San Mateo 17

Jesús se transforma

1 Seis días después, Jesús llevó a Pedro y a los hermanos Santiago y Juan hasta un cerro alto, para estar solos.

2 Frente a ellos, Jesús se transformó: Su cara brillaba como el sol, y su ropa se puso tan blanca como la luz del mediodía.

3 Luego los tresdiscípulosvieron aparecer a Moisés y alprofetaElías, y ellos conversaban con Jesús.

4 Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno que estemos aquí! Si quieres, voy a construir tres enramadas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías.»

5 Mientras Pedro hablaba, una nube brillante vino y se detuvo sobre ellos. Desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo, yo lo amo mucho y estoy muy contento con él. Ustedes deben obedecerlo.»

6 Al oír esto, los discípulos se tiraron al suelo, y no se atrevían a mirar, pues tenían mucho miedo.

7 Jesús se acercó, los tocó y les dijo: «Levántense y no tengan miedo.»

8 Cuando los discípulos se levantaron, vieron que Jesús estaba solo.

9 Mientras bajaban del cerro, Jesús les ordenó:

—No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que yo, elHijo del hombre, haya muerto yresucitado.

10 Los discípulos le preguntaron:

—¿Por qué losmaestros de la Leydicen que el profeta Elías va a venir antes que elMesías?

11 Jesús les respondió:

—Eso es verdad. Elías viene primero, para prepararlo todo.

12 Sin embargo, les aseguro que Elías ya vino; pero la gente no lo reconoció, y lo trataron como quisieron. A mí, el Hijo del hombre, también me tratarán así, y sufriré mucho.

13 Los tres discípulos entendieron que Jesús estaba hablando de Juan el Bautista.

Jesús sana a un muchacho

14 Cuando llegaron a donde estaba la gente, un hombre se acercó a Jesús, se arrodilló ante él

15 y le dijo:

—¡Señor, ten compasión de mi hijo y ayúdalo! Está muy enfermo y sufre de terribles ataques. Muchas veces, cuando le da un ataque, cae al fuego o al agua.

16 Lo traje para que tusdiscípuloslo sanaran, pero no han podido hacerlo.

17 Jesús contestó:

—Ustedes están confundidos y no confían en Dios. ¿Acaso no pueden hacer nada sin mí? ¿Cuándo van a aprender? ¡Tráiganme aquí al muchacho!

18 Jesús reprendió aldemonioque estaba en el muchacho, y lo obligó a salir. El muchacho quedó sano.

19 Poco después, los discípulos llamaron a Jesús aparte y le preguntaron:

—¿Por qué nosotros no pudimos sacar ese demonio?

20-21 Jesús les respondió:

—Porque ustedes no confían en Dios. Les aseguro que si tuvieran una confianza tan pequeña como un grano de mostaza, podrían ordenarle a esta montaña que se moviera de su lugar, y los obedecería. ¡Nada sería imposible para ustedes!

Jesús habla otra vez de su muerte

22 Mientras viajaban juntos por la región de Galilea, Jesús les dijo a susdiscípulos: «Mis enemigos me van a traicionar,

23 y me matarán. Pero yo, elHijo del hombre, resucitaré al tercer día.»

Al oír eso, los discípulos se pusieron muy tristes.

El impuesto para el templo

24 Cuando Jesús y susdiscípulosllegaron al pueblo de Cafarnaúm, los que cobraban elimpuestopara el templo fueron a preguntarle a Pedro:

—¿Paga tu maestro el impuesto para el templo?

25 Pedro contestó:

—Sí, lo paga.

Cuando Pedro entró en la casa donde estaban todos, Jesús le habló primero y le dijo:

—Dime, Pedro, ¿a quiénes cobran los reyes impuestos y contribuciones? ¿A los ciudadanos de su reino, o a los extranjeros?

26 Pedro contestó:

—A los extranjeros.

Jesús dijo:

—Entonces, los ciudadanos del reino no tienen que pagar impuestos.

27 Sin embargo, para que estos cobradores no se enojen, ve al mar y echa tu anzuelo. Ábrele la boca al primer pez que saques, y allí encontrarás una moneda. Toma ese dinero, y paga mi impuesto y el tuyo.

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San Mateo 18

¿Quién es el más importante?

1 En esa misma ocasión, losdiscípulosle preguntaron a Jesús:

—¿Quién es el más importante en elreino de Dios?

2 Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos,

3 y les dijo:

—Les aseguro que para entrar en el reino de Dios, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños.

4 Porque en el reino de Dios, las personas más importantes son humildes como este niño.

5 Si alguien acepta a un niño como éste, me acepta a mí.

6 »Pero si alguien hace que uno de estos pequeños seguidores míos deje de confiar en mí, merece que le aten al cuello una piedra enorme y lo tiren al fondo del mar.

7 »Muchas cosas en el mundo hacen que la gente desobedezca a Dios, y no hay manera de evitarlo. Pero ¡qué mal le irá a quien haga que otro desobedezca a Dios!

8 »Si lo que haces con tu mano o con tu pie te hace desobedecer a Dios, mejor córtatelos y tíralos bien lejos. Es mejor vivir para siempre sin una mano o sin un pie, que ir alinfiernocon las dos manos y los dos pies.

9 Si lo que ves con tu ojo te hace desobedecer a Dios, mejor sácatelo y tíralo lejos. Es mejor vivir para siempre con un solo ojo, que ser echado al infierno con los dos.

10-11 »Recuerden: No desprecien a ninguno de estos pequeños, porque a ellos los cuidan losángelesdel cielo.

La oveja

12 »¿Qué opinan? Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se da cuenta de que ha perdido una, ¿acaso no deja las otras noventa y nueve en la montaña y se va a buscar la oveja perdida?

13 Y si la encuentra, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las otras noventa y nueve que no se habían perdido.

14 De la misma manera, el Dios y Padre de ustedes no quiere que ninguno de estos pequeños se pierda y quede separado de él para siempre.

Perdonar es importante

15 »Si uno de mis seguidoreste hace algo malo, habla con él a solas para que reconozca su falta. Si te hace caso, lo habrás ganado de nuevo.

16 Si no te hace caso, llama a uno o dos seguidores míos, para que te sirvan de testigos. LaBibliaenseña que toda acusación debe hacerse frente a dos o más testigos.

17 Y si aquel no les hace caso, infórmalo a laiglesia. Y si tampoco quiere hacerle caso a la iglesia, tendrás que tratarlo como a los que no creen en Dios, o como a uno de los que cobranimpuestospara el gobierno de Roma.

18 »Les aseguro que cualquier cosa que ustedes prohíban aquí en la tierra, desde el cielo Dios la prohibirá. Y cualquier cosa que ustedes permitan, también Dios la permitirá.

19 »Les aseguro que si dos de ustedes se ponen de acuerdo, aquí en la tierra, para pedirle algo a Dios que está en el cielo, él se lo dará.

20 Porque allí donde dos o tres de ustedes se reúnan en mi nombre, allí estaré yo.

21 Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:

—Señor, si un miembro de la iglesia me hace algo malo, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Sólo siete veces?

22 Jesús le contestó:

—No basta con perdonar al hermano sólo siete veces. Hay que perdonarlo una y otra vez; es decir, siempre.

El que no quiso perdonar

23 »En elreino de Diossucede algo parecido a lo que cierta vez sucedió en un país. El rey mandó llamar a sus empleados para que le informaran cómo andaban sus negocios y para que le pagaran todo lo que le debían.

24 »Cuando comenzó a sacar cuentas, le llevaron un empleado que le debía sesenta millones de monedas de plata.

25 Como el empleado no tenía dinero para pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa y sus hijos, y que vendieran también todo lo que tenía. Así, con el dinero de esa venta, la deuda quedaría pagada.

26 »Pero el empleado se arrodilló delante del rey y le suplicó: “Señor, déme usted un poco más de tiempo y le pagaré todo lo que le debo.”

27 »El rey sintió compasión de su empleado y le dijo: “Vete tranquilo; te perdono todo lo que me debes.”

28 »Al salir del palacio del rey, ese empleado se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y le dijo: “¡Págame ahora mismo lo que me debes!”

29 »El compañero se arrodilló delante de él y le suplicó: “Dame un poco más de tiempo y te lo pagaré todo.”

30 »Pero aquel empleado no quiso darle tiempo, y mandó que metieran a su compañero en la cárcel, hasta que pagara el dinero que le debía.

31 »Los otros compañeros, al ver lo que había pasado, se molestaron mucho y fueron a contárselo al rey.

32 »Entonces el rey mandó llamar a aquel empleado y le dijo: “¡Qué malvado eres! Te perdoné todo lo que me debías, porque me lo suplicaste.

33 ¿Por qué no tuviste compasión de tu compañero, así como yo la tuve de ti?”

34 »El rey se puso furioso, y ordenó que castigaran a ese empleado hasta que pagara todo lo que le debía.

35 Jesús terminó diciendo: «Lo mismo hará Dios mi Padre con cada uno de ustedes, si no perdonan sinceramente a su hermano.»

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San Mateo 19

Enseñanza sobre el divorcio

1 Cuando Jesús terminó de enseñar, salió de la región de Galilea y se fue a la región de Judea, al este del río Jordán.

2 Mucha gente lo siguió, y allí sanó a todos los que estaban enfermos.

3 Algunos de losfariseosllegaron para tenderle una trampa. Entonces le preguntaron:

—¿Puede un hombre divorciarse de su esposa por cualquier razón?

4 Jesús les respondió:

—¿No recuerdan lo que dice laBiblia? En ella está escrito que, desde el principio, Dios hizo al hombre y a la mujer para que vivieran juntos.

5 Por eso Dios dijo: “El hombre tiene que dejar a su padre y a su madre, para casarse y vivir con su esposa. Los dos vivirán como si fueran una sola persona.”

6 De esta manera, los que se casan ya no viven como dos personas separadas, sino como si fueran una sola. Por tanto, si Dios ha unido a un hombre y a una mujer, nadie debe separarlos.

7 Los fariseos le preguntaron:

—Entonces, ¿por qué Moisés nos dejó una ley, que dice que el hombre puede separarse de su esposa dándole un certificado de divorcio?

8 Jesús les respondió:

—Moisés les permitió divorciarse porque ustedes son muy tercos y no quieren obedecer a Dios. Pero Dios, desde un principio, nunca ha querido que el hombre se separe de su esposa.

9 Y yo les digo que, si su esposa no ha cometido ningúnpecadosexual, ustedes no deben divorciarse de ella ni casarse con otra mujer. Porque si lo hacen, serán castigados por ser infieles en el matrimonio.

10 Losdiscípulosle dijeron a Jesús:

—Si eso pasa entre el esposo y la esposa, lo mejor sería no casarse.

11 Jesús les contestó:

—Esta enseñanza sólo la entienden las personas a quienes Dios les da como regalo el no casarse.

12 Es cierto que algunos no pueden casarse porque, desde antes de nacer, tienen algo que se lo impide. Otros no pueden casarse porque alguien les ha dañado el cuerpo. Pero también hay personas que no se casan, para dedicarse a trabajar solamente para elreino de Dios. Por eso, esta enseñanza es sólo para quienes decidan vivir así.

Jesús bendice a los niños

13 Algunas madres llevaron a sus niños para que Jesús pusiera sus manos sobre ellos y orara. Pero losdiscípuloslas regañaron.

14 Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan; porque elreino de Dioses de los que son como ellos.»

15 Jesús puso su mano sobre la cabeza de cada uno de los niños, y luego se fue de aquel lugar.

El joven rico

16 Un joven vino a ver a Jesús y le preguntó:

—Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?

17 Jesús le contestó:

—¿Por qué me preguntas qué cosa es buena? Sólo Dios es bueno. Si quieres vivir de verdad, obedece losmandamientos.

18 El joven preguntó:

—¿Cuáles mandamientos?

Jesús le dijo:

—No mates; no seas infiel en tu matrimonio; no robes; no mientas para hacerle daño a otra persona;

19 obedece y cuida a tu padre y a tu madre; ama a los demás tanto como te amas a ti mismo.

20 Entonces el joven dijo:

—Todos esos mandamientos los he obedecido. ¿Qué más puedo hacer?

21 Jesús le dijo:

—Si quieres ser perfecto, vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Luego ven y conviértete en uno de mis seguidores.

22 Cuando el joven oyó eso, se fue muy triste, porque era muy rico.

23 Jesús entonces les dijo a susdiscípulos:

—Les aseguro que es muy difícil que una persona rica entre en elreino de Dios.

24 En realidad, es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para una persona rica entrar en el reino de Dios.

25 Los discípulos se sorprendieron mucho al oír lo que Jesús dijo, y comentaban entre ellos:

—Entonces, ¿quién podrásalvarse?

26 Jesús los miró y les dijo:

—Para la gente, lograr eso es imposible; pero para Dios todo es posible.

27 Pedro le contestó:

—Recuerda que nosotros hemos dejado todo lo que teníamos, y te hemos seguido. ¿Qué premio vamos a recibir?

28 Jesús les respondió:

—Les aseguro que todos ustedes reinarán conmigo cuando yo, elHijo del hombre, me siente en el trono de mi reino poderoso. Entonces Dios cambiará todas las cosas y las hará nuevas. Cada uno de ustedes gobernará a una de las docetribusde Israel.

29 Y todos los que, por seguirme, hayan dejado a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos o a sus hermanas, a su padre o a su madre, su casa o un terreno, recibirán cien veces más de lo que dejaron, y tendrán además vida eterna.

30 Pero muchas personas que ahora son importantes, serán las menos importantes, y muchos que ahora no son importantes, serán los más importantes.

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San Mateo 20

Los trabajadores en la viña

1 »En elreino de Diossucede algo parecido a lo que pasó en una viña. El dueño salió muy de mañana a contratar hombres para que trabajaran en ella.

2 Se puso de acuerdo con los trabajadores para pagarles el salario de un día completo; y los envió a trabajar.

3 Como a las nueve de la mañana, el dueño volvió a salir, y en la plaza encontró a varios hombres que estaban desocupados.

4 Les dijo: “Vayan a trabajar a mi viña, y les pagaré un salario justo.” Los hombres aceptaron y fueron a trabajar.

5 Como a las doce del día, el dueño volvió a hacer lo mismo; y salió otra vez a las tres de la tarde.

6 Ya eran las cinco de la tarde cuando el dueño fue de nuevo a la plaza, y vio a otros hombres desocupados. Entonces les preguntó: “¿Por qué han estado ahí todo el día sin hacer nada?”

7 »Ellos le contestaron: “¡Porque nadie nos ha dado trabajo!”

»El dueño les dijo: “Vayan a trabajar a mi terreno.”

8 »Cuando se hizo de noche, el dueño le dijo al jefe de los trabajadores: “Llama a cada uno de los trabajadores y págales, comenzando por los últimos que vinieron, y terminando por los que vinieron primero.”

9 »Entonces se acercaron los trabajadores que llegaron a las cinco de la tarde y recibieron el salario de un día completo.

10 Después, cuando pasaron los que habían llegado primero, muy de mañana, pensaron que a ellos les pagarían mucho más. Pero cada uno de ellos recibió el mismo salario de un día completo.

11 Después de recibir el dinero, esos trabajadores comenzaron a hablar mal del dueño de la viña

12 y le dijeron: “Los que llegaron a las cinco de la tarde sólo trabajaron una hora, pero usted les pagó a ellos lo mismo que a nosotros, que trabajamos todo el día aguantando el calor. Eso no es justo.”

13 »Pero el dueño le contestó a uno de ellos: “¡Mira, amigo! Yo no he sido injusto contigo. Recuerda que los dos acordamos que tú trabajarías por el salario de un día completo.

14 Toma el dinero que te ganaste, y vete. No es problema tuyo que yo les pague lo mismo a los que vinieron a las cinco.

15 Yo puedo hacer con mi dinero lo que me parezca. ¿Por qué te da envidia que yo sea bueno con los demás?”

16 Jesús terminó diciendo: «Así, los que ahora son los primeros, serán los últimos; y los que ahora son los últimos, serán los primeros.»

Jesús habla otra vez de su muerte

17 Mientras Jesús iba hacia Jerusalén, en el camino reunió a sus docediscípulosy les dijo:

18 «Como pueden ver, ahora vamos a Jerusalén. Y a mí, elHijo del hombre, me entregarán a lossacerdotesprincipales y a losmaestros de la Ley. Ellos dirán que debo morir,

19 y me entregarán a mis enemigos para que se burlen de mí, y para que me golpeen y me hagan morir en una cruz. Pero después de tres días, resucitaré.»

La petición de una madre

20-21 La madre de Santiago y Juan, que eran dos de losdiscípulos, fue con ellos a hablar con Jesús. Cuando llegaron, ella se arrodilló delante de Jesús para pedirle un favor. Jesús le preguntó:

—¿Qué es lo que quieres?

Ella le dijo:

# —Por favor, ordena que, cuando estés sentado en el trono de tu reino, mis hijos se sienten siempre junto a ti, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.

22 Jesús respondió:

—Ustedes no saben lo que piden. ¿Están dispuestos a sufrir todo lo malo que va a pasarme?

Ellos le dijeron:

—Sí, lo estamos.

23 Jesús les dijo:

—Les aseguro que ustedes sufrirán mucho, igual que yo. Pero sólo mi Padre decide quiénes serán los más importantes en mi reino. Eso no lo decido yo.

24 Cuando los otros diez discípulos se dieron cuenta de todo esto, se enojaron con Santiago y Juan.

25 Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo:

«Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente.

26 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás.

27 Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos.

28 Yo, elHijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.»

Jesús sana a dos ciegos

29 Cuando Jesús salió de la ciudad de Jericó en compañía de susdiscípulos, mucha gente lo siguió.

30 Junto al camino estaban sentados dos ciegos. Cuando oyeron que Jesús iba pasando, comenzaron a gritar: «¡Señor, tú que eres elMesías, ten compasión de nosotros y ayúdanos!»

31 La gente comenzó a reprender a los ciegos para que se callaran, pero ellos gritaron con más fuerza todavía: «¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de nosotros y ayúdanos!»

32 Entonces Jesús se detuvo, llamó a los ciegos y les preguntó:

—¿Qué quieren que haga por ustedes?

33 Ellos le respondieron:

—Señor, haz que podamos ver de nuevo.

34 Jesús tuvo compasión de ellos, y les tocó los ojos. En ese mismo instante, los ciegos pudieron ver de nuevo y siguieron a Jesús.

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San Mateo 21

Jesús entra en Jerusalén

1 Jesús y susdiscípulosllegaron al pueblo de Betfagé y se detuvieron junto al Monte de los Olivos, ya muy cerca de la ciudad de Jerusalén.

2 Al llegar allí, Jesús dijo a dos de sus discípulos:

«Vayan a ese pueblo que se ve desde aquí. Tan pronto como entren, van a encontrar una burra atada, junto con un burrito. Desátenlos y tráiganmelos.

3 Si alguien les dice algo, ustedes responderán: “El Señor los necesita; enseguida se los devolverá.”»

4 Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había anunciado por medio delprofeta:

5 «Díganle a la gente de Jerusalén:

¡Miren, ahí viene su rey!

Él es humilde,

viene montado en un burro,

en un burrito.»

6 Los dos discípulos fueron al pueblo e hicieron lo que Jesús les había ordenado.

7 Llevaron la burra y el burrito, y pusieron sus mantos sobre ellos. Jesús se montó y fue hacia Jerusalén.

8 Muchas personas empezaron a extender sus mantos en el camino por donde iba a pasar Jesús. Otros cortaron ramas de árboles y también las pusieron como alfombra en el suelo.

9 Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba:

«¡Sálvanos,Mesíasnuestro!

¡Bendito tú, que vienes en el nombre de Dios!

Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!»

10 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, toda la gente se alborotó, y decía:

—¿Quién es este hombre?

11 Y los que venían con Jesús contestaban:

—¡Es Jesús, elprofeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea.

Jesús y los comerciantes del templo

12 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y empezó a sacar a todos los que estaban vendiendo y comprando cosas. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también tiró los cajones de los que vendían palomas.

13 Y les dijo: «Dios dice en laBiblia: “mi casa será llamada: ‘Casa de oración’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.»

14 Luego algunos ciegos, y otros que no podían caminar, se acercaron a Jesús, y él los sanó.

15 Lossacerdotesprincipales y losmaestros de la Leyse enojaron mucho al ver losmilagrosque él hacía, y al oír que los niños le gritaban alabanzas a Jesús, elMesías.

16 Por eso le dijeron:

—¿Acaso no oyes lo que estos niños están diciendo?

Jesús les contestó:

—Los oigo bien. ¿No recuerdan lo que dice la Biblia?:

“Los niños pequeños,

los que aún son bebés,

te cantarán alabanzas.”

17 Luego Jesús salió de Jerusalén y se fue al pueblo de Betania. Allí pasó la noche.

Jesús y la higuera

18 Muy de mañana, Jesús fue otra vez a la ciudad de Jerusalén. En el camino tuvo hambre,

19 y vio por allí una higuera. Pero cuando se acercó, no encontró ningún higo para comer. El árbol sólo tenía hojas. Entonces, Jesús le dijo: «¡Nunca volverás a dar higos!»

En aquel mismo instante, el árbol se secó.

20 Y cuando losdiscípulosvieron lo que pasó, se asombraron y preguntaron a Jesús:

—¿Cómo fue que el árbol se secó tan rápidamente?

21-22 Jesús les contestó:

—Les aseguro que si ustedes tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Hasta podrían hacer lo mismo que yo hice con la higuera, y más todavía. Si le dijeran a esta montaña: “Quítate de aquí y échate en el mar”, ella los obedecería.

La autoridad de Jesús

23 Jesús entró en el templo y comenzó a enseñar a la gente. Lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país se acercaron a Jesús y le preguntaron:

—¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto?

24-25 Jesús les contestó:

—Yo también voy a preguntarles algo: ¿Quién le dio autoridad a Juan el Bautista parabautizar? ¿Dios o alguna otra persona? Si me responden eso, yo les diré quién me dio autoridad para hacer todo lo que han visto.

Ellos comenzaron a discutir y se decían unos a otros: «Si respondemos que Dios le dio autoridad a Juan, Jesús nos preguntará por qué no le creímos.

26 Por otro lado, nos da miedo decir que fue un ser humano quien se la dio; porque la gente cree que Juan era unprofetaenviado por Dios.»

27 Entonces respondieron:

—No lo sabemos.

Jesús les dijo:

—Pues yo tampoco les diré quién me da autoridad para hacer todo esto.

Los dos hijos

28 Jesús también les dijo:

—¿Qué opinan ustedes de esto que voy a contarles? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo al mayor de ellos: “Hijo, ve a trabajar en la viña.”

29 »Él le respondió: “¡No quiero ir!”

»Pero después cambió de idea y fue a trabajar.

30 »Luego el hombre también le dijo a su hijo menor que fuera a trabajar, y él le respondió: “¡Sí, señor, iré!”

»Pero el muchacho en verdad no fue.

31 ¿Cuál de los dos hijos hizo lo que el padre quería?

Lossacerdotesy loslíderescontestaron:

—El hijo mayor hizo lo que el padre le pidió.

Jesús les dijo:

—Les aseguro que la gente de mala fama, como los cobradores deimpuestosy las prostitutas, entrará alreino de Diosantes que ustedes.

32 Porque Juan el Bautista vino y les enseñó a hacer lo bueno y a obedecer a Dios, pero ustedes no le hicieron caso. En cambio, los cobradores y las prostitutas sí le hicieron caso. Y ustedes, aunque vieron eso, no cambiaron de idea, sino que siguieron sin creer en él.

La viña alquilada

33 »Escuchen este otro ejemplo: El dueño de un terreno sembró una viña, y alrededor de ella construyó un cerco. Preparó un lugar para hacer vino con las uvas que cosechara, y construyó una torre para vigilar el terreno. Luego, alquiló la viña a unos hombres y se fue de viaje.

34 »Cuando llegó el tiempo de la cosecha, el dueño del terreno envió a unos sirvientes para pedir la parte de la cosecha que le correspondía.

35 Pero los que alquilaron la viña trataron mal a los sirvientes. A uno de ellos lo golpearon, a otro lo mataron, y a otro le tiraron piedras.

36 »Entonces el dueño envió más sirvientes que al principio, pero los hombres los trataron igual.

37 Finalmente, el dueño envió a su hijo, porque pensó: “Esos hombres sí respetarán a mi hijo.”

38 »Pero cuando los hombres vieron que había llegado el hijo del dueño, dijeron entre ellos: “Este muchacho heredará la viña cuando el dueño muera. Vamos a matarlo; así nos quedaremos con todo.”

39 »Los hombres agarraron al muchacho, lo sacaron de la viña y lo mataron.

40 »Cuando venga el dueño de la viña, ¿qué piensan ustedes que hará con esos hombres?

41 Ellos contestaron:

—El dueño matará sin compasión a esos malvados. Luego les alquilará la viña a otros hombres que le entreguen la parte de la cosecha que le corresponde.

42 Jesús les dijo:

—¿No recuerdan lo que dice laBiblia?:

“La piedra que rechazaron

los constructores del templo

es ahora la piedra principal.

Esto nos deja maravillados,

pues Dios es quien lo hizo.”

43 »Les aseguro que Dios les quitará a ustedes el derecho de pertenecer a su reino, y se lo dará a los que lo obedecen en todo.

44 Cualquiera que caiga sobre la piedra que despreciaron los constructores, quedará hecho pedazos. Y si la piedra cae sobre alguien, lo dejará hecho polvo.

45 Cuando lossacerdotesprincipales y losfariseosescucharon estas comparaciones y ejemplos, se dieron cuenta de que Jesús hablaba de ellos.

46 Entonces quisieron apresarlo, pero no se atrevieron a hacerlo. Y es que tenían miedo de la gente, porque la gente pensaba que Jesús era unprofeta.

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San Mateo 22

La fiesta de bodas

1 Una vez más, Jesús les puso un ejemplo a lossacerdotes, a loslíderesjudíos y a losfariseos:

2 «En elreino de Diospasa lo mismo que cuando un rey hizo una fiesta para celebrar la boda de su hijo.

3 El rey envió a sus sirvientes para que llamaran a los invitados a la fiesta. Pero los invitados no quisieron ir.

4 Entonces el rey envió a otros sirvientes con este mensaje: “La comida ya está lista. He mandado preparar la carne de mis mejores terneros. ¡Vengan a la fiesta!”

5 »Pero los invitados no hicieron caso, y cada uno se fue a hacer otras cosas. Uno fue a ver sus terrenos, otro fue a atender su negocio,

6 y los otros agarraron a los sirvientes del rey y los mataron a golpes.

7 »El rey se enojó mucho, y envió a sus soldados para que mataran a esos invitados y quemaran la ciudad donde vivían.

8 Luego, el rey dijo a sus sirvientes: “La fiesta de bodas está lista, y aquellos invitados no merecían venir.

9 Vayan por las calles, e inviten a todos los que encuentren para que vengan a la fiesta de bodas.”

10 »Los sirvientes fueron a las calles de la ciudad e invitaron a muchas personas, unas malas y otras buenas; y así el salón de la fiesta se llenó de invitados.

11 »Cuando el rey entró al salón para conocer a los invitados, vio a uno que no estaba bien vestido para la fiesta,

12 y le dijo: “¡Oye, tú! ¿Cómo hiciste para entrar, si no estás vestido para la fiesta?”

»Pero él no contestó nada.

13 Entonces el rey les ordenó a sus sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad; allí la gente llora y rechina de terror los dientes.”

14 »Esto pasa porque son muchos los invitados a participar en el reino de Dios, pero son muy pocos aquellos a los que Dios acepta.»

Una trampa para Jesús

15 Un día, losfariseosse reunieron y decidieron ponerle una trampa a Jesús, para hacer que dijera algo malo.

16 Mandaron a algunos de sus seguidores, junto con unos partidarios del rey Herodes, para que dijeran a Jesús:

—Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú le enseñas a la gente que debe obedecer a Dios en todo. No te importa lo que digan los demás acerca de tus enseñanzas, porque tú no hablas para quedar bien con ellos.

17 Dinos ahora qué opinas: ¿Está bien que le paguemosimpuestosal emperador de Roma, o no?

18 Pero como Jesús conocía las malas intenciones que tenían, les dijo:

—¡Hipócritas! ¿Por qué quieren ponerme una trampa?

19 Muéstrenme una de las monedas que se usan para pagar el impuesto.

Entonces le trajeron una moneda de plata,

20 y Jesús les preguntó:

—¿De quién es la imagen que está en la moneda? ¿De quién es el nombre que tiene escrito?

21 Ellos contestaron:

—Del emperador romano.

Jesús les dijo:

—Pues denle al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.

22 Los fariseos quedaron asombrados al escuchar la respuesta, y se fueron.

Los saduceos hablan con Jesús

23 Ese mismo día, unossaduceosfueron a ver a Jesús. Los saduceos no creían que los muertos pueden volver a vivir,

24 y por eso le preguntaron:

—Maestro, Moisés escribió que, si un hombre muere sin tener hijos con su esposa, el hermano de ese hombre debe casarse con la viuda y tener hijos con ella. De acuerdo con laLey, esos hijos le pertenecen al hermano muerto y llevan su nombre.

25 »Pues bien, aquí vivieron una vez siete hermanos. El hermano mayor se casó, y tiempo más tarde murió sin tener hijos. Entonces el hermano que seguía se casó con la mujer que dejó el mayor,

26 pero, tiempo después, también él murió sin tener hijos. Con el tercer hermano pasó lo mismo. Y así pasó con los siete hermanos.

27 Finalmente, murió la mujer.

28 »Ahora bien, cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, ¿de quién será esposa esta mujer, si estuvo casada con los siete?

29 Jesús contestó:

—Ustedes están equivocados. Ni saben lo que dice laBiblia, ni conocen el poder de Dios.

30 Cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, nadie se va a casar, porque todos serán como losángelesdel cielo.

31 Y en cuanto a si los muertos vuelven a vivir, ustedes pueden leer en la Biblia lo que Dios le dijo a Moisés:

32 “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, tusantepasados”. Por tanto, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Dios todos ellos están vivos.

33 Al oír las enseñanzas de Jesús, la gente que estaba allí se quedó asombrada.

Los dos mandamientos más importantes

34 Cuando losfariseosse dieron cuenta de que Jesús había dejado callados a lossaduceos, se reunieron y fueron a ver a Jesús.

35 Uno de ellos, que sabía mucho acerca de la ley de los judíos, quiso ponerle una trampa y le preguntó:

36 —Maestro, ¿cuál es elmandamientomás importante de todos?

37-38 Jesús le respondió:

—El primer mandamiento, y el más importante, es el que dice así: “Ama a tu Dios con todo lo que piensas y con todo lo que eres.”

39 Y el segundo mandamiento en importancia es parecido a ése, y dice así: “Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo.”

40 Toda la enseñanza de laBibliase basa en estos dos mandamientos.

La pregunta acerca del Mesías

41 Mientras losfariseostodavía estaban reunidos, Jesús les preguntó:

42 —¿A qué familia pertenecerá elMesías?

Ellos respondieron:

—A la familia del rey David.

43-45 Jesús les dijo:

—Con la ayuda del Espíritu Santo, David escribió:

“Dios le dijo a mi Señor el Mesías:

‘Siéntate a la derecha de mi trono

hasta que yo derrote a tus enemigos.’”

»A ver, explíquenme: Si el rey David llama Señor al Mesías, ¿cómo puede el Mesías ser sudescendiente? ¡Hasta David lo considera más importante que él mismo!

46 Nadie pudo responderle a Jesús, y desde ese momento ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

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San Mateo 23

Advertencias de Jesús

1 Tiempo después, Jesús les dijo a la gente y a susdiscípulos:

2 «Losfariseosy losmaestros de la Leyson los que más conocen la ley de Moisés.

3 Ustedes deben hacer todo lo que ellos digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque enseñan una cosa y hacen otra.

4 Imponenmandamientosmuy difíciles de cumplir, pero no hacen ni el más mínimo esfuerzo por cumplirlos.

5 Todo eso lo hacen para que la gente los vea y los admire. Por eso escriben frases de laBibliaen papelitos que guardan en cajitas de cuero, y se las ponen en la frente y en los brazos. Cada vez hacen más grandes esas cajitas y los flecos que le ponen a la ropa, para que la gente piense que son muy obedientes a Dios.

6 Cuando van a lasinagogao asisten a fiestas, les encanta que los traten como si fueran los más importantes.

7 Les gusta que la gente los salude en el mercado con gran respeto, y que los llame maestros.

8 »Pero ustedes no esperen que la gente los llame maestros, porque ustedes son como hermanos, y tienen solamente un maestro.

9 No le digan padre a nadie, porque el único padre que ustedes tienen es Dios, que está en el cielo.

10 Tampoco esperen que la gente los trate comolíderes, porque yo, elMesías, soy su único líder.

11 El más importante de ustedes deberá ser el sirviente de todos.

12 Porque los que se creen más importantes que los demás serán tratados como los menos importantes. Y los que se comportan como los menos importantes serán tratados como los más importantes.»

¡Qué mal les va a ir!

13-14 Jesús les dijo a losfariseosy a losmaestros de la Ley:

«¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes les cierran la puerta delreino de Diosa los demás. Y ni entran ustedes ni dejan que otros entren.

15 »¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes van por todas partes tratando de ganar un seguidor y, cuando lo consiguen, lo hacen dos veces más merecedor delinfiernoque ustedes mismos.

16 »¡Qué mal les va a ir! Se supone que ustedes deben enseñar al pueblo a obedecer a Dios, pero ni ustedes mismos lo hacen. Enseñan que se puede no cumplir una promesa, si se jura sólo por el templo; pero que se debe cumplir esa promesa, si se jura por el oro del templo.

17 ¡Ustedes no saben nada, son unos tontos! No se dan cuenta de que el templo es más importante que el oro, y que el templo hace que el oro sea valioso ante Dios.

18 »También enseñan que se puede no cumplir una promesa, si se jura sólo por el altar del templo; pero que se debe cumplir esa promesa si se jura por laofrendaque está sobre el altar.

19 ¡Ignorantes! El altar de Dios es más importante que la ofrenda, y hace que la ofrenda sea valiosa ante Dios.

20 Cuando una persona hace una promesa, y jura por el altar del templo que la cumplirá, está jurando no sólo por el altar, sino también por todo lo que hay sobre el altar.

21 Y si alguien jura por el templo, no sólo está jurando por el templo, sino también por Dios, que vive allí.

22 Si jura por el cielo, también jura por Dios, porque el trono de Dios está en el cielo.

23 »¡Qué mal les va a ir a ustedes, maestros de la Ley y fariseos! ¡Hipócritas! Se preocupan por dar como ofrenda la décima parte de la menta, del anís y del comino que cosechan en sus terrenos. Pero no obedecen las enseñanzas más importantes de la ley: ser justos con los demás, tratarlos con amor, y obedecer a Dios en todo. Hay que hacer esas tres cosas, sin dejar de obedecer los demásmandamientos.

24 ¡Ustedes, comolíderes, no saben nada! Cumplen los detalles más insignificantes de la ley, pero no cumplen lo más importante de ella. Ustedes son como los que, al beber vino, sacan el mosquito pero se tragan el camello que hay en el vino.

25-26 »¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Parecen buena gente, pero en realidad son malos, no ayudan a nadie, y roban a los demás. ¡Tontos! Sean buenos de verdad, porque si no lo hacen, serán como un vaso o un plato limpio por fuera, pero lleno de suciedad por dentro. Pero si el vaso o el plato se limpian por dentro, todo estará limpio de verdad.

27-28 »¡Qué mal les va a ir! Aparentan ser gente buena y honrada, pero en realidad son hipócritas y malvados. Son como una tumba pintada de blanco, que por fuera se ve limpia, pero que por dentro está llena de huesos y de suciedad.

29 »¡Pobrecitos de ustedes, qué mal les va a ir, hipócritas! Construyen monumentos para recordar a losprofetasmuertos, y ponen adornos en las tumbas de las personas buenas.

30 Dicen que, si hubieran vivido en aquel tiempo, no habrían estado de acuerdo con los que mataron a los profetas.

31 Pero, en realidad, demuestran ser iguales a ellos.

32 ¡Terminen, pues, de hacer lo que ellos comenzaron!

33 »¡Ustedes son unos mentirosos y unos malvados! Son tan malos como el veneno de una serpiente. ¡Por eso no se escaparán de ir al infierno!

34 Yo les enviaré profetas,sabiosy maestros, pero a algunos de ellos ustedes los matarán o los clavarán en una cruz, a otros los golpearán en lassinagogas, y a otros los perseguirán por todas las ciudades.

35 Por eso, serán culpables de la muerte de toda persona buena en el mundo; comenzando por la muerte de Abel hasta terminar con la muerte del profeta Zacarías, que era hijo de Berequías. A este profeta lo mataron entre el templo y el altar de lossacrificios.

36 Les aseguro que todos ustedes serán castigados por esto.

Jesús sufre por la gente de Jerusalén

37 »¡Gente de Jerusalén, gente de Jerusalén! Ustedes matan a losprofetasy a los mensajeros que Dios les envía. Muchas veces quise protegerlos, como protege la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no me dejaron.

38 Su templo quedará abandonado.

39 Les aseguro que a partir de este momento no volverán a verme, hasta que digan: “BenditoelMesíasque viene en el nombre de Dios”.»

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San Mateo 24

El templo será destruido

1 Cuando Jesús salió del templo, susdiscípulosse le acercaron para mostrarle los edificios del templo.

2 Entonces él les dijo: «¿Ven ustedes todos estos edificios? Les aseguro que todos ellos serán destruidos. ¡Ni una sola pared quedará en pie!»

Prepárense para el fin

3 Después, Jesús y susdiscípulosse fueron al Monte de los Olivos. Jesús se sentóy, cuando ya estaban solos, los discípulos le preguntaron:

—¿Cuándo será destruido el templo? ¿Cómo sabremos que tú vendrás otra vez, y que ha llegado el fin del mundo? ¿Cuáles serán las señales?

4 Jesús les respondió:

—¡Cuidado! No se dejen engañar.

5 Muchos vendrán, y se harán pasar por mí, y le dirán a la gente: “Yo soy elMesías”. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos.

6 »Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.

7 Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y en muchos lugares habrá terremotos.

8 Eso es sólo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.

9 »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten. Todo el mundo los odiará por ser mis discípulos.

10 Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y sentirá odio por él.

11 Llegarán muchos falsosprofetasy engañarán a muchas personas.

12 La gente será tan mala que la mayoría dejará de amarse.

13 Pero yosalvaréa todos mis seguidores que confíen en mí hasta el final.

14 El fin del mundo llegará cuando lasbuenas noticiasdelreino de Diossean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado.

Una señal para huir

15 Jesús siguió hablando con susdiscípulosacerca del fin del mundo, y les dijo:

—El que lea esto debe tratar de entender lo que dijo elprofetaDaniel. Él anunció que algún día se presentaría unaofrendaasquerosa en el templo.

»Cuando vean que en el LugarSantopasa lo que anunció Daniel, entonces huyan.

16 Los que estén en la región de Judea que corran hacia las montañas;

17 el que esté en la azotea de su casa que no baje a sacar nada;

18 y el que esté en el campo que no vaya a su casa a buscar ropa.

19 ¡Que mal les va a ir a las mujeres que en ese momento estén embarazadas, y a las que tengan hijos recién nacidos!

20 Oren a Dios y pídanle que esto no suceda en tiempo de invierno, o en un día de descanso,

21 porque ese día la gente sufrirá muchísimo. Nunca, desde que Dios creó el mundo hasta ahora, la gente ha sufrido tanto como sufrirá ese día; y jamás volverá a sufrir así.

22 Dios ama a quienes él ha elegido, y por eso el tiempo de sufrimiento no será muy largo. Si no fuera así, todos morirían.

23 »Si en esos días alguien les dice: “Miren, aquí está elMesías”, o “allí está el Mesías”, no le crean.

24 Porque vendrán falsos profetas y falsos mesías, y harán cosas tan maravillosas que engañarán a la gente. Si pueden, también engañarán a los que Dios ha llamado a seguirlo.

25 Ya antes les había dicho a ustedes

26 que si otros vienen y les anuncian: “¡El Mesías está en el desierto!”, no vayan. Y si les dicen: “¡El Mesías está escondido allí!”, no lo crean.

27 Cuando yo, elHijo del hombre, venga, no me esconderé. Todos me verán, pues mi venida será como un relámpago que ilumina todo el cielo.

28 Todo el mundo sabe que donde se juntan los buitres,allí hay un cadáver. Así será cuando yo venga: todos lo sabrán.

El regreso del Hijo del hombre

29 Jesús continuó diciendo:

—Cuando pase ese tiempo de sufrimiento:

“El sol se pondrá oscuro,

y la luna dejará de brillar.

Las estrellas caerán,

y temblarán los poderes

que están en el cielo.”

30 »Entonces todos verán en el cielo una señal, la cual indicará que yo, elHijo del hombre, vengo de nuevo. Y cuando me vean venir entre las nubes del cielo, con mucho poder ygloria, todos los países del mundo temblarán de miedo.

31 Y enviaré por todo el mundo a misángelescon una gran trompeta, para que reúnan a mis seguidores.

La lección de la higuera

32 »Aprendan la enseñanza que da la higuera. Cuando a este árbol le salen ramas tiernas y hojas nuevas, ustedes saben que ya se acerca el verano.

33 Del mismo modo, cuando vean que todo está pasando como les he dicho, sabrán que pronto vendré de nuevo.

34 Les aseguro que todo esto pasará antes de que mueran algunos de los que ahora están vivos.

35 El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.

36 »Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo saben ni siquiera losángelesdel cielo. Es más, tampoco yo lo sé. Sólo Dios, mi Padre, lo sabe.

37 »Cuando yo, elHijo del hombre, venga otra vez, la gente estará viviendo como en la época de Noé.

38 En ese tiempo la gente seguía comiendo, bebiendo y casándose, hasta el momento mismo en que Noé entró en la casa flotante; y luego vino la inundación.

39 La gente no sabía lo que pasaba, hasta el momento en que llegó el diluvio y todos se ahogaron. Algo así pasará cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez.

40 Si en ese momento hay dos hombres trabajando en el campo, me llevaré a uno y dejaré al otro.

41 Si dos mujeres están moliendo granos, me llevaré a una y dejaré a la otra.

42 Por eso, estén siempre alerta, pues ustedes no saben el día en que yo, su Señor, vendré otra vez.

43 Les aseguro que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría la casa y no permitiría que el ladrón entrara.

44 Del mismo modo, ustedes deben estar atentos y preparados, porque yo, el Hijo del hombre, llegaré cuando menos lo esperen.

Los sirvientes

45 »¿Quién es el sirviente responsable y atento? Es aquél a quien el amo deja a cargo de toda su familia, para darles de comer a su debido tiempo.

46 ¡Qué feliz es el sirviente si su dueño lo encuentra cumpliendo sus órdenes!

47 Les aseguro que el dueño lo pondrá a administrar todas sus posesiones.

48 Pero supongamos que un sirviente malo piensa: “Mi amo salió de viaje y tardará mucho en volver”,

49 y comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con borrachos.

50 Cuando vuelva su amo, en el día y la hora en que el sirviente menos lo espere,

51 lo castigará como se castiga a todos los que engañan a sus amos. Entonces llorará y le rechinarán de terror los dientes.

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San Mateo 25

Las diez muchachas

1 »En elreino de Diospasará lo mismo que sucedió en una boda. Cuando ya era de noche, diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio.

2 Cinco de ellas eran descuidadas, y las otras cinco, responsables.

3 Las cinco descuidadas no llevaron aceite suficiente,

4 pero las cinco responsables llevaron aceite para llenar sus lámparas de nuevo.

5 »Como el novio tardó mucho en llegar, a las diez muchachas les dio sueño y se durmieron.

6 Como a la media noche, se oyeron gritos: “¡Ya viene el novio, salgan a recibirlo!”

7 »Las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas.

8 Entonces las cinco muchachas descuidadas dijeron a las responsables: “Compartan con nosotras el aceite que ustedes traen, porque nuestras lámparas se están apagando”.

9 »Las cinco responsables contestaron: “No tenemos bastante aceite para darles también a ustedes. Es mejor que vayan a comprarlo.”

10 »Mientras las cinco muchachas descuidadas fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces, las cinco muchachas responsables entraron con él a la fiesta de bodas, y la puerta se cerró.

11 Cuando las cinco descuidadas volvieron, encontraron todo cerrado y gritaron: “¡Señor, Señor, ábranos la puerta!”

12 »Pero el novio les contestó: “No sé quiénes son ustedes. No las conozco.”

13 »Por eso ustedes, misdiscípulos, deben estar siempre alerta, porque no saben ni el día ni la hora en que yo volveré.

Los tres empleados

14 »En elreino de Diospasará lo mismo que sucedió cierta vez, cuando un hombre decidió irse de viaje. Llamó a sus empleados y les encargó su dinero.

15 El hombre sabía muy bien lo que cada uno podía hacer. Por eso, a uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil, y a otro mil. Luego se fue de viaje.

16 »El empleado que había recibido cinco mil monedas hizo negocios con ellas, y logró ganar otras cinco mil.

17 El que recibió dos mil monedas ganó otras dos mil.

18 Pero el que recibió mil monedas fue y las escondió bajo tierra.

19 »Mucho tiempo después, el hombre que se había ido de viaje regresó, y quiso arreglar cuentas con sus empleados.

20 Llegó el que había recibido cinco mil monedas, se las entregó junto con otras cinco mil y le dijo: “Señor, usted me dio cinco mil monedas, y aquí tiene otras cinco mil que yo gané.”

21 »El hombre le dijo: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”

22 »Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”

23 »El hombre le contestó: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”

24 »Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible.

25 Por eso me dio miedo, y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas.”

26 »El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente,

27 ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses.”

28 »Entonces el hombre dijo a sus ayudantes: “Quítenle a éste las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil.

29 Porque al que tiene mucho se le dará más, y le sobrará; pero al que no tiene nada, hasta lo poco que tiene se le quitará.

30 Y a este empleado inútil, échenlo afuera, a la oscuridad; allí tendrá tanto miedo que llorará y le rechinarán de terror los dientes.”

El juicio final

31 »Cuando yo, elHijo del hombre, regrese, vendré como un rey poderoso, rodeado de misángeles, y me sentaré en mi trono.

32 Gente de todos los países se presentará delante de mí, y apartaré a los malos de los buenos, como el pastor que aparta las cabras de las ovejas.

33 A los buenos los pondré a mi derecha, y a los malos a mi izquierda.

34 Entonces yo, el Rey, les diré a los buenos: “¡Mi Padre los habendecido! ¡Vengan, participen del reino que mi Padre preparó desde antes de la creación del mundo!

35 Porque cuando tuve hambre, ustedes me dieron de comer; cuando tuve sed, me dieron de beber; cuando tuve que salir de mi país, ustedes me recibieron en su casa;

36 cuando no tuve ropa, ustedes me la dieron; cuando estuve enfermo, me visitaron; cuando estuve en la cárcel, ustedes fueron a verme.”

37 »Y los buenos me preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿Cuándo tuviste sed y te dimos de beber?

38 ¿Alguna vez tuviste que salir de tu país y te recibimos en nuestra casa, o te vimos sin ropa y te dimos qué ponerte?

39 No recordamos que hayas estado enfermo, o en la cárcel, y que te hayamos visitado.”

40 »Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”

41 »Luego les diré a los malvados: “¡Aléjense de mí! Lo único que pueden esperar de Dios es castigo. Váyanse al fuego que nunca se apaga, al fuego que Dios preparó para el diablo y sus ayudantes.

42 Porque cuando tuve hambre, ustedes no me dieron de comer; cuando tuve sed, no me dieron de beber;

43 cuando tuve que salir de mi país, ustedes no me recibieron en sus casas; cuando no tuve ropa, ustedes tampoco me dieron qué ponerme; cuando estuve enfermo y en la cárcel, no fueron a verme.”

44 »Ellos me responderán: “Señor, nunca te vimos con hambre o con sed. Nunca supimos que tuviste que salir de tu país, ni te vimos sin ropa. Tampoco supimos que estuviste enfermo o en la cárcel. Por eso no te ayudamos.”

45 »Entonces les contestaré: “Como ustedes no ayudaron ni a una de las personas menos importantes de este mundo, yo considero que tampoco me ayudaron a mí.”

46 »Esta gente malvada recibirá un castigo interminable, pero los que obedecen a Dios recibirán la vida eterna.»

—https://d1b84921e69nmq.cloudfront.net/439/32k/MAT/25-44b013488aed91eb0737295648ddac5b.mp3?version_id=176—

San Mateo 26

Un plan contra Jesús

1 Cuando Jesús terminó de enseñar, dijo a susdiscípulos:

2 «Ustedes saben que dentro de dos días va a celebrarse la fiesta de la Pascua. Durante la fiesta, yo, elHijo del hombre, seré apresado y moriré clavado en una cruz.»

3 En esos días, lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país se reunieron en el palacio de Caifás, que era jefe de los sacerdotes.

4 Todos ellos se pusieron de acuerdo para ponerle una trampa a Jesús, apresarlo y matarlo.

5 Pero algunos decían: «No hay que hacerlo durante la fiesta, para que la gente no se enoje contra nosotros ni se arme un gran alboroto.»

Una mujer perfuma a Jesús

6 Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenidolepra.

7 Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. La mujer se acercó a Jesús y derramó el perfume sobre su cabeza.

8 Losdiscípulosse enojaron y dijeron:

—¡Qué desperdicio!

9 Ese perfume pudo haberse vendido, y con el dinero hubiéramos ayudado a muchos pobres.

10 Jesús los escuchó, y enseguida les dijo:

—No critiquen a esta mujer. Ella me ha tratado con mucha bondad.

11 Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, pero muy pronto yo no estaré aquí con ustedes.

12 Esta mujer derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro.

13 Les aseguro que en cualquier lugar donde se anuncien las buenas noticias de Dios, se contará la historia de lo que hizo esta mujer y se guardará la memoria de ella.

Judas traiciona a Jesús

14 Ese mismo día, Judas Iscariote, que era uno de los docediscípulosde Jesús, fue a ver a lossacerdotesprincipales

15 y les dijo: «¿Cuánto me pagan si los ayudo a atrapar a Jesús?»

Ellos le ofrecieron treinta monedas de plata.

16 Y desde ese momento, Judas buscó una buena oportunidad para entregarles a Jesús.

Una cena inolvidable

17 El primer día de la fiesta de lospanes sin levadura, losdiscípulosse acercaron a Jesús y le dijeron:

—¿Dónde quieres que preparemos la cena de la Pascua?

18 Jesús les respondió:

—Vayan a la ciudad, busquen al amigo que ustedes ya conocen, y denle este mensaje: “El Maestro dice: yo sé que pronto moriré; por eso quiero celebrar la Pascua en tu casa, con mis discípulos.”

19 Los discípulos fueron y prepararon todo, tal y como Jesús les mandó.

20 Al anochecer, mientras Jesús y sus discípulos comían,

21 él les dijo:

—Uno de ustedes me va a entregar a mis enemigos.

22 Los discípulos se pusieron muy tristes, y cada uno de ellos le dijo:

—Señor, no estarás acusándome a mí, ¿verdad?

23 Jesús respondió:

—El que ha mojado su pan en el mismo plato en que yo estoy comiendo, es el que va a traicionarme.

24 LaBibliadice claramente que yo, elHijo del hombre, tengo que morir. Sin embargo, al que me traiciona va a pasarle algo muy terrible. ¡Más le valdría no haber nacido!

25 Judas, el que después entregó a Jesús, también le preguntó:

—Maestro, ¿hablas de mí?

Jesús le contestó:

—Tú lo has dicho.

26 Mientras estaban comiendo, Jesús tomó un pan y dio gracias a Dios. Luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo:

«Tomen y coman; esto es mi cuerpo.»

27 Después tomó una copa llena de vino y dio gracias a Dios. Luego la pasó a sus discípulos y les dijo:

«Beban todos ustedes de este vino.

28 Esto es mi sangre, y con ella Dios hace un trato con todos ustedes. Esa sangre servirá para perdonar lospecadosde mucha gente.

29 Ésta es la última vez que bebo de este vino con ustedes. Pero cuando estemos juntos otra vez, en el reino de mi Padre, entonces beberemos del vino nuevo.»

30 Después de eso, cantaron un himno y se fueron al Monte de los Olivos.

Pedro promete no dejar a Jesús

31 Cuando llegaron al Monte de los Olivos, Jesús les dijo a losdiscípulos:

—Esta noche ustedes van a perder su confianza en mí. Porque laBibliadice:

“Mataré a mi mejor amigo,

y así mi pueblo se dispersará.”

32 »Pero cuando Dios me devuelva la vida, iré a Galilea antes que ustedes.

33 Entonces Pedro le dijo:

—Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré.

34 Jesús le respondió:

—Pedro, no estés muy seguro de eso; antes de que el gallo cante, tres veces dirás que no me conoces.

35 Pedro le contestó:

—Aunque tenga que morir contigo, yo nunca diré que no te conozco.

Los demás discípulos dijeron lo mismo.

Jesús ora con mucha tristeza

36 Después, Jesús fue con susdiscípulosa un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar.»

37 Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan para que lo acompañaran. Luego empezó a sentir una tristeza muy profunda,

38 y les dijo: «Estoy muy triste. Siento que me voy a morir. Quédense aquí conmigo y no se duerman.»

39 Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.»

40 Jesús regresó a donde estaban los tres discípulos, y los encontró durmiendo. Entonces le dijo a Pedro: «¿No han podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?

41 No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas.»

42 Jesús se fue a orar otra vez, y en su oración decía:

—Padre, si tengo que pasar por este sufrimiento, estoy dispuesto a obedecerte.

43 Jesús regresó de nuevo a donde estaban los tres discípulos, y otra vez los encontró completamente dormidos, pues estaban muy cansados.

44 Nuevamente se apartó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras con que había orado antes.

45 Luego volvió Jesús a donde estaban los tres discípulos y les dijo: «¿Todavía están durmiendo? Ya vienen los malvados para apresarme a mí, elHijo del hombre.

46 ¡Levántense y vengan conmigo, que allí viene el que me va a entregar!»

Los enemigos apresan a Jesús

47 Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los docediscípulos. Con él venían muchos hombres armados con palos y cuchillos. Lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país los habían enviado.

48 Judas ya les había dicho: «Al que yo bese, ése es Jesús; ¡arréstenlo!»

49 Judas se acercó a Jesús y le dijo:

—¡Hola, Maestro!

Y lo besó.

50 Jesús le dijo:

—Amigo, haz pronto lo que tienes que hacer.

Los hombres, por su parte, arrestaron a Jesús.

51 Entonces uno de los que acompañaban a Jesús sacó su espada, y con ella le cortó una oreja al sirviente del jefe de los sacerdotes.

52 Pero Jesús le dijo:

—Guarda tu espada, porque al que mata con espada, con espada lo matarán.

53 ¿No sabes que yo puedo pedirle ayuda a mi Padre, y que de inmediato me enviaría todo un ejército deángelespara defenderme?

54 Deja que todo pase como está sucediendo ahora; sólo así puede cumplirse lo que dice laBiblia.

55 Jesús se volvió a la gente y le preguntó:

—¿Por qué han venido con palos y cuchillos, como si yo fuera un criminal? Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca me apresaron.

56 Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que anunciaron losprofetas.

En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.

El juicio contra Jesús

57-58 Pedro siguió a Jesús desde lejos y llegó hasta el patio del palacio. Allí se sentó con los guardias para no perderse de nada. Los que arrestaron a Jesús lo llevaron al palacio de Caifás, el jefe de lossacerdotes. Allí estaban reunidos losmaestros de la Leyy loslíderesdel pueblo.

59 Los sacerdotes principales y todos los de laJunta Supremabuscaban gente que mintiera contra Jesús, para poder condenarlo a muerte.

60 Sin embargo, aunque muchos vinieron con mentiras, no pudieron condenarlo.

61 Por fin, hubo dos que dijeron: «Este hombre dijo que es capaz de destruir el templo de Dios, y de construirlo de nuevo en tres días.»

62 El jefe de los sacerdotes dijo a Jesús:

—¿Oíste bien de qué te acusan? ¿Qué puedes decir para defenderte?

63 Pero Jesús no respondió nada. Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo:

—Dinos por Dios, quien vive para siempre, si eres tú elMesías, el Hijo de Dios.

64 Jesús le respondió:

—Tú lo has dicho. Y déjame decirte que, dentro de poco tiempo, ustedes verán cuando yo, elHijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.

65-66 Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes se desgarró la ropa para mostrar su enojo, y dijo:

—¿Qué les parece? ¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas!

—¡Que muera! —contestaron todos.

67 Entonces algunos le escupieron en la cara y otros lo golpearon. Aun otros le pegaban en la cara,

68 y le decían: «Mesías, ¡adivina quién te pegó!»

Pedro niega conocer a Jesús

69 Mientras sucedía todo esto, Pedro estaba sentado en el patio del palacio. De pronto, una sirvienta se le acercó y le dijo:

—Tú siempre estabas con Jesús, el de Galilea.

70 Y delante de todos, Pedro le contestó:

—Eso no es cierto; ¡no sé de qué me hablas!

71 Pedro salió por la puerta del patio, pero otra sirvienta lo vio y dijo a los que estaban allí:

—Éste también estaba con Jesús, el que vino de Nazaret.

72 Pedro lo negó de nuevo y dijo:

—¡Les juro que no conozco a ese hombre!

73 Un poco más tarde, algunos de los que estaban por allí se acercaron a Pedro y le dijeron:

—Estamos seguros de que tú eres uno de los seguidores de Jesús; hablas como los de Galilea.

74 Pedro les contestó con más fuerza:

—¡Ya les dije que no conozco a ese hombre! ¡Que Dios me castigue si no estoy diciendo la verdad!

En ese momento un gallo cantó,

75 y Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante, vas a decir tres veces que no me conoces.» Entonces Pedro salió de aquel lugar y se echó a llorar con mucha tristeza.

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