este modo le darás una lección al pueblo de Israel».

7 Yo hice todo lo que Dios me mandó hacer,

8 y al día siguiente Dios me dijo:

9 «Dime, Ezequiel, ¿qué piensan los israelitas de lo que has estado haciendo? Si te lo preguntan,

10 diles que es un mensaje de mi parte para el rey y para la gente de Jerusalén.

11 Diles que todo lo que has hecho es anunciarles lo que les va a suceder. Porque así será. Todos ellos serán llevados prisioneros a otro país.

12 El rey se echará al hombro su equipaje, y por la noche hará un hueco en la muralla y saldrá por ahí. Y será tal su vergüenza que se tapará la cara para no ver el país.

13 »Yo lanzaré mi red sobre el rey, y lo llevaré preso a Babilonia. Pero no llegará a ver ese país, pues morirá antes de llegar.

14 A los guardias que lo protegen los dispersaré por toda la tierra, y a su ejército lo perseguiré hasta destruirlo.

15 Y cuando se encuentren dispersos entre las naciones, reconocerán que yo soy Dios.

16 »Dejaré que algunos de ellos queden con vida. Sobrevivirán a la guerra, al hambre y a las enfermedades, para que les cuenten a las naciones todas las maldades repugnantes que cometieron. Entonces reconocerán que yo soy Dios».

El mensaje del castigo se cumplirá

17 Después, Dios me dijo:

18 «Ezequiel, hombre mortal, tiembla de miedo cuando comas tu pan, y bebe tu agua con ansiedad y angustia.

19-20 Luego busca a los que viven en Jerusalén y en la tierra de Israel, y dales de mi parte este mensaje: “Por causa de tanta violencia que ustedes han cometido, viene el día en que también ustedes comerán su pan llenos de miedo, y beberán su agua llenos de angustia. Todo su país y todas sus ciudades serán destruidas. Sus terrenos quedarán vacíos como un desierto, y no producirán nada. Solo entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel”».

21 Dios también me dijo:

22 «¿Qué se han creído los israelitas? Andan repitiendo este dicho: “Pasan y pasan los días, y lo que anunció el profeta no se cumple”.

23 Pues ahora, ve y diles de mi parte que ese dicho no volverá a repetirse en Israel. Más bien, diles este otro dicho: “Viene el día en que se cumplirá lo que el profeta anunció”.

24 Nunca más ustedes los israelitas volverán a escuchar mensajes falsos ni predicciones engañosas.

25 Ustedes son un pueblo rebelde, pero vivirán para ver que cumplo lo que digo. Yo soy el Dios de Israel, y no tardaré en cumplir mi palabra.

26-27 »También andan diciendo que tú anuncias algo que tardará mucho en suceder.

28 Por eso, ve y diles de mi parte que ya no tardan en cumplirse mis palabras. Lo que digo, lo cumplo. Yo soy el Dios de Israel, y no tardaré en cumplir mi palabra».

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