Job 17

1-2 »Todos los que me rodean

se burlan de mí;

tengo que soportar sus ataques.

La vida se me escapa;

ya la muerte me está esperando.

3 »¡Dios mío, ven a defenderme,

pues no hay quien lo haga por mí!

4 Confunde a mis enemigos,

y no los dejes que triunfen.

5 Si por ganarse unas monedas

pueden acusar a un amigo,

¡merecen ver morir a sus hijos!

6 »Dios mío,

tú me pones en vergüenza,

y todo el mundo se burla de mí;

algunos hasta me escupen la cara.

7 Los ojos se me cierran de dolor;

de mí sólo quedan huesos.

8 Cuando me ve la gente buena,

apenas puede creerlo

y se enoja contra los malvados.

9 ¡Cuando uno es honrado

y no ha hecho nada malo,

al final se mantendrá firme

y cada vez se hará más fuerte!

10 »Pueden seguir atacándome,

que yo sé que entre ustedes

no se encuentra un solosabio.

11 La muerte anda cerca de mí,

y mis deseos no se cumplen,

12 ¡pero esta gente insiste

en darme falsas esperanzas!

¡Dicen que ya está amaneciendo

cuando todavía es de noche!

13 Si lo único que espero

es tener por casa una tumba,

¡puedo acostarme ya

a dormir entre las sombras!

14 No tendré más familia

que la tumba y los gusanos.

15 No tengo nada que esperar;

no tengo ya ningún futuro.

16 La esperanza morirá conmigo;

¡juntos seremos enterrados!»

Job 18

Segunda participación de Bildad

1 Bildad respondió:

2 «¡Hablemos menos y pensemos más;

entonces podremos conversar!

3 Job cree que somos tontos;

nos trata como si fuéramos animales.

4 Tan enojado está

que él mismo se despedaza;

¡pero eso no cambia nada!

5-6 »La vida de los malvados

es como lámpara que se apaga;

es como la luz de una casa,

que de pronto deja de alumbrar.

7-10 Sus pasos van perdiendo fuerza;

caen en sus propias trampas,

y allí se quedan atrapados.

11-12 El miedo y el desastre

los siguen por todas partes;

¡no los dejan ni un momento!

13 La enfermedad y la muerte

les devoran todo el cuerpo.

14 La muerte los arranca

de la tranquilidad del hogar;

15 en su casa hay olor a azufre

porque el fuego la consume.

16 Los malvados son como un árbol,

al que se le secan las raíces

y se le marchitan las ramas.

17-18 Nadie se acuerda de ellos;

son lanzados a la oscuridad

y su fama queda en el olvido.

19 En el pueblo donde vivían,

no les queda ningún pariente.

20 De un extremo al otro de la tierra,

la gente se asombra y se asusta

al saber cómo acabaron.

21 Así terminan los malvados,

los que no reconocen a Dios».

Job 19

Quinta respuesta de Job

1 Job respondió:

2 «Tanta palabrería de ustedes

me atormenta y me lastima;

¿Cuándo van a dejarme en paz?

3 Una y otra vez

me insultan sin compasión.

¡Debería darles vergüenza!

4 Aun cuando yo hayapecado,

eso no les afecta.

5 Lo que ustedes realmente quieren

es sentirse mejores que yo;

se aprovechan de verme humillado

para lanzarme sus ataques.

6 Pero voy a decirles algo:

es Dios quien me hizo daño,

¡es Dios quien me tendió una trampa!

7 »A gritos pido ayuda,

pero nadie me responde,

ni conoce la justicia.

8 Dios no me deja pasar,

me tiene cerrado el camino.

9 Me quitó mis riquezas;

10 me dejó como a un árbol

destrozado y sin raíces.

11 »Tan grande es su enojo contra mí

que me considera su enemigo;

12 me ataca como un ejército,

¡me tiene completamente rodeado!

13 »Dios ha hecho que me abandonen

mis amigos y mis hermanos;

14 también ha hecho que me olviden

mis parientes y conocidos.

15 Los que antes comían en mi mesa,

hoy me ven como a un extraño;

¡aun las jóvenes que me servían

ahora dicen que no me conocen!

16 Pido que mis esclavos me sirvan,

y ni con ruegos me atienden.

17 Tengo tan mal aliento

que nadie en la casa me aguanta.

18-19 Todos mis amigos y seres queridos

se han puesto en mi contra;

¡hasta los niños se burlan de mí!

20 La piel se me pega a los huesos;

¡estoy a un paso de la muerte!

21-22 »Amigos míos,

¡tengan lástima de mí!

Dios se ha vuelto mi enemigo,

no hagan ustedes lo mismo.

23-24 »¡Cómo quisiera que mis palabras

quedaran grabadas para siempre

en una placa de hierro!

25 Yo sé que mi Dios vive,

sé que triunfará sobre la muerte,

y me declarará inocente.

26 Cuando mi cuerpo haya sido destruido,

veré a Dios con mis propios ojos.

27 Estoy seguro de que lo veré,

¡con ansias espero el momento!

28 »Ustedes sólo piensan en perseguirme,

pues creen que soy culpable;

29 pero tengan mucho cuidado.

Dios es el juez de todos nosotros;

cuando él los juzgue,

los castigará con la muerte».

Job 20

Segunda participación de Zofar

1 Entonces Zofar le respondió a Job:

2-3 «Lo que acabo de escuchar

me deja muy confundido.

Es un insulto a mi inteligencia,

y me veo obligado a responderte.

4-5 »Desde que Dios creó al hombre

y lo puso en este mundo,

la alegría de los malvados

no dura mucho tiempo.

Eso lo sabes muy bien.

6 Son tan orgullosos que piensan

que pueden tocar el alto cielo,

7-9 pero no son más que basura,

y como basura desaparecerán;

serán como un sueño que se olvida:

un día se irán para siempre,

y nadie volverá a encontrarlos;

¡sus amigos no volverán a verlos,

ni sabrán qué pasó con ellos!

10-11 La fuerza de su juventud

se irá con ellos al sepulcro,

y sus hijos tendrán que repartir

entre la gente pobre

todas las riquezas que acumularon.

12-13 »Ellos creen que la maldad

es dulce como un caramelo,

y la siguen saboreando,

pues no quieren renunciar a ella.

14-15 Pero la maldad que hoy los alimenta,

mañana será su veneno.

¡Dios los obligará a devolver

todas las riquezas que se robaron!

16 Su maldad es como veneno de víboras,

que acabará por matarlos.

17-19 Se adueñan de casas

que nunca construyeron,

y dejan sin nada a los pobres.

Pero no llegarán a disfrutar

de tanta riqueza y prosperidad,

ni podrán saborear plenamente

lo que sus negocios produzcan.

20-21 »Fueron tan ambiciosos

que nunca estuvieron contentos;

a pesar de tener tanto,

siempre quisieron tener más;

por eso su bienestar

no durará mucho tiempo.

22 Aunque tengan abundancia,

siempre vivirán angustiados;

¡sobre ellos caerá

todo el peso de la desgracia!

23 Mientras estén comiendo y bebiendo,

Dios dará rienda suelta a su enojo

y descargará sus golpes sobre ellos.

24 Si tratan de librarse de una espada,

con un cuchillo los matarán;

25 y cuando quieran sacarse el cuchillo,

se les saldrán los intestinos

y eso los llenará de miedo.

26 Les espera la más negra oscuridad;

un fuego que ningún hombre prendió

acabará con ellos y con sus casas.

27-28 Cuando Dios castigue a los malvados,

no encontrarán quien los defienda.

Una gran inundación vendrá

y sus casas serán destruidas.

29 ¡Así ha decidido Dios

que terminen los malvados!»

Job 21

Sexta respuesta de Job

1 Job le respondió a Zofar:

2 «Para mí sería un gran consuelo

que me prestaran atención.

3 Tengan paciencia mientras hablo,

y una vez que haya terminado,

podrán reírse si quieren.

4 »Si he perdido la paciencia

es porque mi reclamo

es contra Dios.

5 Pónganme atención,

y quedarán asombrados.

6-7 ¡No entiendo por qué los malvados

viven tanto y ganan tanto dinero!

Mientras más pienso en esto,

más me asusto y me da escalofríos.

8-9 Como Dios nunca los castiga,

no tienen miedo de nada;

viven tranquilos en sus casas,

viendo progresar a sus hijos

y crecer a sus nietos.

10 Sus toros y sus vacas

tienen muchos terneros;

¡ninguno muere antes de tiempo!

11 Sus niños corren y juegan

como ovejas en un prado;

12 cantan y bailan alegres

al son de arpas, flautas y tambores.

13 Durante toda su vida,

los malvados gozan de gran bienestar,

y al final tienen una muerte tranquila.

14 Se mantienen alejados de Dios,

porque no quieren obedecerlo.

15 No creen estar obligados

a respetar al Dios todopoderoso,

ni a dirigirle sus oraciones.

16 Se creen dueños de su felicidad,

pero yo no pienso como ellos.

17 »Nunca se ha visto que los malvados

mueran antes de tiempo.

Nunca se ha visto que sobre ellos

haya venido algún desastre.

Nunca Dios se ha enojado tanto,

como para hacerlos sufrir.

18 Nunca se ha visto que el viento

se los lleve como a la paja.

19 ¡No me vengan con que el castigo

va a ser sólo para sus hijos!

Mejor que Dios los castigue a ellos,

para que aprendan una lección.

20 ¡Que sufran los malvados

su propia destrucción!

¡Que sufran en carne propia

el enojo del Todopoderoso!

21 Les queda ya poco tiempo de vida;

¿qué les pueden importar

las viudas y huérfanos que dejan?

22 »A Dios nadie le enseña nada;

él es el juez de todos,

¡aun de la gente más importante!

23-24 Algunos mueren en plena juventud,

gordos y llenos de vida.

25 Otros mueren amargados

y sin haber disfrutado de nada,

26 ¡pero unos y otros mueren,

y en la tumba se llenan de gusanos!

27 »Me imagino lo que piensan:

ustedes quieren hacerme daño.

28 De seguro se preguntan:

“¿Dónde quedaron los palacios

que tenía ese rico malvado?”

29 ¡Pregunten a los viajeros!

¡Presten atención a sus relatos!

30 Los malvados siempre se libran

del castigo de Dios.

31 Nunca nadie los reprende,

nunca nadie les da su merecido;

32-33 y cuando se mueren,

mucha gente va al entierro.

Luego hacen guardia en su tumba,

¡y la tierra los recibe con cariño!

34 »¿Y todavía esperan consolarme

con sus palabras sin sentido?

¡Es falso todo lo que han dicho!»

Job 22

Tercera participación de Elifaz

1 Entonces respondió Elifaz:

2 «Tú podrás ser muysabio,

pero eso a Dios no le sirve de nada.

3 Nada gana el Dios todopoderoso

con que seas un hombre bueno.

4 Si realmente obedecieras a Dios,

él no te reclamaría nada.

5 ¡Pero tu maldad es demasiada,

y tuspecadosni se pueden contar!

6 Y hasta por deudas pequeñas

exigiste ropa en garantía,

¡y dejaste desnudo al pobre!

7 No dabas agua al que tenía sed,

ni comida al que tenía hambre.

8 Fuiste un hombre poderoso

que se adueñó de la tierra;

9 a las viudas no les diste nada,

y a los huérfanos les quitaste todo.

10 Por eso ahora te ves atrapado,

y de pronto te asustas,

11 como si anduvieras en la oscuridad,

o la corriente de un río te arrastrara.

12 »Dios está en los cielos,

entre las altas y lejanas estrellas.

13-14 Vive entre espesas nubes,

pero eso no le impide

ver y saber lo que haces.

Si crees que no puede vernos,

recuerda que él recorre el cielo

de un extremo al otro.

15 »Si quieres seguir

el ejemplo de los malvados,

16 recuerda que ellos murieron

en plena juventud,

cuando un río destruyó sus casas.

17-18 Aunque el Dios todopoderoso

les dio todo lo mejor,

ellos le exigieron

que los dejara tranquilos.

No creyeron que él los castigaría.

¡Pero yo no pienso como ellos!

19 »La gente buena e inocente

se burla de los malvados,

y al verlos en desgracia dicen:

20 “¡El fuego ha destruido

las riquezas de nuestros enemigos!”

21 »Job, ponte en paz con Dios;

y él te hará prosperar de nuevo.

22-23 Vuelve la mirada al Todopoderoso;

apréndete de memoria sus enseñanzas,

y él te devolverá la felicidad.

24-25 Arroja entre las piedras de los ríos

todo el oro y la plata que tienes,

y tu riqueza será Dios mismo.

26 Él te hará muy feliz,

y ya no sentirás vergüenza.

27 Si tú le cumples tus promesas,

él escuchará tus oraciones;

28 entonces te irá bien

en todo lo que hagas,

y tu vida estará siempre iluminada.

29 Dios humilla a los orgullosos,

y levanta a los humildes.

30 Dios salva al que es inocente;

si tú lo eres, también te salvará».

Job 23

Séptima respuesta de Job

1 Job le respondió a Elifaz:

2 «A pesar de todo lo dicho,

y de lo amargo de mis quejas,

Dios me sigue castigando.

3 Si yo supiera dónde vive,

iría corriendo a buscarlo;

4 le presentaría mi defensa

en forma detallada.

5 Entonces él me explicaría

por qué me ha tratado así.

6 Trataría de entenderme,

y sin violencia me respondería.

7 En la presencia de Dios,

el inocente puede defenderse.

Yo creo que Dios es mi juez,

y me declarará inocente.

8-9 »Busco a Dios por todas partes,

y no puedo encontrarlo;

ni en el este, ni en el oeste,

ni en el norte, ni en el sur.

10 Pero si lo encuentro,

y él me pone a prueba,

yo saldré tanpurocomo el oro.

11-12 Jamás lo he desobedecido;

siempre he seguido sus enseñanzas.

13 »Dios hace lo que quiere,

pues es el único Dios.

Nadie lo hace cambiar de planes.

14 Así que él hará conmigo

todo lo que quiera hacer.

15 Cuando pienso en todo esto,

me asusta el presentarme ante él.

16 ¡El Dios todopoderoso

me hace temblar de miedo!

17 Pero nada hará que me calle;

¡ni aun mi gran sufrimiento!

Job 24

1 »Nosotros, los amigos de Dios,

esperamos impacientes

que castigue a los malvados.

2-3 Ellos les van robando

terreno a sus vecinos,

y allí crían el ganado que les roban

a los huérfanos y a las viudas.

4-5 Asaltan a la gente pobre,

y la obligan a esconderse.

Esos pobres huyen al desierto,

y luego van por los campos,

como burros salvajes,

buscando comida para sus hijos.

6 Van a los campos de esos malvados

y juntan uvas y espigas de trigo;

7 luego pasan la noche desnudos

porque no tienen con qué cubrirse,

8 y en las grietas de las rocas

se protegen de la lluvia.

9 A las viudas y a los pobres

les arrebatan sus hijos

para que paguen sus deudas,

10 y esos niños recorren los campos

cosechando trigo ajeno,

mientras se mueren de hambre.

11 Muelen aceitunas para sacar aceite

y exprimen uvas para hacer vino,

mientras se mueren de sed.

12 Maltratados y a punto de morir,

gritan desde las ciudades

pidiendo la ayuda de Dios,

¡pero él no les hace caso!

13-14 »Los malvados y asesinos

no andan a plena luz del día

ni obedecen a Dios;

apenas se pone el sol

salen y matan a los pobres;

ya entrada la noche,

buscan a quién robar.

15 Los que traicionan a sus esposas

esperan a que llegue la noche,

pues creen que en la oscuridad

nadie los verá con la otra mujer.

16-17 Los ladrones roban de noche;

no salen durante el día.

Aborrecen la luz,

pero aman la oscuridad».

Zofar interrumpe a Job

18 «Los malvados son tan corruptos

que nadie trabaja en sus viñedos;

sus terrenos están malditos.

19-20 Cuando les llega la muerte,

la tierra se los traga

y los gusanos se los comen.

Desaparecen como la nieve

que derrite el calor del verano;

son como árboles caídos,

a los que nadie toma en cuenta;

¡ni sus madres los recuerdan!

21 »Los malvados no tratan bien

ni a las viudas

ni a las mujeres sin hijos.

22 Pero cuando Dios se decida,

con su poder los aplastará;

pues cuando Dios entra en acción,

nadie tiene segura la vida.

23 Ahora los deja sentirse seguros,

pero no deja de vigilarlos.

24 Ahora son gente de importancia,

pero un día Dios los humillará,

y dejarán de existir.

Los cortará como al trigo,

los quemará como a la hierba.

25 »Nadie puede demostrar

que sea falso lo que he dicho».

Job 25

Tercera participación de Bildad

1 Bildad respondió:

2 «Es tan grande el poder de Dios

que nos hace temblar de miedo.

Dios es quien pone orden en el cielo.

3 ¿Puede alguien contar sus ejércitos?

¿Hay alguien a quien el sol no alumbre?

4 ¡Ante Dios no hay nadie

que pueda declararse inocente!

5 Si a los ojos de Dios nada vale

el brillo de la luna

ni tampoco el de las estrellas

6 ¡mucho menos valemos nosotros,

que somos simples gusanos!»

Job 26

Job interrumpe a Bildad

1 En tono burlón, Job contestó:

2-4 «¿Es así como ayudas al necesitado,

al que ya no tiene fuerzas?

¡Vaya, vaya!

¡Qué discurso tan hermoso

has pronunciado!

¡Qué buen amigo resultaste!

¡Qué consejos tan buenos sabes dar

a los ignorantes como yo!

¡Qué inteligencia has demostrado!»

Bildad continúa su discurso

5 «En lo más profundo de la tierra,

los muertos tiemblan de miedo.

6 De Dios nadie puede esconderse,

ni siquiera la muerte destructora.

7-9 Dios extendió cielo y tierra

donde antes no había nada,

y en el cielo puso su trono.

»Dios guarda agua en las nubes,

y no deja que llueva.

10 Traza una línea en el horizonte,

y así divide el día y la noche.

11 Reprende a las montañas

que sostienen el cielo,

y las hace temblar de miedo.

12 Usa su poder ysabiduría

y con ellos vence al mar;

13 da muerte con su propia mano

al gran monstruo marino.

Con un soplo de su boca

deja el cielo despejado.

14 »Esto es apenas un murmullo

que alcanzamos a escuchar;

es tan sólo una muestra

del gran poder de Dios,

que jamás podremos comprender».