1 Corintios 16

Una ayuda para los hermanos de otra iglesia

1 Ahora quiero hablarles acerca del dinero que van a dar para ayudar a los del pueblo de Dios en Jerusalén. Hagan lo mismo que les dije a lasiglesiasde la región de Galacia.

2 Es decir, que cada domingo, cada uno de ustedes debe apartar y guardar algo de dinero, según lo que haya ganado. De este modo no tendrán que recogerlo cuando yo vaya a verlos.

3 Elijan a algunoshermanos, para que lleven el dinero a Jerusalén. Cuando yo llegue, los mandaré con el dinero que ustedes hayan dado, y también con cartas, para que los hermanos de la iglesia en Jerusalén los reciban bien.

4 Si ustedes creen conveniente que yo también vaya, iré con ellos.

Los planes de Pablo

5 Después de pasar por la región de Macedonia, iré a Corinto.

6 Tal vez entonces me quede con ustedes algún tiempo, posiblemente todo el invierno. Así podrán ayudarme a pagar mi próximo viaje.

7 No quiero visitarlos poco tiempo. Si el Señor Jesús me lo permite, espero estar un buen tiempo con ustedes.

8 Me voy a quedar en la ciudad de Éfeso hasta la fiesta de Pentecostés.

9 Aunque muchos allí están en contra mía, tengo una buena oportunidad de servir a Dios y de obtener buenos resultados.

10 Si Timoteo va a visitarlos, procuren que se sienta bien entre ustedes. Él trabaja para Dios, lo mismo que yo.

11 No lo traten mal. Ayúdenlo a continuar su viaje con tranquilidad, para que pueda venir a verme, pues lo estoy esperando junto con los otros hermanos de laiglesia.

12 Muchas veces he tratado de que Apolo vaya a visitarlos, junto con los otros hermanos de la iglesia. Por el momento no ha querido hacerlo, pero lo hará en cuanto pueda.

Consejos finales

13 Manténganse siempre en estado de alerta, pero confiando enCristo. Sean fuertes y valientes,

14 y todo lo que hagan, háganlo con amor.

15 Queridos hermanos, ustedes saben que Estéfanas y su familia fueron los primeros en aceptar la buena noticia en la región de Acaya, y que se han dedicado a servir a los miembros de laiglesia.

16 Yo les ruego que obedezcan a Estéfanas, y a todos los que trabajan y sirven a Dios como él lo hace.

17 Me alegro de que hayan venido Estéfanas, Fortunato y Acaico. Estar con ellos fue como estar con ustedes.

18 Me hicieron sentir muy bien, lo mismo que a ustedes. A personas como ellos, préstenles mucha atención.

Saludo y despedida

19 Lasiglesiasde la provincia de Asia les mandan saludos. También Áquila y Prisca les mandan cariñosos saludos en el nombre del Señor Jesús, lo mismo que la iglesia que se reúne en su casa.

20 Todos los hermanos de la iglesia les mandan saludos. Salúdense unos a otros con un beso de hermanos.

21 Yo, Pablo, les escribo este saludo con mi propia mano.

22 Si alguien no ama al Señor Jesucristo, que la maldición de Dios caiga sobre él. Yo, por mi parte, oro al Señor Jesucristo y le digo: «¡Ven, Señor nuestro!»

23 Que el amor del Señor Jesús los acompañe siempre.

24 Yo los amo a todos ustedes con el amor del Señor Jesús.

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Romanos 1

Pablo saluda a los hermanos en Roma

1 Queridoshermanosy hermanas de laiglesiaen Roma:

Yo soy servidor yapóstolde Jesucristo porque Dios me eligió para anunciar lasbuenas noticiasque él tiene para nosotros.

2-4 Dios había prometido enviarnos a su Hijo. Así lo habían anunciado susprofetasen laBiblia.

Esas buenas noticias nos dicen que su hijo Jesucristo vino al mundo comodescendientedel rey David. Jesucristo murió, pero Dios loresucitópor el poder de su Espíritu, y con eso demostró que Jesucristo es el poderoso Hijo de Dios.

5 Jesús me demostró su amor y me eligió para que le sirva como apóstol, pues quiere que todo el mundo lo obedezca y crea en él.

6 Ustedes, que viven en Roma, son algunos de los que han creído en Jesucristo.

7 Dios los ama y los ha apartado para que sean parte de su pueblo. Le pido a Dios, nuestro Padre, y al Señor Jesucristo, que también ellos les demuestren su amor y les den su paz.

Agradecimiento

8 En primer lugar, doy gracias a mi Dios por cada uno de ustedes, en nombre de Jesucristo. En todas partes se habla bien de ustedes, y se sabe que confían en Dios y lo obedecen.

9 Yo sirvo a Dios anunciando lasbuenas noticiasacerca de su Hijo, y lo hago de todo corazón. Dios es testigo de que siempre oro por ustedes,

10 y de que siempre le pido que me permita ir por fin a visitarlos, si él así lo quiere.

11 Tengo muchos deseos de ir a verlos y darles ayuda espiritual. Así su confianza en Dios será permanente,

12 y podremos ayudarnos unos a otros, gracias a la fuerza de esa confianza que tenemos en Dios.

13 Hermanos en Cristo, quiero que sepan que muchas veces he tratado de ir a Roma para verlos, pero nunca ha faltado algo que me lo impida. Me gustaría ir allá para anunciar esta buena noticia, como ya lo he hecho en otros lugares, para que muchos crean en Jesús.

14-15 Tengo que anunciar esta buena noticia a todo el mundo, no importa que sepan mucho o no sepan nada, ni que sean humildes o importantes. Por eso tengo tantos deseos de ir a Roma.

La buena noticia es poderosa

16 No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús sonsalvados; no importa si son judíos o no lo son.

17 La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús. Como dice laBiblia: «Aquellos a quienes Dios ha aceptado, y confían en él, vivirán para siempre.»

Todos somos culpables

18 Pero la gente ha negado, injustamente, la verdad acerca de cómo es Dios. Y el Dios altísimo está muy enojado por toda esa maldad e injusticia.

19 Esa gente sabe todo lo que se puede saber acerca de Dios, pues Dios mismo se lo ha mostrado.

20 Por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo, y también podemos ver su poder. Así que esa gente no tiene excusa,

21 pues saben de Dios, pero no lo respetan ni le dan las gracias. No piensan más que en hacer lo malo y en puras tonterías.

22 Creen que lo saben todo, pero en realidad no saben nada.

23 En vez deadoraral único y poderoso Dios, que vive para siempre, adoran aídolosque ellos mismos se han hecho: ídolos con forma de seres humanos, mortales al fin y al cabo, o con forma de pájaros, de animales de cuatro patas y de serpientes.

24 Por eso Dios los ha dejado hacer lo que quieran, y sus malos pensamientos los han llevado a hacer con sus cuerpos cosas vergonzosas.

25 En vez de adorar al Dios verdadero, adoran a dioses falsos; adoran las cosas que Dios ha creado, en vez de adorar al Dios que las creó y que merece ser adorado por siempre.Amén.

26 Por esa razón, Dios ha dejado que esa gente haga todo lo malo que quiera. Por ejemplo, entre ellos hay mujeres que no quieren tener relaciones sexuales con los hombres, sino con otras mujeres.

27 Y también hay hombres que se comportan de la misma manera, pues no volvieron a tener relaciones sexuales con sus mujeres, sino que se dejaron dominar por sus deseos de tener relaciones con otros hombres. De este modo, hicieron cosas vergonzosas los unos con los otros, y ahora sufren en carne propia el castigo que se buscaron.

28 Como no han querido tener en cuenta a Dios, Dios los ha dejado hacer todo lo malo que su mente inútil los lleva a hacer.

29 Son gente injusta, malvada y codiciosa. Son envidiosos, asesinos, peleadores, tramposos y chismosos.

30 Hablan mal de los demás, odian a Dios, son insolentes y orgullosos, y se creen muy importantes. Siempre están inventando nuevas maneras de hacer el mal, y no obedecen a sus padres.

31 No quieren entender la verdad, ni se puede confiar en ellos. No aman a nadie ni se compadecen de nadie.

32 Dios ya lo ha dicho, y ellos lo saben, que quienes hacen esto merecen la muerte. Y a pesar de eso, no sólo siguen haciéndolo, sino que felicitan a quienes también lo hacen.

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Romanos 2

Dios es justo

1 Cuando alguno de ustedes acusa a otro de hacer algo malo, se acusa a sí mismo, porque también hace lo mismo. Así que no tiene ninguna razón de acusar y juzgar a otro,

2 aunque todos sabemos que, cuando Dios juzga a quienes hacen lo malo, los juzga correctamente.

3 Si ustedes acusan y juzgan a los demás, pero hacen lo mismo que ellos, están muy equivocados si creen que Dios no los va a castigar.

4 Dios es muy bueno, y tiene mucha paciencia, y soporta todo lo malo que ustedes hacen. Pero no vayan a pensar que lo que hacen no tiene importancia. Dios los trata con bondad, para que se arrepientan de su maldad.

5 Pero si insisten en desobedecerlo, y no se arrepienten, harán que Dios les aumente el castigo. Llegará el día del juicio final, cuando Dios juzgará a todos, y muy enojado, los castigará a ustedes.

6 Porque Dios le dará a cada uno lo que se merece:

7 a los que hicieron lo bueno, con la esperanza de recibir de parte de Dios reconocimiento, honor y vida eterna, Dios los dejará vivir para siempre con él.

8 Pero a los egoístas y malvados, y que no quieren hacer lo bueno, los castigará con todo su enojo.

9 Todos los malvados serán castigados con dolor y sufrimiento; en primer lugar, los judíos, pero también los que no son judíos.

10 A los que hayan hecho el bien, Dios les dará un lugar muy especial, y también honor y paz; en primer lugar, a los judíos, pero también a los que no son judíos.

11 ¡Dios no tiene favoritos!

12-13 Dios acepta a los que obedecen la ley de Moisés, pero rechaza a quienes solamente la escuchan y no la obedecen. Los que conocen la ley serán juzgados de acuerdo con esa misma ley. Los que no la conocen, ypecan, serán castigados aunque no conozcan esa ley.

14 Porque los que no son judíos obedecen los mandatos de la ley de Dios, aunque no la conozcan, pues ellos mismos saben qué es lo bueno y qué es lo malo.

15-16 Es como si tuvieran la ley escrita en su mente. Su conducta así lo demuestra, pues cuando piensan en algo, ya saben si eso está bien o mal.

La buena noticia que yo anuncio enseña que Dios juzgará a toda la humanidad por medio deCristoJesús. En ese día, Dios juzgará hasta los pensamientos más secretos.

Los judíos y la ley

17 Algunos de ustedes dicen con orgullo que son judíos. Se sienten muy seguros porque tienen la ley de Moisés y están orgullosos de su Dios.

18 Creen saber lo que Dios quiere y, cuando estudian laBiblia, aprenden a conocer qué es lo mejor.

19 Se sienten muy seguros al decirles a lospecadoreslo que deben hacer para sersalvos.

20 Y como tienen la Biblia en la mano, se creen maestros de los ignorantes y de los inexpertos, dueños de la verdad y del conocimiento.

21 Pero, ¿cómo pueden enseñar a otros, si ustedes mismos no aprenden primero? ¿Cómo pueden enseñar que no se debe robar, si ustedes mismos roban?

22 Dicen que todos deben ser fieles en el matrimonio, pero ustedes mismos son infieles. Odian a losídolos, pero roban en los templos de esos ídolos.

23 Están orgullosos de tener la Biblia, pero no la obedecen, y son una vergüenza para Dios.

24 Tiene razón la Biblia cuando dice: «La gente de otros países habla mal de Dios, por culpa de ustedes mismos.»

25 De nada sirve que alguien secircuncide, si no obedece la ley. Si la desobedece, es como si nunca se hubiera circuncidado.

26 En cambio, los que no están circuncidados, pero obedecen la ley, son aceptados por Dios, aunque no estén circuncidados.

27 Así que los que obedecen la ley los juzgarán a ustedes, aun cuando ellos nunca hayan sido circuncidados. Porque ustedes, aunque se circuncidaron y tuvieron la ley, nunca la obedecieron.

28 No crean que ustedes son judíos sólo porque viven como judíos y porque están circuncidados.

29 Los verdaderos judíos son los que obedecen a Dios, y no a las leyes humanas. A judíos así, Dios los acepta, aunque la gente los rechace.

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Romanos 3

1 Vamos a ver: ¿Vale la pena ser judío? ¿Convienecircuncidarse?

2 ¡Claro que sí! Porque el mensaje de Dios se les dio a los judíos antes que a nadie.

3 Y aunque es verdad que algunos de ellos no hicieron caso del mensaje, eso no significa que Dios dejará de cumplirles todo lo que les prometió.

4 ¡De ninguna manera! Aunque todo el mundo miente, Dios siempre dice la verdad. Así lo dice laBiblia:

«Todos reconocerán

que siempre dices la verdad.

Por eso ganarás el pleito

cuando te acusen ante los jueces.»

5 Todo lo malo que hacemos demuestra que Dios es justo cuando se enoja y nos castiga. No por eso vamos a decir que Dios es injusto.

6 ¡De ninguna manera! Si Dios no fuera justo, ¿cómo podría decidir quiénes son malos y quiénes son buenos?

7-8 Alguien podría pensar que no merece ser castigado, ya que sus mentiras hacen que la verdad de Dios se vea con mayor claridad. En tal caso, podría alegarse que es mejor hacer lo malo, ya que Dios convierte lo malo en bueno. Pero no se equivoquen. Pensar así es un error. Además, no es eso lo que quiero enseñar, aunque algunos me acusan de hacerlo. En todo caso, Dios es justo, y castigará a esos mentirosos.

Nadie es justo

9 ¿Quiere decir todo esto que nosotros, los judíos, somos mejores que los demás? ¡Claro que no! Como ya les dije, seamos judíos o no lo seamos, todos somospecadores.

10 LaBiblianos lo dice:

«Nadie es justo.

11 Nadie entiende nada,

ni quiere buscar a Dios.

12 Todos se han alejado de él;

todos se han vuelto malos.

Nadie, absolutamente nadie,

quiere hacer lo bueno.

13 Sólo dicen cosas malas;

sólo saben decir mentiras.

Hacen tanto daño

con sus palabras,

como una serpiente

con su veneno.

14 Hablan con amargura

y maldicen a la gente.

15 Fácilmente se enojan

y matan a cualquiera.

16 A dondequiera que van,

todo lo destruyen

y lo dejan destrozado.

17 No saben vivir en paz,

18 ni respetan a Dios.»

19 Sabemos que la ley de Moisés tiene valor para los que se someten a ella. Y lo que la ley dice, es para que nadie pueda declararse inocente; es para que todo el mundo se reconozca culpable ante Dios.

20 El cumplimiento de la ley no nos hace inocentes ante Dios; la ley sólo sirve para que reconozcamos que somos pecadores.

La confianza en Jesucristo

21 LaBibliamisma nos enseña claramente que ahora Dios nos acepta sin necesidad de cumplir la ley.

22 Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son.

23 Todos hemospecado, y por eso estamos lejos de Dios.

24 Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados.

25-26 Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.

27-28 Ante Dios, no tenemos nada de qué estar orgullosos. Pues Dios nos acepta porque confiamos en Jesucristo, y no por obedecer la ley de Moisés.

29 Dios no es solamente Dios de los judíos; en realidad, él es Dios de todos, sean o no judíos.

30 Hay un solo Dios, y es el Dios que acepta a todos los que confían en Jesucristo, sean judíos o no lo sean.

31 Pero si confiamos en Jesús, eso no quiere decir que la ley ya no sirva. Al contrario, si confiamos en él, la ley cobra más valor.

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Romanos 4

El ejemplo de Abraham

1 Pensemos en lo que le pasó a Abraham, nuestroantepasado.

2 Si Dios lo hubiera aceptado por todo lo que hizo, entonces podría sentirse orgulloso ante nosotros. Pero ante Dios no podía sentirse orgulloso de nada.

3 LaBibliadice:

«Dios aceptó a Abraham

porque Abraham confió en Dios.»

4 Ahora bien, el dinero que se le paga a alguien por un trabajo no es ningún regalo, sino algo que se le debe.

5 En cambio, Dios declara inocente alpecador, aunque el pecador no haya hecho nada para merecerlo, porque Dios le toma en cuenta su confianza en él.

6 David nos habla de la felicidad de aquellos a los que, sin hacer nada para merecerlo, Dios declara inocentes por confiar en él. Así lo dice en la Biblia:

7 «¡Qué felices son aquellos

a los que Dios perdona!

¡Dios ya se ha olvidado

de los pecados que cometieron!

8 »¡Qué felices son aquellos

a los que Dios perdona

de todo lo malo que han hecho!»

9 Pero esta felicidad, ¿es sólo de los que estáncircuncidados, o también de los que no lo están? Ya dijimos que Dios aceptó a Abraham, porque él confió en Dios.

10 Y no hay duda de que Dios aceptó a Abraham antes de que fuera circuncidado.

11 En realidad, Abraham fue circuncidado para demostrar que Dios ya lo había aceptado por confiar en él. Fue así como Abraham se convirtió en el padre de todos los que confían en Dios, aunque no estén circuncidados.

12 Pero Abraham es también el padre de los que están circuncidados, y que a la vez confían en Dios, pues con esto siguen el ejemplo de Abraham antes de que fuera circuncidado.

Promesa a los que confían en Dios

13 Dios le prometió a Abraham que a él y a susdescendientesles daría el mundo. Se lo prometió, no porque Abraham hubiera obedecido la ley, sino porque confió en Dios; esto hizo que Dios lo aceptara.

14 Si la promesa de Dios fuera para los que obedecen la ley, entonces de nada serviría confiar en Dios, y su promesa no valdría de nada.

15 Dios castiga a los que desobedecen la ley; pero cuando no hay ley, nadie es culpable de desobedecerla.

16 Por eso, para que la promesa de Dios tuviera valor para los descendientes de Abraham, Dios no pidió nada a cambio. Hizo la promesa para todos los que confiaran en él. No sólo para los que obedecen la ley, sino también para los que confían como Abraham. Por eso Abraham es el padre de todos nosotros.

17 En laBiblia, Dios le dijo a Abraham que llegaría a ser elantepasadode gente de muchos países. Esta promesa se la hizo Dios a Abraham porque Abraham creyó en él, que es el único Dios con poder pararesucitara los muertos y para crear cosas nuevas.

18 Cuando Dios le prometió a Abraham que tendría muchísimos descendientes, esto parecía imposible. Sin embargo, por su esperanza y confianza en Dios, Abraham llegó a ser el antepasado de gente de muchos países que también confían en Dios.

19 Aunque Abraham tenía casi cien años, y sabía que pronto moriría, nunca dejó de confiar en Dios. Y aunque sabía que su esposa Sara no podía tener hijos,

20 nunca dudó de que Dios cumpliría su promesa. Al contrario, su confianza era cada vez más firme, y daba gracias a Dios.

21 Abraham estaba completamente seguro de que Dios tenía poder para cumplir su promesa.

22 Por eso Dios lo aceptó.

23 Y cuando la Biblia dice que Dios aceptó a Abraham, no se refiere sólo a él

24 sino también a nosotros. Dios es el mismo que resucitó a Jesús nuestro Señor, y nos acepta si confiamos en él.

25 Dios entregó a Jesús para que muriera por nuestrospecados, y lo resucitó para que fuéramos declarados inocentes.

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Romanos 5

Vivimos en paz con Dios

1 Dios nos ha aceptado porque confiamos en él. Esto lo hizo posible nuestro Señor Jesucristo. Por eso ahora vivimos en paz con Dios.

2 Nos alegra saber que, por confiar en Jesucristo, ahora podemos disfrutar del amor de Dios, y que un día compartiremos con él toda su grandeza.

3 Pero también nos alegra tener que sufrir, porque sabemos que así aprenderemos a soportar el sufrimiento.

4-5 Y si aprendemos a soportarlo, seremos aprobados por Dios. Y si él nos aprueba, podremos estar seguros de nuestrasalvación. De eso estamos seguros: Dios cumplirá su promesa, porque él nos ha llenado el corazón con su amor, por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.

6 Cuando nosotros lospecadoresno podíamos salvarnos,Cristomurió por nosotros. Murió en el momento elegido por Dios.

7 En realidad, no es fácil que alguien esté dispuesto a dar su vida por otra persona, aunque sea buena y honrada. Tal vez podríamos encontrar a alguien que diera su vida por alguna persona realmente buena.

8 Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores.

9 Si Dios nos declaró inocentes por medio de la muerte de Cristo, con mayor razón, gracias a Cristo, nos librará del castigo final.

10 Si cuando todavía éramos sus enemigos, Dios hizo las paces con nosotros por medio de la muerte de su Hijo, con mayor razón nos salvará ahora que su Hijo vive, y que nosotros estamos en paz con Dios.

11 Además, Dios nos ha hecho muy felices, pues ahora vivimos en paz con él por medio de nuestro Señor Jesucristo.

12 El primer pecado en el mundo fue la desobediencia de Adán. Así, en castigo por el pecado, apareció la muerte en el mundo. Y como todos hemos pecado, todos tenemos que morir.

13 Antes de que Dios diera la ley, todo el mundo pecaba. Pero cuando no hay ley, no se puede acusar a nadie de desobedecerla.

14 Sin embargo, los que vivieron desde Adán hasta Moisés tuvieron que morir, porque pecaron, aun cuando su pecado no fue la desobediencia a un mandato específico de Dios, como en el caso de Adán.

En algunas cosas, Adán se parece a Cristo.

15 Sin embargo, no hay comparación entre el pecado de Adán y el regalo que Dios nos ha dado. Por culpa de Adán, muchos murieron; pero por medio de Jesucristo Dios nos ha dado un regalo mucho más importante, y para el bien de todos.

16 El pecado de Adán no puede compararse con el regalo de Dios. El pecado de Adán hizo que Dios lo declarara culpable. Pero gracias al regalo de Dios, ahora él declara inocentes a los pecadores, aunque no lo merezcan.

17 Si por el pecado de Adán, la muerte reina en el mundo, con mayor razón, por medio de Jesucristo, nosotros reinaremos en la nueva vida, pues Dios nos ama y nos ha aceptado, sin pedirnos nada a cambio.

18 Por el pecado de Adán, Dios declaró que todos merecemos morir; pero gracias a Jesucristo, que murió por nosotros, Dios nos declara inocentes y nos da la vida eterna.

19 O sea, que la desobediencia de uno solo hizo que muchos desobedecieran, pero por la obediencia de Jesús, Dios declaró inocentes a muchos.

20 La ley apareció para que el pecado se hiciera fuerte; pero si bien el pecado se hizo fuerte, el amor de Dios lo superó.

21 Y si el pecado reinó sobre la muerte, el amor de Dios reinó sobre la vida. Por eso Dios nos ha declarado inocentes, y nos ha dado vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo.

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Romanos 6

Vivimos gracias a Cristo

1 ¿Qué más podemos decir? ¿Seguiremospecandopara que Dios nos ame más todavía?

2 ¡Por supuesto que no! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, así que ya no podemos seguir pecando.

3 Ustedes bien saben que, por medio delbautismo, nos hemos unido aCristoen su muerte.

4 Al ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida totalmente diferente. Eso mismo pasó con Jesús, cuando Dios el Padre loresucitócon gran poder.

5 Si al bautizarnos participamos en la muerte de Cristo, también participaremos de su nueva vida.

6 Una cosa es clara: antes éramos pecadores, pero cuando Cristo murió en la cruz, nosotros morimos con él. Así que el pecado ya no nos gobierna.

7 Al morir, el pecado perdió su poder sobre nosotros.

8 Si por medio del bautismo morimos con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él.

9 Sabemos que Jesucristo resucitó, y que nunca más volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él.

10 Cuando Jesucristo murió, el pecado perdió para siempre su poder sobre él. La vida que ahora vive, es para agradar a Dios.

11 De igual manera, el pecado ya no tiene poder sobre ustedes, sino que Cristo les ha dado vida, y ahora viven para agradar a Dios.

12 Así que no dejen que el pecado los gobierne, ni que los obligue a obedecer los malos deseos de su cuerpo.

13 Ustedes ya han muerto al pecado, pero ahora han vuelto a vivir. Así que no dejen que el pecado los use para hacer lo malo. Más bien, entréguense a Dios, y hagan lo que a él le agrada.

14 Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, porque ya no son esclavos de la ley. Ahora están al servicio del amor de Dios.

Al servicio de Dios

15 Alguien podría decir que, como ya no somos esclavos de la ley, sino que estamos al servicio del amor de Dios, podemos seguirpecando. Pero eso no es posible.

16 Ustedes saben que quien siempre obedece a una persona, llega a ser su esclavo. Nosotros podemos servir al pecado y morir, o bien obedecer a Dios y recibir su perdón.

17 Antes, ustedes eran esclavos del pecado. Pero gracias a Dios que obedecieron de todo corazón la enseñanza que se les dio.

18 Ahora ustedes se han librado del pecado, y están al servicio de Dios para hacer el bien.

19 Como a ustedes todavía les cuesta entender esto, se lo explico con palabras sencillas y bien conocidas. Antes ustedes eran esclavos del mal, y cometían pecados sexuales y toda clase de maldades. Pero ahora tienen que dedicarse completamente al servicio de Dios.

20 Cuando ustedes eran esclavos del pecado, no tenían que vivir como a Dios le agrada.

21 ¿Pero qué provecho sacaron? Tan sólo la vergüenza de vivir separados de Dios para siempre.

22 Sin embargo, ustedes ya no son esclavos del pecado. Ahora son servidores de Dios. Y esto sí que es bueno, pues el vivir sólo para Dios les asegura que tendrán la vida eterna.

23 Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio deCristoJesús, nuestro Señor.

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Romanos 7

Ahora pertenecemos a Cristo

1 Hermanosen Cristo, ustedes conocen la ley de Moisés, y saben que debemos obedecerla sólo mientras vivamos.

2 Por ejemplo, la ley dice que la mujer casada será esposa de su marido sólo mientras él viva. Pero si su esposo muere, ella quedará libre de la ley que la unía a su esposo.

3 Si ella se va a vivir con otro hombre mientras su esposo vive todavía, se podrá culparla de ser infiel a su esposo. Pero si su esposo muere, ella quedará libre de esa ley, y podrá volver a casarse sin que se le acuse de haber sido infiel.

4 Algo parecido sucede con ustedes, mis hermanos. Por medio de la muerte deCristo, ustedes ya no están bajo el control de la ley. Ahora ustedes son de Cristo, a quien Diosresucitó. De modo que podemos servir a Dios haciendo el bien.

5 Cuando vivíamos sin poder dominar nuestros malos deseos, la ley sólo servía para que deseáramos hacer más lo malo. Y así, todo lo que hacíamos nos separaba más de Dios.

6 Pero ahora la ley ya no puede controlarnos. Es como si estuviéramos muertos. Somos libres, y podemos servir a Dios de manera distinta. Ya no lo hacemos como antes, cuando obedecíamos la antigua ley, sino que ahora obedecemos al Espíritu Santo.

La lucha contra el pecado

7 ¿Quiere decir esto que la ley especado? ¡Claro que no! Pero si no hubiera sido por la ley, yo no habría entendido lo que es el pecado. Por ejemplo, si la ley no dijera: «No se dejen dominar por el deseo de tener lo que otros tienen», yo no sabría que eso es malo.

8 Cuando no hay ley, el pecado no tiene ningún poder. Pero el pecado usó esemandamientode la ley, y me hizo desear toda clase de mal.

9 Cuando yo todavía no conocía la ley, vivía tranquilo; pero cuando conocí la ley, me di cuenta de que era un gran pecador

10 y de que vivía alejado de Dios. Fue así como la ley, que debió haberme dado la vida eterna, más bien me dio la muerte eterna.

11 Porque el pecado usó la ley para engañarme, y con esa misma ley me alejó de Dios.

12 Podemos decir, entonces, que la ley viene de Dios, y que cada uno de sus mandatos es bueno y justo.

13 Con esto no estoy diciendo que la ley, que es buena, me llevó a la muerte. ¡De ninguna manera! El que hizo esto fue el pecado, que usó un mandato bueno. Así, por medio de un mandato bueno todos podemos saber lo realmente malo y terrible que es el pecado.

14 Nosotros sabemos que la ley viene de Dios; pero yo no soy más que un simple hombre, y no puedo controlar mis malos deseos. Soy un esclavo del pecado.

15 La verdad es que no entiendo nada de lo que hago, pues en vez de hacer lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer.

16 Pero, aunque hago lo que no quiero hacer, reconozco que la ley es buena.

17 Así que no soy yo quien hace lo malo, sino el pecado que está dentro de mí.

18 Yo sé que mis deseos egoístas no me permiten hacer lo bueno, pues aunque quiero hacerlo, no puedo hacerlo.

19 En vez de lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer.

20 Pero si hago lo que no quiero hacer, en realidad no soy yo quien lo hace, sino el pecado que está dentro de mí.

21 Me doy cuenta entonces de que, aunque quiero hacer lo bueno, sólo puedo hacer lo malo.

22 En lo más profundo de mi corazón amo la ley de Dios.

23-25 Pero también me sucede otra cosa: hay algo dentro de mí, que lucha contra lo que creo que es bueno. Trato de obedecer la ley de Dios, pero me siento como en una cárcel, donde lo único que puedo hacer es pecar. Sinceramente, deseo obedecer la ley de Dios, pero no puedo dejar de pecar porque mi cuerpo es débil para obedecerla. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo, que me hace pecar y me separa de Dios? ¡Le doy gracias a Dios, porque sé que Jesucristo me ha librado!

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Romanos 8

El Espíritu de Dios nos da vida

1 Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados.

2 Ahora, por estar unidos a él, el Espíritu Santo nos controla y nos da vida, y nos ha librado delpecadoy de la muerte.

3 Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no era capaz de hacer, ni podría haber hecho, porque nadie puede controlar sus deseos de hacer lo malo. Dios envió a su propio Hijo, y lo envió tan débil como nosotros, los pecadores. Lo envió para que muriera por nuestros pecados. Así, por medio de él, Dios destruyó al pecado.

4 Lo hizo para que ya no vivamos de acuerdo con nuestros malos deseos, sino conforme a todos los justosmandamientosde la ley, con la ayuda del Espíritu Santo.

5 Los que viven sin controlar sus malos deseos, sólo piensan en hacer lo malo. Pero los que viven obedeciendo al Espíritu Santo sólo piensan en hacer lo que desea el Espíritu.

6 Si vivimos pensando en todo lo malo que nuestros cuerpos desean, entonces quedaremos separados de Dios. Pero si pensamos sólo en lo que desea el Espíritu Santo, entonces tendremos vida eterna y paz.

7 Los que no controlan sus malos deseos sólo piensan en hacer lo malo. Son enemigos de Dios, porque no quieren ni pueden obedecer la ley de Dios.

8 Por eso, los que viven obedeciendo sus malos deseos no pueden agradarlo.

9 Pero, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, ya no tienen que seguir sus malos deseos, sino obedecer al Espíritu de Dios. El que no tiene al Espíritu deCristo, no es de Cristo.

10 Por culpa del pecado, sus cuerpos tienen que morir. Pero si Cristo vive en ustedes, también el espíritu de ustedes vivirá, porque Dios los habrá declarado inocentes.

11 Diosresucitóa Jesús, y él también hará que los cuerpos muertos de ustedes vuelvan a vivir, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Esto Dios lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.

12 Por eso,hermanos, ya no estamos obligados a vivir de acuerdo con nuestros propios deseos.

13 Si ustedes viven de acuerdo a esos deseos, morirán para siempre; pero si por medio del Espíritu Santo ponen fin a esos malos deseos, tendrán vida eterna.

14 Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios.

15 Porque el Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite llamar a Dios: «¡Papá!»

16 El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios.

17 Y como somos sus hijos, tenemos derecho a todo lo bueno que él ha preparado para nosotros. Todo eso lo compartiremos con Cristo. Y si de alguna manera sufrimos como él sufrió, seguramente también compartiremos con él la honra que recibirá.

Un futuro maravilloso

18 Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.

19 La creación entera espera impaciente que Dios muestre a todos que nosotros somos sus hijos.

20 Pues toda la creación está confundida, y no por su culpa, sino porque Dios así lo decidió. Pero a la creación le queda todavía la esperanza

21 de ser liberada de su destrucción. Tiene la esperanza de compartir la maravillosa libertad de los hijos de Dios.

22 Nosotros sabemos que la creación se queja y sufre de dolor, como cuando una mujer embarazada está a punto de dar a luz.

23 Y no sólo sufre la creación, sino que también sufrimos nosotros, los que tenemos al Espíritu Santo, que es el anticipo de todo lo que Dios nos dará después. Mientras esperamos que Dios nos adopte definitivamente como sus hijos, y nos libere del todo, sufrimos en silencio.

24 Dios nossalvóporque tenemos la confianza de que así sucederá. Pero esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues ¿quién sigue esperando algo que ya tiene?

25 Sin embargo, si esperamos recibir algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo con paciencia.

26 Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda. Porque no sabemos cómo debemos orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por nosotros, y lo hace de modo tan especial que no hay palabras para expresarlo.

27 Y Dios, que conoce todos nuestros pensamientos, sabe lo que el Espíritu Santo quiere decir. Porque el Espíritu ruega a Dios por su pueblo especial, y sus ruegos van de acuerdo con lo que Dios quiere.

28 Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.

29 Desde el principio, Dios ya sabía a quiénes iba a elegir, y ya había decidido que fueran semejantes a su Hijo, para que éste sea el Hijo mayor.

30 A los que él ya había elegido, los llamó; y a los que llamó también los aceptó; y a los que aceptó les dio un lugar de honor.

¡Cuánto nos ama Dios!

31 Sólo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros.

32 Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.

33 ¿Quién puede acusar de algo malo a los que Dios ha elegido? ¡Si Dios mismo los ha declarado inocentes!

34 ¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristoresucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.

35 ¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.

36 Como dice laBiblia:

«Por causa tuya nos matan;

¡por ti nos tratan siempre

como a ovejas para el matadero!»

37 En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.

38 Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni losángelesni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro,

39 ni los poderes del cielo ni los delinfierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!

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Romanos 9

El pueblo de Dios

1 Yo creo en Jesucristo, y por eso digo la verdad. El Espíritu Santo me guía, y en lo más profundo de mi ser me asegura que no miento.

2 Es verdad que estoy muy triste, y que en mi corazón siento un dolor que no me deja.

3 Sufro por los judíos, que son mi pueblo, y quisiera ayudarlos. Yo estaría dispuesto a caer bajo la maldición de Dios, y a quedar separado deCristo, si eso los ayudara a estar cerca de Dios.

4 Ellos son el pueblo que Dios ha elegido. A ellos Dios les dio el derecho de ser sus hijos. Dios ha estado con ellos, y les ha mostrado su gran poder. Hizopactoscon ellos, y les dio su ley. Les enseñó aadorarlode verdad, y también les hizo promesas.

5 Ellos pertenecen al pueblo de Dios. Y elMesías, como hombre, pertenece a ese mismo pueblo. Él gobierna sobre todas las cosas, y es Dios. ¡Alabado sea Dios por siempre!Amén.

6 No estoy diciendo que Dios no haya cumplido sus promesas con el pueblo de Israel. Pero no todos los judíos son realmente parte del pueblo de Israel,

7 ni todos losdescendientesde Abraham son verdaderos hijos de Abraham. Pues Dios le había dicho: «Tu descendencia vendrá por medio de Isaac.»

8-9 Esto significa que nadie es hijo de Dios sólo por pertenecer a cierta familia o raza. Al contrario, la verdadera familia de Abraham la forman todos los descendientes de Isaac. Porque Isaac fue quien nació para cumplir la promesa que Dios le hizo a Abraham: «Dentro de un año volveré, y para entonces Sara ya tendrá un hijo.»

10-12 Pero eso no es todo. Aun cuando los dos hijos de Rebeca eran de nuestroantepasadoIsaac, Dios eligió sólo a uno de ellos para formar su pueblo. Antes de nacer, ninguno de los niños había hecho nada, ni bueno ni malo. Sin embargo, Dios le dijo a Rebeca que el mayor serviría al menor. Con esto Dios demostró que él elige a quien él quiere, de acuerdo con su plan. Así que la elección de Dios no depende de lo que hagamos.

13 Como dice laBiblia: «Preferí a Jacob, y no a Esaú.»

14 ¿Y por eso vamos a decir que Dios es injusto? ¡Claro que no!

15 Porque Dios le dijo a Moisés: «Yo tendré compasión de quien yo quiera tenerla.»

16 Así que la elección de Dios no depende de que alguien quiera ser elegido, o se esfuerce por serlo. Más bien, depende de que Dios le tenga compasión.

17 En la Biblia leemos que Dios le dijo al rey de Egipto: «Te hice rey, precisamente para mostrar mi poder por medio de todo lo que haré contigo, y para que todo el mundo me conozca.»

18 Así que todo depende de lo que Dios decida hacer: él se compadece de quien quiere, y a quien quiere lo vuelve terco.

El enojo y la compasión de Dios

19 Si alguien me dijera: «¿De qué nos va a culpar Dios, si nadie puede oponerse a sus deseos?»,

20 yo le contestaría: «Amigo mío, tú no eres nadie para cuestionar las decisiones de Dios.» La olla de barro no puede quejarse con el que la hizo, de haberle dado esa forma.

21 El alfarero puede hacer con el barro lo que quiera. Con el mismo barro puede hacer una vasija para usarla en ocasiones especiales, y también una vasija de uso diario.

22 Algo parecido ha hecho Dios. Ha querido dar un ejemplo de castigo, para que todo el mundo conozca su poder. Por eso tuvo mucha paciencia con los que merecían ser castigados y destruidos.

23 Al mismo tiempo, demostró su gran amor y poder parasalvarnos. Desde un principio nos tuvo compasión, y nos eligió para vivir con él.

24 Y no le importó que fuéramos judíos o no lo fuéramos.

25 Como dice Dios en el libro delprofetaOseas:

«A un pueblo que no me pertenece,

lo llamaré mi pueblo.

A un pueblo que no amo,

le mostraré mi amor.

26 »Y allí donde les dije:

“Ustedes no son mi pueblo”,

les diré:

“Ustedes son mi pueblo,

porque yo soy el Dios de la vida.”»

27 Además, el profeta Isaías dijo acerca de los israelitas:

«Aunque los israelitas sean tantos

como los granos de arena en la playa,

sólo unos cuantos serán salvados.

28 Muy pronto el Señor juzgará

a todos los habitantes de la tierra.»

29 Y, como el mismo Isaías dijo:

«Si el Dios todopoderoso

no hubiera salvado a unos pocos,

ahora mismo estaríamos

# como las ciudades de Sodoma y Gomorra.»

Israel y Cristo

30 ¿Qué más les puedo decir? Que aunque la gente de otros pueblos no estaba haciendo nada para que Dios los aceptara, él los aceptó porque confiaron en él.

31 En cambio, los israelitas fueron rechazados, porque trataban de cumplir la ley para que Dios los aceptara.

32 ¿Y por qué no fueron aceptados? Porque querían que Dios los aceptara por lo que hacían, y no por confiar sólo en él. Por esoCristofue para ellos como una piedra en la que tropezaron.

33 En laBibliaDios dijo:

«Yo pongo en Jerusalén

una roca con la cual

muchos tropezarán y caerán.

Pero Dios no defraudará

a los que confíen en él.»

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