Jeremías 26

Jeremías recibe amenazas de muerte

1 Cuando Joacín, hijo de Josías comenzó a reinar sobre Judá, Dios le habló a Jeremías en Jerusalén, y le dijo:

2 «Ve al patio de mi templo. Quiero que hables con la gente de toda Judá que viene aadorarme. Comunícales todo lo que te voy a decir.

3 Si te hacen caso y dejan de hacer lo malo, entonces ya no los castigaré como había pensado hacerlo.

4 Y éste es el mensaje que debes darles:

“Ustedes no me obedecieron ni siguieron las enseñanzas que les di

5 por medio de misprofetas. Una y otra vez los he enviado para hablar con ustedes, pero no han querido escucharlos.

6 Por eso, así como destruí el santuario de Siló, también destruiré el templo de Jerusalén, y esta ciudad será objeto de burla y de insulto”».

7-9 Jeremías anunció este mensaje en el templo de Dios, y lo escucharon lossacerdotes, los profetas y todo el pueblo. Pero tan pronto como terminó de anunciarlo, todos los que estaban allí se lanzaron contra él y lo apresaron, y amenazantes le dijeron:

«¡Esto te va a costar la vida! ¿Cómo te atreves a hablar en el nombre de Dios, y decir que este templo será destruido como el santuario de Siló? ¿Cómo te atreves a decir que Jerusalén será destruida, y que se quedará sin habitantes?»

10 Cuando los jefes de Judá supieron lo que había pasado, salieron del palacio del rey y fueron hasta la Puerta Nueva del templo. Al llegar allí, se sentaron,

11 y entonces los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a toda la gente: «¡Este tipo merece la muerte! ¡Ustedes mismos lo han oído decir que esta ciudad va a ser destruida!»

12 Pero Jeremías, dirigiéndose a los jefes y a todo el pueblo, dijo:

«Lo que he dicho contra el templo y contra Jerusalén, Dios mismo me mandó a anunciarlo.

13 Así que más les vale obedecer a nuestro Dios, y mejorar su conducta. Si en verdad lo hacen así, Dios ya no los castigará.

14 Yo estoy en las manos de ustedes, y pueden hacer conmigo lo que les parezca.

15 Pero si me matan, ustedes, jefes y pueblo, serán los culpables de haber matado a un inocente. Lo cierto es que Dios me mandó a darles este mensaje».

16 Los jefes y la gente del pueblo les dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «No hay razón para matar a este hombre; lo único que hizo fue darnos el mensaje que recibió de nuestro Dios».

17 Entonces algunos jefes se levantaron y les dijeron a los que estaban allí reunidos:

18 «Cuando Ezequías era el rey de Judá, el profeta Miqueas de Moréset habló de parte de Dios y le anunció al pueblo de Judá este mensaje:

“La ciudad de Jerusalén será destruida;

quedará hecha un montón de ruinas.

Y en el monte de Sión,

donde se levanta el templo,

sólo crecerán matorrales”.

19 »Y aunque Miqueas dijo esto, no lo mataron. Al contrario, el rey y el pueblo se humillaron ante Dios, y él los perdonó. Pero si nosotros matamos a Jeremías, Dios nos castigará».

20 Además de Jeremías, el profeta Urías hijo de Semaías, que era del pueblo de Quiriat-jearim, habló en contra de Jerusalén y del país.

21 Y como el rey Joacín y sus jefes y asistentes oyeron la denuncia del profeta, el rey intentó matarlo.

Cuando Urías se enteró de los planes del rey Joacín, tuvo miedo y huyó a Egipto.

22 Pero el rey envió a Elnatán hijo de Acbor y a otros hombres, para que buscaran a Urías.

23 Cuando lo encontraron, lo trajeron ante el rey. Entonces el rey mandó que mataran al profeta y que arrojaran su cadáver a una fosa en donde echaban muertos.

24 Sin embargo, Jeremías contó con la protección de un hombre importante llamado Ahicam hijo de Safán. Por eso no fue entregado al pueblo y se libró de que lo mataran.

Jeremías 27

¡Es mejor rendirse!

1 Cuando Sedequías comenzó a reinar en Judá,

2 Dios me dijo:

«Jeremías, quiero que fabriques un yugo de madera y que le pongas unas correas para atarlo a tu cuello.

3 Ve luego ante los mensajeros que han venido a Jerusalén para visitar a Sedequías, y lleva puesto el yugo que representa el poder de Babilonia. Envía con ellos el siguiente mensaje a los reyes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón:

4 “Yo soy el Dios todopoderoso; soy el Dios de Israel.

5 Con mi gran poder hice la tierra, y a los hombres y a los animales que viven en ella. Yo decido quién la gobierna.

6-8 Y como el rey de Babilonia está a mi servicio, ya he decidido darles a él, a su hijo y a su nieto, el dominio de todos esos países. Hasta les he dado las bestias del campo, para que las dominen. Si alguno de esos países no se rinde por las buenas ante el rey de Babilonia, yo lo castigaré con guerras, hambre y enfermedades, hasta que se rinda por completo. Les juro que así lo haré.

”Sin embargo, llegará el día en que también Babilonia será dominada por muchas naciones y por reyes más poderosos.

9-10 ”Por tanto, no crean en las mentiras que les dicen los falsosprofetas, los adivinos, los soñadores, los brujos y los astrólogos. Ellos les aconsejan que no se rindan ante el rey de Babilonia; pero si les hacen caso, serán llevados presos a otros países, y allí morirán.

11 En cambio, a la nación que se rinda por completo al rey de Babilonia y se ponga a su servicio, yo la dejaré en su propio país, para que viva en él y cultive la tierra. Les juro que así será”».

12 Al rey Sedequías le di el mismo mensaje, y además le dije:

«Si ustedes quieren seguir con vida, ríndanse y pónganse al servicio del rey de Babilonia y de su pueblo,

13 tal como Dios lo ha dicho. Si no lo hacen, morirán a causa de la guerra, el hambre o la enfermedad. ¡Sería una locura no obedecer a Dios!

14-15 No confíen en esos profetas que les aconsejan no rendirse. Ellos dicen que hablan de parte de Dios, pero Dios mismo ha dicho que no los ha enviado. Esos mentirosos sólo conseguirán que Dios los expulse de esta tierra, y tanto ellos como ustedes morirán».

16 También hablé con lossacerdotesy con el pueblo, y les dije:

«Dios me manda a decirles que no les hagan caso a esos profetas. Ellos aseguran que, muy pronto, los babilonios van a devolver los utensilios del templo de Dios. ¡Pero son puras mentiras!

17-18 Si esos profetas de veras hablan de parte de Dios, mejor que le pidan que los babilonios no se lleven los utensilios que aún quedan en el templo, en el palacio del rey y en Jerusalén. Repito: ¡no les hagan caso! Mejor ríndanse al rey de Babilonia, y seguirán con vida. ¿Qué necesidad hay de que ustedes y Jerusalén sean destruidos?

19-21 »Cuando el rey de Babilonia se llevó preso al rey Joaquín y a la gente importante del país, no se llevó todo lo que había de valor en el templo y en la ciudad de Jerusalén. Dejó las columnas, el tanque para el agua, las bases y otros artículos de valor. Pero el Dios todopoderoso les advierte

22 que todos estos objetos serán llevados a Babilonia. Allí se quedarán hasta que Dios decida que sean traídos de nuevo a Jerusalén».

Jeremías 28

Hananías, el profeta mentiroso

1 Había en el pueblo de Gabaón unprofetallamado Hananías hijo de Azur. Cuando Sedequías tenía cuatro años de reinar en Judá, Hananías habló conmigo en el templo de Dios, en presencia de lossacerdotesy de todos los que estaban allí, y me dijo:

2-3 —El Dios todopoderoso afirma:

“Voy a quitarle todo su poder al rey de Babilonia, porque sacó de mi templo todos los objetos de valor, y se los llevó a su país. Pero dentro de dos años los traeré de vuelta a Jerusalén.

4 También traeré de vuelta a Joaquín hijo de Joacín, que era rey de Judá, y a todos los habitantes de Judá que fueron llevados como esclavos a Babilonia. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que voy a acabar con el poder del rey de Babilonia”.

5 Yo le contesté, también en presencia de los sacerdotes y de todos los que allí estaban:

6 —¡Qué bien, Hananías! ¡Quiera Dios hacer todo eso que ahora nos anuncias! Sería muy bueno que los babilonios devolvieran los utensilios del templo de Dios, y que volvieran acá todos los que fueron llevados prisioneros a Babilonia.

7 Pero antes escucha esto, y también ustedes, los que están aquí presentes:

8 Los profetas que vivieron antes que nosotros anunciaron que habría guerra, hambre y enfermedades en muchas naciones y en grandes reinos.

9 Pero cuando un profeta habla de paz, sabremos que habla de parte de Dios sólo si se cumplen sus palabras.

10 Entonces el profeta Hananías tomó el yugo que llevaba yo en el cuello, el cual representaba el poder de Babilonia, y lo hizo pedazos.

11 Y dijo delante de todos:

—Esto es lo que Dios ha declarado: “Dentro de dos años haré pedazos el poder del rey de Babilonia, y no volverá a dominar a las naciones”.

Yo me retiré de allí,

12 pero algunos días después Dios me dijo:

13 «Jeremías, ve y dile de mi parte a Hananías lo siguiente:

“Tú has hecho pedazos un yugo de madera, pero ahora voy a cambiarlo por uno de hierro.

14 Yo soy el Dios todopoderoso, y voy a darle al rey de Babilonia un poder extraordinario. Ahora va a dominar a todas estas naciones, y las hará sus esclavas. ¡Hasta las bestias del campo estarán bajo su dominio!”»

15 Entonces yo le dije a Hananías:

—Ahora escúchame tú, señor profeta. Tú estás haciendo que este pueblo crea en una mentira, pues Dios nunca te envió a hablarles.

16 Lo que Dios ha declarado es que va a destruirte por completo. Con tus palabras has hecho que este pueblo se rebele contra Dios. Por eso, antes de que termine el año, morirás.

17 Y así sucedió: en el mes de Etanimde ese mismo año, el profeta Hananías murió.

Jeremías 29

Carta de Jeremías

1 Yo, Jeremías, les envié desde Jerusalén una carta a los jefes del país y a lossacerdotes, a losprofetasy a todos los que el rey de Babilonia se había llevado prisioneros a su país.

2-3 Esa carta la envié con Elasá hijo de Safán y con Guemarías hijo de Hilquías. A estos dos el rey Sedequías los había enviado antes a Babilonia, para hablar con el rey de ese país. Cuando yo envié la carta, ya habían sido llevados prisioneros a Babilonia el rey Joaquín, la reina madre, los funcionarios y jefes de Judá, y también los artesanos y los herreros. La carta decía:

4 «Yo, el Dios de Israel,

a todos los que llevé a Babilonia:

5-6 “Ya que están allí, construyan casas y vivan en ellas. Cultiven sus granjas y coman los frutos que allí se den. Cásense y tengan hijos; no dejen que su población disminuya. Asegúrense de que sus hijos e hijas también se casen y tengan hijos.

7 Además, trabajen para que prospere la ciudad. Rueguen por Babilonia, pues si la ciudad prospera, también ustedes prosperarán.

8-9 ”No se dejen engañar por esos profetas y adivinos que andan entre ustedes, y que usan mi nombre para anunciar sus mentiras. No crean en los sueños que dicen tener. Les aseguro que yo no los he enviado.

10 ”Ustedes van a vivir unos setenta años en Babilonia. Cuando se cumpla ese tiempo, les prometo que los haré volver a Jerusalén.

11 Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.

12 Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé.

13 Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón.

14 Estaré con ustedes y pondré fin a su condición de esclavos. Los reuniré de todas las naciones por donde los haya dispersado, y los haré volver a Jerusalén. Les juro que así lo haré.

15-17 ”Tal vez dirán ustedes que yo les he puesto profetas en Babilonia. Pero debo aclararles algo. Yo, el Dios todopoderoso, voy a mandar guerra, hambre y enfermedades contra el rey que ocupa el trono de David, y contra todos los parientes de ustedes que aún quedan en Jerusalén, es decir, contra todos los que no fueron llevados como esclavos a Babilonia. ¡Serán como higos podridos, que de tan podridos no se pueden comer!

18-20 ”Todos ustedes, los que fueron llevados prisioneros de Jerusalén a Babilonia, ¡obedezcan de una vez por todas mi palabra! Hasta ahora no han querido obedecerme. No han hecho caso de los mensajes que, una y otra vez, les he enviado por medio de mis servidores los profetas. Por eso, yo los perseguiré con guerras, hambre y enfermedades. Al verlos, todas las naciones adonde yo los mande temblarán de miedo. ¡Ustedes serán objeto de burla y de insulto! Les juro que así será.

21-23 ”Yo, el Dios todopoderoso, sé todo lo que han hecho, y les advierto que voy a entregar a Ahab hijo de Colaías, y a Sedequías hijo de Maasías. Los entregaré al rey de Babilonia, porque usaron mi nombre para anunciar cosas que yo jamás les ordené decir. Todo lo que han dicho es mentira. Además, cometieron algo terrible en Israel, pues tuvieron relaciones sexuales con mujeres que no eran sus esposas. Por eso el rey de Babilonia los matará delante de ustedes. Y cuando los que fueron llevados prisioneros a Babilonia quieran maldecir a alguien, dirán: ‘Que Dios te quite la vida como lo hizo con Ahab y Sedequías’. A estos dos el rey de Babilonia los quemó en el fuego. Les juro que así será”».

Mensaje para Semaías

24 Después Dios me ordenó darle este mensaje a Semaías, el soñador:

25 «Yo, el Dios todopoderoso, sé que tú enviaste cartas alsacerdoteSofonías hijo de Maaseías, a todos los otros sacerdotes y a toda la gente que está en Jerusalén. En esas cartas le decías a Sofonías

26 que yo lo había nombrado sacerdote en lugar de Joiadá, para que cuidara mi templo. También le decías que a todo loco que se creyeraprofeta, él debería meterlo en el calabozo y atarlo con cadenas.

27 Además, le reclamabas a Sofonías el no haber apresado a Jeremías. Según tú, Jeremías se hacía pasar por profeta

28 y hasta se había atrevido a enviar una carta a los prisioneros en Babilonia. En esa carta, Jeremías les aconsejaba construir casas y vivir en ellas, plantar árboles frutales y comer de los frutos que dieran, porque pasarían muchos años como esclavos en Babilonia».

29 ¡Esa carta se la leyó el sacerdote Sofonías al profeta Jeremías!

30 Dios también me ordenó

31 darles el siguiente mensaje a todos los que habían sido llevados como esclavos a Babilonia:

«Semaías, el soñador, les ha dado un mensaje en mi nombre, y les ha hecho creer en una mentira. Pero yo no lo he enviado.

32 Y como ha hecho que mi pueblo se rebele contra mí, yo lo voy a castigar. Él y su familia dejarán de ser parte de mi pueblo, y no disfrutarán del bienestar que yo le daré a mi pueblo. Les juro que así será».

Jeremías 30

Restauración de Israel

1 Dios me dijo:

2 «Jeremías, yo soy el Dios de Israel y te ordeno que pongas por escrito todo lo que te he dicho hasta ahora.

3 Viene el día en que haré volver de la esclavitud a Israel y a Judá. Los dos son mi pueblo, y los traeré a la tierra que les di a susantepasados. Te juro que así lo haré».

4-5 En cuanto a Israel y a Judá, Dios me dijo:

«Se oyen gritos de espanto,

de terror y de preocupación.

6 ¿Por qué están pálidos los hombres?

¡Los veo retorcerse de dolor,

como si fueran a tener un hijo!

¡Pregunten, y todos les dirán

que los hombres no dan a luz!

7-8 Viene un día terrible,

como nunca ha habido otro.

Cuando llegue ese día,

mi pueblo sufrirá muchísimo,

pero al final lo salvaré;

romperé las cadenas de su esclavitud,

lo libraré del poder que lo domina,

y nunca más volverá a ser

esclavo de extranjeros.

¡Les juro que así lo haré!

9-10 »Mi amado pueblo de Israel,

no tengas miedo ni te asustes,

porque a ti y a tus hijos

los libraré de la esclavitud

que sufren en Babilonia.

Podrán vivir seguros y tranquilos;

no volverán a tener miedo de nadie.

»Yo soy tu Dios,

y sólo a mí meadorarás.

Servirás al rey,

porque el rey que te daré

reinará como David.

11 »Yo soy tu Dios;

yo estoy contigo para salvarte.

Destruiré a todas las naciones

por las que te he dispersado.

A ti no te voy a destruir,

pero te daré el castigo que mereces.

Te juro que así lo haré».

12 Dios también le dijo a Jerusalén:

«Tu herida es una llaga

que ya no tiene remedio.

13 No hay nadie que te defienda;

no hay medicina que te sirva;

jamás volverás a estar sano.

14-15 Los países en que confiabas

te han olvidado;

¡ya no les importas!

Yo te he causado dolor,

como si fuera tu enemigo.

Pero no tiene caso que te quejes;

¡para tu dolor ya no hay remedio!

Te he castigado y corregido,

porque has cometido muchospecados.

16 »Por esa misma razón,

los que te roben serán robados,

los que te ataquen serán atacados,

y los que te destruyan serán destruidos.

Castigaré a todos tus enemigos

y los mandaré como esclavos

a las naciones más lejanas.

17 Pero a ti te curaré las heridas.

No importa que todos te desprecien

y te llamen “Ciudad abandonada”».

18 Dios también les dijo a los israelitas:

«Haré volver a los prisioneros,

y los trataré con amor y compasión.

Jerusalén será reconstruida,

y el palacio volverá a edificarse.

19 En las calles volverán a oírse

alabanzas y gritos de alegría.

Yo les daré muchos hijos,

y volverán a ser un pueblo numeroso;

volverán a ser un pueblo respetado.

20 »Ustedes, pueblo de Israel,

volverán a ser importantes,

pues yo les devolveré su fuerza.

¡Castigaré a todos sus enemigos!

21 Del mismo pueblo saldrá su rey,

a quien permitiré estar en mi presencia,

aunque no a todos se lo permito.

22 Ustedes serán mi pueblo,

y yo seré su Dios.

Les juro que así será.

23 »Mi enojo es como una tormenta

que azotará a los malvados.

24 Sólo me calmaré

cuando mis planes se hayan cumplido.

Esto ahora no lo entienden,

pero un día lo entenderán».

Jeremías 31

Israel volverá de Babilonia

1 El Dios de Israel declara:

«El día que vuelvan de Babilonia, yo seré el Dios de todos los israelitas, y ellos serán mi pueblo.

2 »Cuando andaban por el desierto,

yo les demostré mi gran amor.

A los que no murieron en la guerra,

los hice descansar.

3-4 Hace mucho, mucho tiempo

me aparecí ante ellos y les dije:

“Pueblo de Israel,

siempre te he amado,

siempre te he sido fiel.

Por eso nunca dejaré

de tratarte con bondad.

Volveré a reconstruirte,

y volverás a danzar alegremente,

a ritmo de panderetas.

5 En las colinas de Samaria

volverás a plantar viñedos,

y disfrutarás de las uvas.

6 Muy pronto los guardias gritarán

por las colinas de Efraín:

‘¡Vengan, vayamos a Jerusalén,

yadoremosa nuestro Dios!’”»

7 El Dios de Israel dice:

«¡Canten alegres, israelitas!

¡Ustedes son los más importantes

entre todas las naciones!

En sus alabanzas canten:

“¡Tú, Dios nuestro, nos salvaste!

¡Salvaste a los pocos israelitas

que aún quedábamos con vida!”

8 »Yo los haré volver de Babilonia;

los haré volver

de todos los rincones del mundo,

y los llevaré a su tierra.

Serán muchos los que vuelvan.

Volverán los ciegos y los cojos,

las que estén embarazadas,

y las que llevan bebés en brazos.

9 Vendrán arrepentidos,

con lágrimas en los ojos,

y yo los llevaré por un camino seguro.

Israel, yo soy tu padre,

y tú eres mi hijo mayor».

10 Dios les dice a las naciones:

«Escuchen mi mensaje.

Digan a las islas lejanas

que yo dispersé a Israel,

pero que volveré a reunirlo.

Ahora voy a cuidarlos,

como cuida el pastor a sus ovejas.

11 Rescataré a los israelitas;

los libraré del poder de ustedes,

pues son más fuertes que ellos.

12 Cuando ellos lleguen a Jerusalén

disfrutarán de misbendiciones.

Yo les daré trigo, vino y aceite,

y también vacas y ovejas,

para que hagan fiesta.

Serán como un jardín bien regado,

y nunca más perderán su fuerza.

13 Yo les daré consuelo;

cambiaré su dolor en danza

y su tristeza en alegría.

Bailarán alegres jóvenes y viejos.

14 Lossacerdotesy mi pueblo

disfrutarán de mis bendiciones,

y tendrán más de lo que necesitan.

Les juro que así lo haré».

15 El Dios de Israel dice:

«Grandes llantos y lamentos

oyó la gente de Ramá.

Es Raquel, que llora

por la muerte de sus hijos,

y no quiere ser consolada».

16-17 Pero Dios le dice:

«Sécate las lágrimas, Raquel;

ya no sigas llorando

ni pierdas la esperanza.

Tus hijos volverán a su patria;

volverán de ese país enemigo,

y tu sufrimiento se verá recompensado.

Te juro que así será.

18 »Ya he escuchado a mi pueblo

llorar amargamente.

Los he oído reclamarme:

“Dios de Israel,

¡tú eres nuestro Dios!

Éramos como un toro salvaje,

pero tú pudiste domarnos

y ahora sabemos obedecer.

¡Acéptanos de nuevo!

19 ”Cuando jóvenes, te abandonamos;

pero ahora estamos arrepentidos.

¡Estamos tan avergonzados

que nosotros mismos nos herimos!”

20 »Pero yo les he dicho:

“Ustedes son mi pueblo preferido;

¡y los quiero más que a nadie!

Es verdad que los reprendo,

pero siempre pienso en ustedes.

¡Los amo de todo corazón!

¡Les tengo un gran cariño!

21 ”Amado pueblo de Israel,

¡regresa ya a tus ciudades!

¡Pon señales en el camino

para que puedas encontrarlo!

22 ¡Deja ya de andar perdido!

¡Deja ya de serme infiel!

Yo soy el Dios de Israel,

y he creado algo nuevo y sorprendente,

tanto que nadie podría imaginárselo”».

El sueño de Jeremías

23 En un sueño, el Dios todopoderoso me dijo:

«Cuando yo haga volver a los israelitas del país donde ahora son esclavos, los que viven en las ciudades de Judá volverán a decir:

“¡Dios tebendiga, Jerusalén!

¡Ciudad elegida por Dios!

¡Dios te bendiga, templo de Dios,

pues en ti habita la justicia!”

24 »Allí vivirán todos los que ahora viven en las ciudades de Judá, junto con los campesinos y los pastores de ovejas.

25 A los que tengan hambre les daré de comer, y a los que tengan sed les daré de beber».

26 Cuando me desperté y abrí los ojos, me di cuenta de que había tenido un sueño muy hermoso.

Responsabilidad personal

27 El Dios de Israel dice:

«Viene el día en que haré que Israel y Judá vuelvan a poblarse de gente y de animales.

28 Así como antes me dediqué a derribarlos, arrancarlos y destruirlos, ahora me dedicaré a plantarlos, reconstruirlos y ayudarlos a crecer.

29 Cuando llegue ese día, nadie volverá a decir: “Los padres la hacen, y los hijos la pagan”,

30 porque cada quien será responsable de sus propios actos. En otras palabras, cada uno de ustedes morirá por su propiopecado».

El nuevo pacto

31 El Dios de Israel dice:

«Viene el día en que haré un nuevopactocon el pueblo de Israel y con el pueblo de Judá.

32-33 En el pasado, tomé de la mano a susantepasadosy los saqué de Egipto, y luego hice un pacto con ellos. Pero no lo cumplieron, a pesar de que yo era su Dios. Por eso, mi nuevo pacto con el pueblo de Israel será éste:

»Haré que mis enseñanzas

las aprendan de memoria,

y que sean la guía de su vida.

Yo seré su Dios,

y ellos serán mi pueblo.

Les juro que así será.

34 »Ya no hará falta que unos sean maestros de otros, y que les enseñen a conocerme, porque todos me conocerán, desde el más joven hasta el más viejo. Yo les perdonaré todas sus maldades, y nunca más me acordaré de suspecados. Les juro que así será».

El gran poder de Dios

35 El Dios todopoderoso dice:

«Yo hago que el sol alumbre de día,

y que la luna y las estrellas

alumbren de noche.

Yo hago que ruja el mar

y que se agiten las olas.

¡Yo soy el Dios de Israel!

36-37 »El día que estas leyes naturales

lleguen a faltar,

ese día el pueblo de Israel

dejará de ser mi nación preferida.

El día que alguien pueda

medir la altura del cielo

o explorar lo profundo de la tierra,

ese día yo rechazaré a mi pueblo

por todo el mal que ha hecho.

¡Pero eso nunca sucederá!

¡Les doy mi palabra!»

Jerusalén será reconstruida

38 El Dios de Israel dice:

«Viene el día en que Jerusalén, mi ciudad, será reconstruida desde la torre de Hananel hasta el portón de la Esquina,

39 y de allí hasta la colina de Gareb y el barrio de Goá.

40 Y serán dedicados a mí el valle donde se arrojan los cadáveres y las cenizas, y también los campos que llegan hasta el arroyo de Cedrón y hasta la entrada de los Caballos, en la esquina del este. ¡Nunca más la ciudad de Jerusalén volverá a ser arrancada ni destruida!»

Jeremías 32

Un plan maravilloso

1-2 Dios me habló otra vez cuando el rey Sedequías me tenía preso en el patio de la guardia de su palacio. Fue en el tiempo en que el ejército babilonio tenía rodeada a la ciudad de Jerusalén. Para entonces Sedequías llevaba diez años de reinar en Judá, y Nabucodonosor llevaba dieciocho años como rey de Babilonia.

3-5 El rey Sedequías ordenó que me encarcelaran porque yo anuncié un mensaje de parte de Dios. Éste fue el mensaje:

«Yo, el Dios de Israel, voy a dejar que el rey de Babilonia conquiste la ciudad de Jerusalén. Ni siquiera Sedequías podrá escapar del poder de los babilonios. Ahora es rey, pero será derrotado por el rey de Babilonia. Será llevado preso, y en ese país se quedará hasta que yo decida otra cosa. Si ustedes quieren pelear contra los babilonios, háganlo; pero saldrán derrotados. Juro que así será».

6 Yo dejé en claro que Dios habló conmigo,

7-8 y que me dijo que mi primo Hanamel vendría a ofrecerme un terreno, para que yo se lo comprara. Hanamel era hijo de mi tío Salum, y su terreno estaba en Anatot, en el territorio de Benjamín. Y así fue. Hanamel vino al patio de la guardia, donde yo estaba preso, y me dijo que yo tenía el derecho y la responsabilidad de comprárselo para que el terreno quedara en familia. Con eso quedaba demostrado que Dios había hablado conmigo.

9 Entonces le compré a mi primo el terreno, y le pagué por él diecisiete monedas de plata.

10 Llamé a unos testigos, y delante de ellos le pagué y firmé la escritura del terreno.

11 Se hicieron dos copias de este documento, y en las dos copias se explicaban las condiciones de compraventa; una de ellas quedó sellada, y la otra quedó abierta.

12 Yo le entregué las dos copias a Baruc, que era hijo de Nerías y nieto de Maaseías. Esto lo hice delante de mi primo Hanamel, de los testigos que habían firmado la escritura, y de toda la gente de Judá que estaba sentada en el patio de la guardia.

13 También delante de ellos le dije a Baruc:

14 «El Dios todopoderoso te ordena recibir esta escritura, tanto la copia sellada como la copia abierta. Guárdalas en una vasija de barro, para que no se echen a perder.

15 Dios nos promete que en este país volveremos a comprar casas, terrenos y viñedos».

16 Después de entregarle a Baruc la escritura, le pedí a Dios en oración:

17 «Dios de Israel, tú, con tu extraordinario poder, has creado el cielo y la tierra. ¡No hay nada que tú no puedas hacer!

18 Demuestras tu gran amor a miles de personas, pero también castigas a los hijos por elpecadode sus padres. ¡Tú eres grande y poderoso! ¡Por eso te llaman Dios del universo!

19 Tus planes son maravillosos, pero aún más maravilloso es todo lo que haces. Tú estás al tanto de todo lo que hacemos, y a cada uno nos das lo que merecen nuestras acciones.

20 »Todos saben de losmilagrosque hiciste en Egipto, y de los que sigues haciendo en todo el mundo.

21 Tú nos sacaste de Egipto con gran poder, por medio de milagros que a todos llenaron de miedo.

22 Tú nos diste este país muy fértil, donde siempre hay abundancia de alimentos, tal como se lo habías prometido a nuestrosantepasados.

23 »Pero cuando nuestros antepasados llegaron para habitar este país, no te obedecieron ni tuvieron en cuenta tus enseñanzas. ¡No cumplieron con lo que tú les mandaste hacer, y por eso los castigaste con esta desgracia!

24 Los ejércitos de Babilonia están listos para atacar a Jerusalén, y nuestra ciudad será conquistada por medio de la guerra, el hambre y las enfermedades.

»Dios de Israel, ¡tú mismo puedes ver cómo se cumple ahora todo lo que habías anunciado!

25 Si la ciudad está a punto de caer en manos de los babilonios, ¡para qué me ordenaste comprar un terreno delante de testigos!»

26 Entonces Dios me explicó:

27 «Jeremías, yo soy el Dios de Israel y de todo el mundo. No hay absolutamente nada que yo no pueda hacer.

28 Tienes razón, voy a permitir que el rey de Babilonia y sus soldados se apoderen de Jerusalén.

29 El ejército babilonio atacará a Jerusalén, y les prenderá fuego a todas esas casas donde se quemabainciensoparaadoraral dios Baal, y donde se presentabanofrendasde vino en honor de los dioses falsos. Todo eso lo hacían para ofenderme.

30 Siempre, desde que comenzaron a existir como nación, el pueblo de Israel y el de Judá han hecho lo que les da la gana.

»A mí me molesta mucho que adoren a esosídolos. ¡Son dioses que ellos mismos han fabricado!

31-32 Por eso voy a destruir a Jerusalén, pues desde que la construyeron, los habitantes de Judá y de Jerusalén no han dejado de ofenderme con su conducta. También los pueblos de Israel y de Judá, y sus reyes, jefes,sacerdotesyprofetas, no han hecho más que ofenderme y hacerme enojar.

33 Por más que yo traté de enseñarles y corregirlos, ellos no me escucharon ni me prestaron atención; en vez de seguirme, se alejaron de mí.

34 Para colmo, ¡en mi propio templo colocaron sus asquerosos ídolos! ¡Eso no lo puedo aceptar!

35 También construyeron altares en el valle de Ben-hinom, para adorar a Baal. Pero lo que más aborrezco es que en esos altares ofrecieron a sus hijos y a sus hijas en honor del dios Moloc. Yo jamás les ordené que hicieran eso, ¡y ni siquiera me pasó por la mente! Así fue como hicieron pecar a los habitantes de Judá.

36 »Por eso yo, el Dios de Israel, te digo que lo que has anunciado es verdad: la ciudad de Jerusalén caerá en manos del rey de Babilonia por causa de la guerra, el hambre y la enfermedad.

37 Yo estoy muy enojado con mi pueblo, y por eso lo he dispersado por muchos países. Pero en el futuro volveré a reunirlos, haré que vuelvan a Jerusalén, y entonces vivirán tranquilos y seguros.

38 Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

39 Haré que tengan buenos pensamientos, y que cambien de conducta. Así me respetarán siempre, y eso será provechoso para ellos y para sus hijos.

40 Haré con ellos unpactoque durará para siempre. Estaré con mi pueblo en todo momento, y lo ayudaré; haré que me respete, y que no vuelva a alejarse de mí.

41 Con todo mi corazón volveré a establecerlo en esta tierra, y mi mayor alegría será que mi pueblo esté bien.

42 »Yo, el Dios de Israel, declaro: Así como le di a mi pueblo este castigo, también le daré todo lo bueno que le he prometido.

43 Ahora mi pueblo dice que esta tierra es un desierto, y que no tiene gente ni animales porque yo la puse en manos de los babilonios. Pero yo les aseguro a todos que volverán a comprar terrenos en este país.

44 Sí, volverán a comprar propiedades y firmarán y sellarán las escrituras delante de testigos. Esas compras las harán en el territorio de Benjamín y en los pueblos cercanos a Jerusalén, en las ciudades de Judá y en las ciudades de la región montañosa, y también en las ciudades de la llanura y en el desierto. Les juro que los haré volver de Babilonia».

Jeremías 33

Promesas de restauración

1 Yo, Jeremías, todavía estaba preso en el patio de la guardia cuando Dios me habló una vez más y me dijo:

2 «Yo soy el Dios de Israel. Yo fui quien creó la tierra y la puso en su lugar.

3 Llámame y te responderé. Te haré conocer cosas maravillosas y misteriosas que nunca has conocido.

4-5 »¡Ya vienen los babilonios! ¡Atacarán a Jerusalén! Cuando la ataquen, destruirán todas las casas y llenarán de cadáveres la ciudad. Los israelitas se defenderán y buscarán protección en los palacios de los reyes de Judá; pero como yo estoy muy enojado con la gente de esta ciudad, los abandonaré y los destruiré, pues han cometidopecadosterribles.

6 »Sin embargo, más adelante les devolveré la paz y la tranquilidad, y los haré disfrutar de una vida segura.

7 Haré que vuelvan del país adonde fueron llevados prisioneros, para que reconstruyan su ciudad y vuelvan a ser tan fuertes como antes.

8 Loslimpiaréde todas las maldades y pecados que cometieron contra mí, y les perdonaré su rebeldía.

9 La ciudad de Jerusalén vivirá en paz y bienestar, y recibirá misbendiciones. Además, me dará fama y alegría. Cuando todas las naciones vean esto, se asombrarán y temblarán de miedo».

10 Dios también me dijo:

«Según dicen ustedes, este lugar está destruido y no hay en él gente ni animales. Es verdad. Las ciudades de Judá están en ruinas, y por las calles de Jerusalén no se ve gente ni animales, pero yo les aseguro que de nuevo se poblará la ciudad,

11 y volverán a oírse las serenatas de los enamorados, y los gritos de gozo y alegría. También se escucharán las alabanzas de los que van hacia mi templo llevandoofrendasde agradecimiento. Irán cantando:

“¡Alabemos al Dios de Israel!

¡Alabemos al Dios todopoderoso!

¡Nuestro Dios es bueno

y nunca deja de amarnos!”

»¡Yo les juro que los haré volver del país adonde fueron llevados prisioneros, y todo volverá a ser como al principio!»

12-13 Además, el Dios todopoderoso me dijo:

«Este lugar está ahora destruido, y no hay en él gente ni animales. Pero yo les aseguro que el pasto volverá a crecer en los pueblos, y abundarán las ovejas. Los pastores las alimentarán en la región montañosa, en todos los pueblos de Judá y de la llanura, en el desierto del sur, en el territorio de Benjamín y en los pueblos cercanos a Jerusalén.

14 »Viene el día en que cumpliré la promesa maravillosa que le hice a la gente de Israel y de Judá.

15 Cuando llegue ese día, en el momento preciso nombraré a un rey de la familia de David, que reinará con honradez y justicia.

16 Entonces el reino de Judá estará a salvo, y en Jerusalén habrá seguridad. Por eso la llamarán “Dios es nuestra justicia”.

17 »En Israel siempre habrá un rey de la familia de David.

18 De igual manera, siempre tendré a mi serviciosacerdotesque desciendan de Leví. Ellos presentarán en mi altar las ofrendas de cereal que se queman en mi honor, y también las que se me ofrecen todos los días».

Dios es fiel

19 Dios volvió a hablarme, y me dijo:

20-26 «Jeremías, fíjate en el sol y la luna, que siempre salen a su debido tiempo. Eso no cambia nunca, como tampoco cambiará elpactoque hice con mi servidor David, con lossacerdotes, y con losdescendientesde Abraham, de Isaac y de Jacob. Nunca faltará en Israel un rey de la familia de David, ni faltarán sacerdotes de la familia de Leví. Serán tan numerosos como las estrellas del cielo, y como los granos de arena del mar; nadie podrá contarlos.

»Jeremías, hay gente que odia a mi pueblo, y lo desprecia como nación. Dicen que primero elegí a Israel y a Judá, y que hasta hice un pacto con ellos, pero que ahora los he rechazado. Pero yo siempre cumplo mis pactos, así que los haré volver del país adonde fueron llevados prisioneros».

Jeremías 34

Advertencia al rey Sedequías

1 El rey de Babilonia estaba atacando a Jerusalén y a sus ciudades vecinas, con el apoyo de todo su ejército y de los reinos y naciones bajo su dominio. Mientras esto sucedía, Dios me habló y me dijo:

2 «Jeremías, ve y dile de mi parte al rey Sedequías:

“Yo soy el Dios de Israel, y quiero decirte algo. Voy a permitir que el rey de Babilonia conquiste Jerusalén y le prenda fuego.

3 Tú no podrás escapar de su poder, sino que serás capturado y entregado en sus manos. Te llevarán ante su presencia, y después de eso serás llevado prisionero a Babilonia.

4 Pero te prometo que no morirás en la batalla,

5 sino que morirás en paz. Cuando mueras, la gente se pondrá muy triste y quemaráinciensoen tu honor, como lo hicieron con tusantepasados”».

6 Yo fui a Jerusalén y le dije todo esto al rey Sedequías.

7 Mientras tanto, el ejército del rey de Babilonia estaba atacando las ciudades de Jerusalén, Laquis y Azeca. Estas ciudades eran las únicas protegidas por grandes murallas, y por eso aún no habían sido conquistadas.

Los esclavos son liberados

8 Dios volvió a hablarme después de que el rey Sedequías y toda la gente de Jerusalén decidieron liberar a los esclavos.

9 Según esa decisión, ningún israelita debía esclavizar a sus compatriotas, sino que debían ponerlos en libertad.

10 Los jefes y toda la gente estuvieron de acuerdo en hacerlo así,

11 pero después se arrepintieron y volvieron a hacerlos sus esclavos.

12 Por eso Dios me dijo:

13 «Jeremías, yo soy el Dios de Israel. Losantepasadosde ustedes vivieron como esclavos en Egipto. Cuando yo los saqué de ese país hice unpactocon ellos. Parte de ese pacto establecía

14 que cada siete años dejarían libre a todo esclavo israelita que hubieran comprado. Esto significa que todo esclavo debía ser liberado después de siete años de servicio. Sin embargo, sus antepasados no me hicieron caso ni respetaron mi pacto.

15 »En cuanto a ustedes, al principio se arrepintieron de suspecados, volvieron a obedecerme y pusieron en libertad a sus esclavos. Además, hicieron un pacto conmigo en mi templo.

16 Pero después cambiaron de parecer y me ofendieron; volvieron a esclavizar a los mismos que ustedes ya habían puesto en libertad.

17-18 »Ustedes me desobedecieron. No cumplieron con su parte del pacto, pues no dejaron en libertad a los esclavos. Por eso yo declaro que voy a enviar contra ustedes guerra, enfermedad y hambre. ¡Haré que se conviertan en motivo de espanto para todas las naciones de la tierra! Recuerden que cuando hicieron el pacto conmigo, cumplieron con la ceremonia de cortar el toro en dos, y dijeron: “Así nos haga Dios si no cumplimos el pacto”. Pues ahora, como no lo cumplieron, los haré pedazos.

19 Esto va para todos los jefes de Judá y de Jerusalén, los oficiales de la corte, lossacerdotes, y para todos los que hicieron el juramento.

20 A todos los entregaré en manos de sus enemigos, para que los maten. ¡Sus cadáveres servirán de alimento a los buitres y a las fieras salvajes!

21 »Los enemigos del rey Sedequías y de sus jefes quieren matarlos. Y aunque por ahora el rey de Babilonia ha dejado de atacar a Jerusalén, más tarde yo los pondré en sus manos, para que los maten.

22 Yo haré que los babilonios vuelvan a atacar a Jerusalén; ¡dejaré que se apoderen de ella, y que la quemen! La destrucción de las ciudades de Judá será total, ¡nadie podrá volver a vivir en ellas!»

Jeremías 35

Los descendientes de Recab

1 Cuando Joacín hijo de Josías era el rey de Judá, Dios me habló de nuevo y me dijo:

2 «Jeremías, quiero que vayas a hablar con losdescendientesde Recab. Invítalos a venir a una de las salas de mi templo. Una vez que estén allí, ofréceles una copa de vino».

3 Yo fui en busca de Jaazanías, hijo de mi tocayo Jeremías y nieto de Habasinías. También fui en busca de todas las familias descendientes de Recab,

4 y las llevé al templo. Nos reunimos en la sala de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, que era un hombre de Dios. Esta sala se encontraba junto a la de los jefes, y estaba encima de la de Maaseías hijo de Salum, que era el que vigilaba la entrada del templo.

5 Allí les ofrecí vino a todos ellos,

6-10 pero me respondieron que ni ellos ni sus hijos acostumbraban beber vino, porque suantepasadoJonadab hijo de Recab se lo había prohibido. También me dijeron que tenían prohibido sembrar semillas, plantar viñedos, tener propiedades y construir casas. Jonadab les había dicho que, si querían vivir mucho tiempo en la tierra donde vivían como peregrinos, tenían que habitar siempre en carpas.

Los recabitas habían seguido al pie de la letra todas las instrucciones de su antepasado Jonadab.

11 Pero cuando el rey de Babilonia invadió Israel, ellos decidieron refugiarse en Jerusalén, para escapar del ejército de Babilonia y de Siria.

12-13 Entonces el Dios de Israel me dijo:

«Jeremías, ve y dile a toda la gente de Judá y de Jerusalén que se fijen en el ejemplo de los recabitas. Eso es lo que yo quiero: que obedezcan sin falta mismandamientos.

14 Jonadab les ordenó que no bebieran vino, y hasta el día de hoy siguen obedeciendo esa orden. Ustedes, en cambio, no me hacen caso, aun cuando una y otra vez les he pedido que me obedezcan.

15 Siempre les he mandado a misprofetas, para decirles que dejen de hacer lo malo y noadorena otros dioses. Les he pedido que me obedezcan, para que puedan vivir en la tierra que les prometí a ustedes y a sus antepasados. Sin embargo, ustedes insisten en desobedecerme.

16 Los descendientes de Jonadab siempre han obedecido la orden de su antepasado; en cambio, ustedes nunca han sido obedientes.

17 »Por eso ahora les anuncio todos los castigos que enviaré sobre Judá y sobre todos los que viven en Jerusalén. Los voy a castigar porque no han prestado atención a mis palabras ni han obedecido mis mandamientos. Yo, el Dios todopoderoso, les juro que así será».

18 Yo fui y hablé con los recabitas. Les dije:

«El Dios todopoderoso me manda a decirles lo siguiente:

“Ustedes siempre han obedecido las órdenes de su antepasado Jonadab. Han seguido al pie de la letra todas sus instrucciones.

19 Por eso, yo les prometo que uno de sus descendientes siempre estará a mi servicio”».