Jeremías 16

Jeremías no debe casarse

1-3 Dios me dijo:

«Jeremías, no te cases en este país, ni tengas hijos ni hijas, porque de todos los que viven en este país,

4 algunos morirán de enfermedades horribles, otros morirán de hambre y otros en la guerra. Nadie llorará por ellos, ni los sepultará. Sus cadáveres quedarán tendidos sobre el suelo, como si fueran basura, y con ellos se alimentarán las aves del cielo y los animales salvajes.

5 »He decidido retirar de este pueblo mi paz, mi amor y mi compasión. Así que no vayas a ningún entierro, ni llores por ningún muerto.

6 En este país todos morirán, sean ricos o pobres, y nadie llorará por ellos ni los sepultará, ni guardará luto.

7 Nadie ofrecerá una comida para consolar a los que hayan perdido a un ser querido. A nadie se le ofrecerá consuelo, aunque haya muerto su padre o su madre.

8 »Tampoco vayas a ninguna boda, ni comas ni bebas nada allí.

9 Yo, el todopoderoso Dios de Israel, te digo que pondré fin a los gritos de alegría y de entusiasmo, y a las canciones de los novios y de las novias. Eso lo verán con sus propios ojos.

10 »Cuando comuniques todo esto al pueblo, te van a preguntar por qué decidí enviarles esta terrible desgracia. También preguntarán si se han portado mal, y si acaso hanpecadocontra mí.

11 Respóndeles que eso les pasa porque susantepasadosme rechazaron, no obedecieron mis enseñanzas y creyeron en otros dioses, a los cuales sirvieron yadoraron. Te juro que así fue.

12 Pero diles que ellos son peores que sus antepasados, porque no me obedecen. Ellos insisten en llevar a cabo sus planes malvados.

13 Por eso no les voy a tener compasión. Más bien, los echaré fuera de esta tierra; los llevaré a un país que ni ellos ni sus antepasados conocieron. Allá tendrán que adorar a otros dioses, día y noche.

14 »Llegará el día en que ya no dirán: “Viva Dios, que sacó de Egipto a los israelitas”;

15 sino que dirán: “Viva Dios, que sacó a los israelitas del país de los asirios y de los babilonios, y de todos los países adonde los obligó a ir”. Pero yo te aseguro que, en el futuro, haré que vuelvan a la tierra que les regalé a sus antepasados.

16 »Por lo pronto, voy a hacer que vengan muchos enemigos, y que los pesquen como si fueran peces. Después de eso, haré que vengan muchos enemigos y los persigan por todas las montañas y colinas, y hasta en las grietas de las rocas, como si fueran cazadores tras su presa.

17 Yo estoy enterado de todo lo que ellos hacen, pues no hay nada que yo no sepa. Ellos no me pueden ocultar ninguno de sus pecados.

18 Antes que nada, les daré un castigo doble por los terribles pecados que han cometido. Le han quitado al país su buena fama; ¡lo han llenado deídolosmalolientes que no tienen vida!»

Oración de Jeremías

19-20 Yo, Jeremías, le rogué a Dios:

«Dios mío, tú me das nuevas fuerzas;

cuando me encuentro en peligro,

tú eres mi refugio.

Desde los lugares más lejanos del mundo

vendrán a ti las naciones, y dirán:

“Nuestrosantepasados

fabricaron dioses falsos

que no sirven para nada”».

21 Dios me respondió:

«Voy a mostrarles mi gran poder;

ahora sabrán quién soy yo:

¡Yo soy el único Dios de Israel!»

Jeremías 17

Dios castigará a Judá por su pecado

1 Dios le dijo a su pueblo:

«Gente de Judá,

ustedes llevan elpecado

grabado en el corazón.

Sus altares están marcados

con su rebelión.

2-3 »Los altares y las imágenes de Astarté

que ustedes levantaron

bajo los grandes árboles

y en las altas colinas

son un peligro para sus hijos.

»Yo entregaré a sus enemigos

todo lo que ustedes tienen,

hasta sus altares y tesoros.

Esto lo haré por los pecados

que cometieron en su territorio.

4 Por su propia culpa perderán

el país que yo les había dado.

Serán esclavos en una tierra

que ustedes no conocen.

»¡Es tan grande mi enojo

que parece un fuego

que nunca se apaga!

5 »Yo, el Dios de Israel, declaro:

“¡Maldito quien confía en los demás!

¡Maldito quien confía en sí mismo!

¡Maldito quien se aleja de mí!

6 Son como las espinas del desierto,

que nunca disfrutarán del agua,

pues viven en tierras áridas,

donde nada crece.

7 ”¡Perobenditossean aquellos

que sólo confían en mí!

8 Son como árboles plantados

a la orilla de un río:

extienden sus raíces hacia la corriente,

el calor no les causa ningún daño,

sus hojas siempre están verdes

y todo el año dan fruto.

9 ”Ustedes se creen buenos,

pero son malos y mentirosos;

¡no tienen remedio!

10 Sólo yo, el Dios de Israel,

sé muy bien lo que piensan,

y los castigaré por su mala conducta.

11 ”Los que se vuelven ricos

haciendo trampa,

perderán sus riquezas

y, cuando menos lo esperen,

acabarán en la miseria”».

Jeremías pide protección

12 Yo, Jeremías, dije:

«El templo donde tienes tu trono

desde un principio está en lo alto;

¡es un lugar muy hermoso!

13 »Los que te abandonan

quedarán avergonzados.

¡Desaparecerán como el polvo

que se lleva el viento!

»Sólo tú, Dios de Israel,

eres la fuente de vida.

¡Tú eres nuestra única esperanza!

14 »Dios mío,

sólo tú mereces mis alabanzas.

¡Devuélveme la salud,

dame salvación!

Así viviré feliz y en paz.

15 »La gente de Judá me dice:

“Dios no ha cumplido sus promesas.

¡Queremos que se cumplan ya!”

16 »Dios mío, yo no te pedí

que castigues a tu pueblo;

al contrario, lo cuidé

como un pastor a sus ovejas.

17 Cuando estoy en peligro,

tú me proteges.

¡No dejes que el miedo

se apodere de mí!

18 ¡Avergüenza a mis enemigos,

pero no me avergüences a mí!

¡Haz que tiemblen de miedo,

pero a mí no me asustes!

¡Mándales tiempos difíciles,

y destrúyelos de una vez!»

El día de descanso

19 Dios me dijo:

«Jeremías, ve a todos los portones de Jerusalén, y repite allí el mensaje que te voy a dar. Comienza por el portón principal, que es por donde entran y salen los reyes de Judá.

20 Esto es lo que tienes que decir:

“Reyes de Judá y habitantes del país, y todos los que pasan por estos portones, ¡escuchen la palabra de nuestro Dios!

21 Él me manda a recordarles que elsábadoes día de descanso. Por lo tanto, ese día no lleven ninguna carga, ni la introduzcan por los portones de Jerusalén.

22 Ese día no saquen de sus casas ninguna carga ni hagan ningún tipo de trabajo. El sábado es un día que deben dedicar a Dios; así se lo ordenó a nuestrosantepasados.

23 ”Ustedes, los que viven en Judá, no han querido obedecer a Dios; al contrario, se empeñan en desobedecerlo y no quieren ser disciplinados.

24 Pero si siguen fielmente las instrucciones acerca del sábado, y se lo dedican a Dios tal como ya les dije, Dios les asegura

25 que por estas puertas entrarán reyes y príncipes, y se sentarán en el trono de David para reinar sobre esta ciudad. Entrarán montados en carros y en caballos, seguidos por la gente de Jerusalén y de las otras ciudades de Judá. Además, la ciudad de Jerusalén siempre será habitada.

26 Vendrán al templo todos los habitantes del país, y darán gracias a Dios conofrendasde cereal y deincienso, que son las que le agradan.

27 ”Pero si ustedes no siguen las instrucciones de Dios acerca del sábado, sino que en ese día introducen cargas por los portones de Jerusalén, entonces les prenderé fuego a esos portones. Ese fuego no podrá ser apagado, sino que quemará toda la ciudad, junto con los palacios de Jerusalén”».

Jeremías 18

Parábola del alfarero

1 Dios me dijo:

2 «Jeremías, ve al taller del alfarero. Allí voy a darte un mensaje».

3 Yo fui y me encontré al alfarero haciendo en el torno vasijas de barro.

4 Cada vez que una vasija se le dañaba, volvía a hacer otra, hasta que la nueva vasija quedaba como él quería.

5 Allí Dios me dio este mensaje

6 para los israelitas:

«Ustedes están en mis manos. Yo puedo hacer con ustedes lo mismo que este alfarero hace con el barro.

7 En el momento que yo quiera, puedo amenazar a una nación o a un reino, y anunciarle su completa destrucción.

8 Pero si esa nación deja de hacer lo malo, entonces yo decidiré no castigarlos como pensaba hacerlo.

9 En algún otro momento, puedo decidir que alguna nación o reino prospere y llegue a tener mucho poder.

10 Pero si esa nación hace lo malo y no me obedece, entonces decidiré no darle todo lo bueno que había pensado darle».

Dios abandonará a su pueblo

11 Luego Dios me dijo:

«Jeremías, adviérteles a la gente de Judá, y a los que viven en Jerusalén, que yo, el Dios de Israel, estoy por enviarles un desastre. Diles que dejen ya de hacer lo malo, y que mejoren por completo su manera de vivir.

12 Ellos te dirán que no insistas, que van a seguir viviendo como les dé la gana, y que cada uno seguirá haciendo todo lo malo que les dicte su malvado corazón.

13 »Por lo tanto, yo les digo:

“Este pueblo dice ser mío,

pero pregunten entre las naciones

y verán que ningún otro pueblo

ha hecho cosas tan terribles.

14 Las altas montañas del Líbano

nunca se han quedado sin nieve;

ni tampoco han dejado de correr

las frías aguas de las montañas.

15 Pero este pueblo cambia a cada rato,

pues se olvida de mí

yadoraídolosinútiles.

No sigue las enseñanzas

que desde un principio le di,

ni se da cuenta del peligro

de seguir las malas costumbres

de las otras naciones.

16-17 Por eso enviaré un ejército poderoso

y los haré huir ante sus enemigos.

¡Su país será destruido;

será la burla de todas las naciones!

Los que pasen y lo vean,

no podrán disimular su asombro.

¡Ese día sabrán que los he abandonado!”»

Planes contra Jeremías

18 La gente comenzó a hacer planes en contra de Jeremías. Decían:

«Acusémoslo de algún crimen, y así lo callaremos para siempre. De todos modos, nunca nos faltará unsacerdoteque nos enseñe la ley, ni unsabioque nos dé consejos, ni unprofetaque nos hable de parte de Dios».

Oración de Jeremías

19 Jeremías oró así:

«Dios mío,

escucha los gritos de mis enemigos.

20-22 ¡Han cavado un pozo

para hacerme caer en él!

¡No es justo que así me paguen

todo el bien que les he hecho!

¡Recuerda que vine a pedirte

que no los castigues!

¡Quítales la vida a sus hijos!

¡Haz que se mueran de hambre,

o que los maten en la guerra!

¡Que los hombres mueran asesinados!

¡Que las mujeres se queden viudas

y sin hijos que las ayuden!

¡Que los jóvenes mueran en la guerra!

¡Que se oigan sus gritos de angustia

cuando envíes contra ellos

un ejército poderoso!

23 »Dios mío,

tú sabes que ellos piensan matarme.

¡No olvides suspecados,

ni les perdones ningún crimen!

¡Desata tu furia contra ellos!

¡Hazlos caer derrotados!»

Jeremías 19

La vasija rota

1-4 Dios me dijo:

«Jeremías, compra en el taller del alfarero una vasija de barro, y ve al valle de Ben-hinom, que está a la entrada del portón oriental. Haz que te acompañen algunos jefes del pueblo y lossacerdotesmás importantes. Cuando llegues allá, diles a los reyes de Judá y a los habitantes de Jerusalén que presten atención a mis palabras. Éste es el mensaje que les darás de mi parte:

“Ustedes son mi pueblo, pero me abandonaron. Para colmo, me ofendieron aladoraren este valle a otros dioses. Esos dioses nunca se preocuparon por ustedes, ni por sus padres, ni por los reyes de Judá. Por eso yo, el todopoderoso Dios de Israel, voy a mandarles un desastre tan terrible, que quienes lo sepan temblarán de miedo.

”En este mismo valle ustedes han matado a mucha gente inocente.

5 Han construido altares a Baal, y en ellos han presentado a sus hijos comoofrendaa ese dios. ¡Pero eso es algo que yo nunca les ordené! ¡Jamás lo mencioné, y ni siquiera me pasó por la mente!

6 Llegará el momento en que este lugar no se llamará santuario de Tófet ni valle de Ben-hinom; más bien, se le conocerá como Valle de la Matanza.

7 Yo desbarataré aquí los planes de la gente de Judá y de Jerusalén; los entregaré a sus enemigos, para que los maten en el campo de batalla. Allí quedarán tendidos los cadáveres, y haré que se los coman las aves del cielo y las fieras salvajes.

8 ”A Jerusalén la convertiré en un lugar horrible. Los que pasen por aquí verán con asombro cómo quedó la ciudad, y se burlarán de ella.

9 Sus enemigos rodearán la ciudad para destruir a sus habitantes. Habrá tanta falta de comida que la gente se comerá a sus propios hijos, y hasta se comerán los unos a los otros”.

10 »Tan pronto anuncies este mensaje, dirígete a los jefes y a los sacerdotes, y rompe en mil pedazos la vasija de barro.

11 Entonces les dirás de mi parte:

“Yo, el Dios todopoderoso, romperé en mil pedazos esta nación y esta ciudad, y ya no podrán volver a levantarse. Tendrán que enterrar a sus muertos en el santuario de Tófet, porque no habrá otro lugar donde enterrarlos.

12 La ciudad quedará arruinada, lo mismo que el santuario de Tófet. Les juro que así será.

13 No permitiré que se me adore en las casas de Jerusalén ni en los palacios de los reyes de Judá, pues en sus azoteas se quemóinciensopara adorar a las estrellas de los cielos, y también ofrendaron bebidas a otros dioses. Ni en el santuario de Tófet ni en esos lugares permitiré que me adoren”».

14 Cuando Jeremías volvió deprofetizaren el santuario de Tófet, se detuvo a la entrada del templo de Dios. Desde allí dijo a todo el pueblo:

15 «Así dice el todopoderoso Dios de Israel: “Esta ciudad y sus pueblos vecinos se han empeñado en desobedecerme. Por eso les voy a mandar todas las desgracias que les he anunciado”».

Jeremías 20

Jeremías y el sacerdote Pashur

1-2 Cuando Pashur hijo de Imer oyó lo que elprofetaJeremías estaba predicando, ordenó que lo golpearan y lo metieran en la cárcel que estaba a un lado de la entrada de Benjamín, cerca del templo de Dios.

3 Sin embargo, a la mañana siguiente Pashur mandó que lo sacaran. Entonces Jeremías le dijo:

«Dios te va a cambiar de nombre. En vez de Pashur, te vas a llamar Magor-misabib, que quiere decir, “terror por todas partes”.

4 Porque Dios dice que tú serás un terror para ti mismo y para tus amigos. ¡Hasta verás cuando el enemigo mate a tus amigos! A todos los habitantes de Judá los entregaré al rey de Babilonia, para que se los lleve como esclavos a su país o para que los mate.

5 Además, a los enemigos de Judá les daré toda la riqueza de esta ciudad, junto con todos los tesoros de los reyes de Judá. Todo eso lo tomarán y se lo llevarán a Babilonia.

6 Y tú, Pashur, serás esclavo en Babilonia junto con toda tu familia. Allá morirás y serás enterrado; y lo mismo les pasará a todos tus amigos, a quienes les decías puras mentiras».

Protesta de Jeremías

7 Jeremías le dijo a Dios:

«Dios mío,

con lindas palabras me llamaste,

y yo acepté tu invitación.

Eres más fuerte que yo,

y por eso me convenciste.

»A toda hora

la gente se burla de mí.

8 Cada vez que abro la boca,

tengo que gritar:

“¡Ya viene el desastre!

¡Ha llegado la destrucción!”

No hay día que no me ofendan

por predicar tu mensaje.

9 »Hay días en que quisiera

no acordarme más de ti

ni anunciar más tus mensajes;

pero tus palabras

arden dentro de mí;

¡son un fuego

que me quema hasta los huesos!

He tratado de no hablar,

¡pero no me puedo quedar callado!

10 »La gente, en tono burlón, me grita:

“¡Hay terror por todas partes!”

También los oigo cuando dicen:

“¡Vamos a denunciarlo!”

Hasta mis mejores amigos

quieren que yo cometa un error;

buscan cómo ponerme una trampa

para derrotarme y vengarse de mí.

11-12 »Pero tú, mi Dios,

eres el Todopoderoso.

Tú examinas al que es justo

y sabes lo que pensamos y deseamos.

Eres un guerrero invencible,

y siempre estás a mi lado;

por eso no podrán vencerme

los que me persiguen;

¡quiero ver cómo los castigas,

porque en ti confío!

¡Quiero ver cómo los derrotas

y los pones en vergüenza!

¡Que nunca nadie se olvide

de que tú los derrotaste!

13 Alabemos a nuestro Dios,

porque él libera a los pobres

de las garras de los malvados.

14-15 »¡Maldito el día en que nací!

Maldito el que le dijo a mi padre:

“¡Te felicito! ¡Tuviste un hijo varón!”

16 ¡Cómo quisiera que ese tipo

terminara como las ciudades

que Dios destruyó sin compasión!

¡Quisiera que se vuelva loco de remate!

17-18 »¿Por qué tuve que nacer,

si vivo sólo para sufrir?

Si voy a morir humillado,

mejor hubiera nacido muerto.

¡Así mi tumba habría sido

el vientre de mi madre!»

Jeremías 21

La oración de Sedequías

1-3 El rey Sedequías envió a Pashur y alsacerdoteSofonías, a que le dijeran alprofetaJeremías:

«Nabucodonosor, el rey de Babilonia, nos está atacando. Por favor, ruégale a Dios que nos ayude. Pídele que haga uno de susmilagrosa favor de nosotros, para que ese rey nos deje tranquilos».

Pero Dios tenía otro plan, y se lo comunicó a Jeremías. Entonces Jeremías les respondió a Pashur y a Sofonías:

«Díganle al rey Sedequías

4 que el Dios de Israel dice: “El rey de Babilonia y sus soldados están rodeando y atacando la ciudad de Jerusalén. Frente a sus ataques, tus tropas retrocederán y se refugiarán en la ciudad.

5 Es más, yo mismo voy a pelear contra ustedes, y lo haré con todo mi poder y con toda mi furia. ¡Ya me tienen harto!

6 Voy a mandarles una enfermedad terrible, que matará a todos los que viven en esta ciudad, y hasta los animales.

7 A ti, Sedequías, y a tus oficiales, los pondré en manos de Nabucodonosor y de su ejército. También entregaré a la gente que no haya muerto por la enfermedad, la guerra o el hambre. Les juro que ese rey los matará sin compasión”».

8 Dios le dijo a Jeremías:

«Dile de mi parte a este pueblo:

“A todos lo que viven en Jerusalén les daré a elegir entre la vida y la muerte.

9 Los que se queden en la ciudad morirán en la guerra, o los matará la enfermedad y el hambre. Sólo se salvarán si salen y se rinden a los babilonios.

10 Ya me cansé de tratar con bondad a esta ciudad. La voy a destruir. Se la entregaré al rey de Babilonia, para que la destruya con fuego. Les juro que así lo haré”.

11-12 »A losdescendientesdel rey David diles que presten atención a mis palabras. Éste es mi mensaje para ellos:

“No dejen de hacer el bien,

y protejan a los que son maltratados.

Si no lo hacen así,

mi enojo arderá como un fuego

y nadie podrá apagarlo.

Así los castigaré por todas sus maldades.

13 ”Habitantes de Jerusalén,

yo estoy muy enojado con ustedes.

Ustedes creen que Jerusalén,

por estar en la montaña,

es la más fuerte de la región.

Creen que nadie puede conquistarla

ni destruir sus murallas.

14 Pero yo les daré su merecido:

Le prenderé fuego a su bosque,

y ese fuego destruirá

todo lo que hay a su alrededor.

Les juro que así lo haré”».

Jeremías 22

Dios castigará a los jefes de Judá

1 Dios me dijo:

«Jeremías, ve al palacio del rey de Judá, y anuncia allí este mensaje:

2 “Rey de Judá, oficiales del palacio y habitantes de Jerusalén, les pido que presten mucha atención a lo que Dios dice.

3 Él les ordena hacer el bien: proteger a los que son maltratados, cuidar al extranjero, al huérfano y a la viuda, y no matar al inocente.

4 Si de veras me obedecen, siempre habrá en Judá un rey de la familia de David. Sus ejércitos entrarán y saldrán por los portones de la ciudad, acompañados por el pueblo y sus gobernantes.

5 De lo contrario, les aseguro que este palacio será totalmente destruido”.

6 »Yo, el Dios de Israel, les digo a los que están en el palacio de Judá:

“Ustedes son para mí

tan especiales como el monte Galaad

y como las altas montañas del Líbano.

Pero voy a convertirlos en un desierto,

en una ciudad deshabitada.

7 Yo enviaré contra ustedes

un ejército para que los destruya,

y para que les prenda fuego

a sus bosques más hermosos.

8 ”Mucha gente de otras naciones pasará por aquí, y se preguntará por qué hice esto con esta gran ciudad.

9 Y la respuesta será que ustedesadorarona otros dioses y no cumplieron con mipacto.

10-12 ”No lloren ni se pongan tristes

por la muerte del rey Josías.

Lloren más bien por su hijo Salum

que será llevado a otro país.

Allí lo tratarán como esclavo,

y nunca más volverá a ver

la tierra donde nació”.

»Y yo declaro que Salum nunca más volverá a ver este país, pues morirá en el lugar al que será llevado».

Y así sucedió. Tiempo después, tras la muerte de su padre Josías, Salum llegó a ser rey de Judá, pero se lo llevaron a Babilonia.

Advertencia contra el rey Joacín

13-14 Dios continuó diciendo:

«En cuanto al rey Joacín, tengo algo que decirle:

“¡Qué mal te irá, Joacín!

Edificas tu casa con mucho lujo;

piensas ponerle grandes ventanas,

y recubrirlas con finas maderas.

Pero maltratas a los trabajadores,

y para colmo no les pagas.

15 Te crees un gran rey

porque vives en lujosos palacios.

”Tu padre Josías disfrutó de la vida

y celebró grandes fiestas,

pero siempre actuó con justicia.

16 Protegió al pobre y al necesitado,

y por eso le fue bien en todo.

¡A eso le llamo conocerme!

17 ”A ti sólo te interesa el dinero

y no te importa cómo lo ganes.

Con gran violencia robas

y matas a gente inocente.

18 ”Por eso estoy enojado contigo.

Cuando te mueras,

nadie llorará por ti;

ningún israelita se pondrá triste

de que ya no seas su rey.

19 Morirás como los animales:

te arrastrarán por todo Jerusalén

y te arrojarán fuera de la ciudad”».

Advertencia contra Jerusalén

20 Dios también les dijo a los habitantes de Jerusalén:

«¡Vayan por todo el país;

suban a las montañas más altas,

y lloren desconsolados!

Los países que iban a ayudarlos

ya han sido destruidos.

21 »Cuando les iba bien,

les advertí del peligro,

pero no me hicieron caso.

¡Siempre han sido rebeldes!

22-23 »Los que ahora viven en el palacio,

rodeados de finas maderas,

¡pronto sabrán lo que es sufrir!

Cuando les llegue la desgracia,

sabrán lo que es el dolor.

Serán llevados a otro país,

y allí serán tratados como esclavos.

Las naciones en las que ellos confiaron

sufrirán el mismo castigo».

Advertencia contra Joaquín

24 Dios le dio este mensaje a Joaquín:

«Tú eres hijo de Joacín,

y ahora reinas en Judá.

Aunque te quiero mucho,

juro que te expulsaré de aquí.

25 Te entregaré en manos

del rey de Babilonia y de su ejército,

y temblarás de miedo.

26-27 A ti y a tu madre los enviaré

a un país extranjero.

Aunque quieran volver a Israel,

nunca más volverán,

porque morirán en ese país».

28-29 Dios continuó diciendo:

«¡Israelitas,

escuchen mis palabras!

Joaquín no sirve para nada;

es como una vasija rota.

¿Para qué lo quieren expulsar del país,

junto con todos sus familiares?

Por gente como ésa

no vale la pena preocuparse.

30 Yo, el Dios de Israel, les digo:

“Bórrenlo de su memoria,

es un hombre fracasado.

¡Ninguno de sus hijos

llegará a ser rey de Judá!”»

Jeremías 23

El rey justo y sabio

1-2 El Dios de Israel dijo:

«¡Qué mal les va a ir a esos gobernantes que descuidan a mi pueblo y lo destruyen! Jamás se preocupan por él. Al contrario, se comportan como esos pastores que abandonan a sus ovejas. Les advierto que voy a castigarlos, porque abandonaron a mi pueblo en manos de otras naciones.

3 Sin embargo, aunque permití que así fuera, yo mismo haré que mi pueblo vuelva a su país, y que se convierta en una gran nación.

4 Le daré otros gobernantes que lo protejan, y así no volverá a tener miedo. Juro que así lo haré.

5 »En el futuro

haré que un rey justo ysabio

gobierne a mi pueblo.

Será de la familia de David,

gobernará con verdadera justicia,

6 y le pondrán por nombre

“Dios es nuestro salvador”.

Durante su reinado

mi pueblo vivirá en paz y libertad.

7 »Yo les aseguro que viene el día en que ya no se dirá: “¡Lo juro por Dios, que sacó a Israel de Egipto!”

8 Más bien, se dirá: “¡Lo juro por Dios, que sacó a nuestro pueblo de Babilonia! ¡Lo sacó de todos los países adonde lo había expulsado!” Entonces los israelitas habitarán en su propio país».

Los profetas mentirosos

9 Yo, Jeremías, les advierto a losprofetas:

«Dios me dio un mensaje especial.

Por eso siento un dolor profundo

y me tiembla todo el cuerpo;

¡hasta parezco un borracho

a punto de caerse!

10 »Los habitantes de este país

son gente malvada;

no saben lo que es ser fieles,

¡no saben hacer lo bueno,

sólo cometen injusticias!

Por eso la tierra está bajo maldición:

los pastos se han secado,

y la tierra es un desierto.

11 »Dios mismo lo afirma:

“Los profetas y lossacerdotes

son los primeros en hacer el mal;

¡hasta en el templo

cometen terribles maldades!

12 Por eso los voy a castigar

y caerá sobre ellos la desgracia.

¡Nada ni nadie podrá salvarlos!

13 ”¡En Samaria he visto

las cosas más repugnantes!

Los profetas predican

en nombre del dios Baal

y hacen que mi pueblo me abandone.

14 Pero los profetas de Jerusalén

son peores que ellos;

no sólo me abandonan,

sino que dicen mentiras

y ayudan a los malvados.

No hay uno solo de ellos

que quiera cambiar su conducta.

¡Son peores que la gente

de Sodoma y de Gomorra!”

15 »Por tanto, el Dios todopoderoso declara en contra de los profetas de Jerusalén:

“Ustedes son los responsables

de tanta maldad en este país.

Su sufrimiento será terrible

y su dolor no tendrá fin”.

16 »Y a ustedes, los israelitas, Dios les advierte:

“Esos profetas son unos mentirosos,

¡no les hagan caso!

Yo no les di ningún mensaje,

y los sueños que dicen haber tenido

son puro invento de ellos.

17 Aseguran que yo dije

que a los malvados

siempre les irá bien;

que a los que me desprecian

nada malo les pasará.

18 ¡Pero ninguno de esos profetas

ha estado en mi presencia!

¡Ninguno de ellos ha querido

oír mi voz y obedecerme!

19-20 ”Yo estoy muy enojado con ellos

y no voy a quedarme tranquilo

hasta que los haya castigado.

Mi enojo será como un huracán,

que azotará a esos malvados.

”¡Un día de estos entenderán

por qué hago todo esto!

21 ”Esos profetas salen a predicar,

aunque yo no los he enviado

ni les he dado ningún mensaje.

22 Si hubieran estado en mi presencia,

habrían anunciado mi mensaje;

habrían invitado a mi pueblo

a dejar su mala conducta.

23-24 ”Yo soy el Dios de Israel.

Nadie puede esconderse de mí,

pues yo estoy en todas partes,

lo mismo lejos que cerca.

25 ”Ya he escuchado las mentiras de esos profetas. Según ellos, han soñado que les he dado un mensaje.

26 ¡Eso lo inventaron ellos! ¿Cuándo dejarán de mentir?

27 Lo que quieren es que mi pueblo me olvide, como me olvidaron susantepasadosporadoraral dios Baal.

28 ”Yo, el Dios de Israel, les digo: si un profeta tiene un sueño, que lo cuente; si recibe un mensaje de mi parte, que lo comunique al pie de la letra. ¡Pero que se dejen de cuentos!

29-32 Estoy cansado de sus mentiras. ¡Y todavía se atreven a decir que hablan de mi parte! Estoy en contra de esos profetas que dicen haber recibido mensajes de mi parte, pero yo no les he comunicado nada. Esa clase de mentiras no le hace ningún bien a mi pueblo; al contrario, lo conducen al error.

”Mi palabra es tan poderosa como el fuego, y tan dura como un martillo; ¡hasta puede hacer pedazos una roca! Les aseguro que así es.

Profetas falsos

33 ”Escucha bien, Jeremías: Cuando unprofetaosacerdote, o alguien del pueblo, te pregunte si tienes algún mensaje de mi parte, respóndeles que sí lo tienes. Diles que voy a abandonarlos.

34 Pero si otro profeta o sacerdote, o cualquier otra persona asegura tener un mensaje de mi parte, yo los castigaré, a ellos y a sus familias”».

35-37 Dios les dijo a los falsos profetas:

«Yo soy el Dios de la vida, el Dios todopoderoso. Si alguno de ustedes cambia mi mensaje por una mentira, se burla de mí. Más vale que nadie diga: “Tengo un mensaje de parte de Dios”. Al que se atreva a decirlo, le haré tragar sus propias palabras. Si preguntan entre ustedes, se darán cuenta que yo no le he hablado a nadie.

38 Por eso les prohíbo decir: “Tengo un mensaje de parte de Dios”.

39-40 »Si me desobedecen, abandonaré a Jerusalén, la ciudad que les di a ustedes y a susantepasados. De tal manera los humillaré y los avergonzaré, que nunca podrán olvidarlo. ¡Los lanzaré lejos de aquí!»

Jeremías 24

Las dos canastas de higos

1 Tiempo después, el rey Nabucodonosor tomó preso a Joaquín hijo de Joacín, que había sido rey de Judá, y se lo llevó a Babilonia. Con él se llevó a los jefes de Judá, y también a los artesanos y herreros.

Poco después de eso, Dios me llevó a su templo, y allí me mostró dos canastas de higos.

2 En una de las canastas había higos muy buenos, de los que maduran primero, pero en la otra canasta sólo había higos podridos. Esos higos estaban tan malos que no se podían comer.

3 Dios me preguntó: «Jeremías, ¿qué es lo que ves?» Yo le contesté: «Veo dos clases de higos. Unos están muy buenos, pero los otros están tan malos que no se pueden comer».

4-6 Entonces el Dios de Israel me dijo:

«Los higos buenos representan al pueblo de Judá que fue llevado como esclavo a Babilonia. Aunque yo permití que se lo llevaran, ahora lo cuidaré y lo haré volver a su tierra. Dejaré que se establezca allí y que vuelva a edificar sus casas, y nunca más volveré a destruirlo ni a enviarlo a otro país.

7 Cambiaré su manera de ser y de pensar, para que me reconozca como su Dios y me obedezca en todo. Judá será mi pueblo, y yo seré su Dios.

8 »Los higos malos representan al rey y a los gobernantes de Judá, y a todos los ricos de Jerusalén, la capital de Judá, que no fueron llevados a Babilonia. También representan a los que buscaron protección en Egipto. A todos ellos los castigaré.

9 Tan grande será mi castigo que, al verlo, todos los reinos de la tierra temblarán de miedo. La gente de los países por donde yo los disperse se burlará de ellos, los insultará y los tratará con desprecio.

10 Yo les mandaré guerras, hambre y enfermedades, y así los eliminaré del país que les di a ellos y a susantepasados».

Jeremías 25

Los años de esclavitud

1 Dios le dio alprofetaJeremías un mensaje para todo el pueblo de Judá. Ese mensaje lo recibió cuando Joacín hijo de Josías llevaba cuatro años como rey de Judá, y Nabucodonosor tenía un año de reinar en Babilonia.

2 Y éste es el mensaje que el profeta comunicó a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén:

3 «Desde hace veintitrés años Dios me comunica sus mensajes. El primero que me dio fue cuando Josías hijo de Amón tenía trece años de reinar en Judá. Yo les he anunciado estos mensajes una y otra vez, pero ustedes no han querido hacerme caso.

4 »Dios también les ha enviado a otros profetas que están a su servicio, pero ustedes no les han hecho caso ni se han mostrado dispuestos a obedecer.

5 Ellos les han dicho: “Dejen ya de hacer lo malo; abandonen sus malas acciones. Si lo hacen, siempre podrán habitar en la tierra que Dios les ha dado a ustedes y a susantepasados.

6 No confíen en esos dioses que ustedes mismos se han fabricado. No losadoren, y Dios no se enojará con ustedes ni los castigará”.

7 »Pero ustedes no han prestado atención a estos mensajes de Dios. Al contrario, lo han ofendido con esosídolosque ustedes mismos se fabrican. Lo único que consiguen es causar su propia desgracia.

8 Por lo tanto, el Dios todopoderoso dice:

“Ya que ustedes no quieren obedecerme,

9 voy a enviar contra ustedes al rey de Babilonia y a todos los pueblos del norte. Ese rey está a mi servicio, así que lo enviaré contra ustedes y contra sus vecinos. Voy a destruirlos por completo; voy a convertirlos en un montón de ruinas, que sólo causará terror y burla. Les juro que así será.

10 No dejaré que vuelvan a escucharse los gritos de alegría y de entusiasmo, ni las serenatas de los novios, ni se oirá ruido en las calles, ni se verá luz en las casas.

11 Todo este país quedará convertido en un montón de ruinas, que sólo producirá terror. Y durante muchos años todos quedarán bajo el dominio del rey de Babilonia.

12 ”Pasado ese tiempo, yo castigaré por su maldad al rey de Babilonia y a su nación, ¡y ese país quedará destruido para siempre! Yo les juro que así será.

13 Haré con ese país todo lo que dije contra las otras naciones. Cumpliré las amenazas que anunció mi profeta Jeremías, y que han quedado escritas en este libro.

14 También los babilonios quedarán bajo el dominio de naciones y reyes más poderosos. De ese modo los castigaré por todo el mal que han hecho”».

El castigo a las naciones

15 El Dios de Israel me dijo:

«Jeremías, esta copa que tengo en la mano representa mi enojo. Tómala y haz que beban de ella todas las naciones a las que voy a enviarte.

16 Esas naciones comenzarán a tambalearse, y sus habitantes se volverán locos por causa de la guerra que voy a enviar contra ellos».

17 Yo recibí la copa de las manos de Dios, y se la di a beber a todas las naciones a las que él me envió.

18 También se la di a los habitantes de Jerusalén y de las ciudades de Judá, y a sus gobernantes, para destruirlos. Sus ciudades quedaron convertidas en ruinas. Hasta el momento en que esto se escribe, esas ciudades son motivo de espanto, de burla y de insultos.

19 También les di la copa del castigo al rey de Egipto, a sus jefes y oficiales, a todo su pueblo,

20 y a todos los extranjeros que allí vivían. Además bebieron de ella todos los reyes del país de Uz, los reyes filisteos de Ascalón, Gaza y Ecrón; los sobrevivientes de Asdod,

21 Edom, Moab y los amonitas.

22 Luego bebieron de ella los reyes de Tiro y de Sidón, y los reyes de los pueblos que viven en las costas del mar Mediterráneo;

23-24 los reyes de Dedán, Tema y Buz; todos los pueblos ytribusdel desierto; los reyes de Arabia

25 Zimri, Elam y Media;

26 todos los reyes del norte, tanto los cercanos como los lejanos, y todos los reinos que hay en la tierra. Por último, el rey de Babilonia también bebió de la copa.

27 El Dios todopoderoso también me dijo:

«Jeremías, esta copa representa mi enojo y la guerra que voy a mandar contra ellos. Ordénales que beban de la copa, hasta que vomiten y se caigan, y no vuelvan a levantarse.

28 Pero si se niegan a beber de ella, tú les dirás de mi parte:

“¡Tendrán que beber de ella, aunque no quieran!

29 Ya he comenzado a castigar a Jerusalén, ciudad donde se meadora, y están muy equivocados si creen que a ustedes no los castigaré”.

»Jeremías, voy a castigar a todas esas naciones, y lo haré por medio de la guerra. Yo, el Dios todopoderoso, te juro que así será.

30-31 Anuncia este mensaje contra esas naciones:

“Dios lanza un grito de guerra

desde el cielo, donde él tiene su trono.

Es tanto su enojo contra su pueblo

y contra los habitantes de la tierra,

que su voz retumba a lo lejos,

y se oyen sus botas

aplastando a las naciones.

”Dios está en pleito

contra todas las naciones

y contra todos los habitantes del mundo.

¡Él condenará a los malvados!

32 ”El Dios todopoderoso

les advierte que ninguna nación

escapará de la desgracia;

un poderoso ejército

las atacará por todos lados.

33 ”Ese día, aquellos a los que yo castigue con la muerte quedarán tendidos por toda la tierra, como si fueran basura. No habrá nadie que llore por ellos, ni habrá tampoco quien los recoja y los entierre.

34 ”Jefes y gobernantes del pueblo,

¡lloren y revuélquense en el suelo!

Ha llegado el día de la matanza,

y ustedes seránsacrificados

como si fueran ovejas engordadas.

35-37 ”Jefes y gobernantes del pueblo,

¡no podrán escapar a ninguna parte!

¡Sólo se oirán sus gritos de dolor,

porque Dios está furioso

y ha destruido sus campos!

¡Ya no tienen qué comer!

38 ”Es tanto el enojo de Dios

que ha abandonado a su pueblo.

Dios salió en contra de ellos

como un león furioso,

¡y los hizo morir en la guerra!”»