Job 27

Octava respuesta de Job

1 Job volvió a tomar la palabra y dijo:

2 «Dios me tiene amargado

y no quiere hacerme justicia,

pero juro en su nombre

3 que mientras yo tenga vida

4 jamás diré otra cosa

que no sea la verdad.

5-6 Mientras tenga yo vida,

insistiré en mi inocencia

y jamás les daré la razón.

¡No tengo de qué avergonzarme!

7 »¡Dios quiera que mis enemigos

tengan la muerte que merecen

los injustos y malvados!

8 No hay esperanza para el malvado

si Dios le quita la vida.

9 Cuando los domina la angustia,

Dios no escucha sus ruegos,

10 pues el malvado no ama a Dios

y jamás le pide ayuda.

11 »Voy a mostrarles el poder de Dios

y no ocultaré sus planes,

12 pero si ya los conocen,

¿por qué dicen tantas tonterías?»

Tercera participación de Zofar

13 Zofar respondió:

«Dios espera el momento

de castigar a los malvados;

y éste será su castigo:

14 Aunque tengan muchos hijos,

unos morirán de hambre

y otros, en la guerra.

15 Si algunos quedan con vida,

morirán de alguna enfermedad

y sus viudas no llorarán por ellos.

16 Aunque lleguen a amontonar

mucha plata y vestidos,

17 la gente buena e inocente

disfrutará de todo eso.

18 »¡Resiste más una telaraña,

o una choza de paja,

que las casas de los malvados!

19 Por la noche, se acuestan ricos;

por la mañana, amanecen pobres;

20 ¡una lluvia de cosas terribles

cae sobre ellos por la noche!

21-22 Del oriente sopla un fuerte viento,

y sin compasión los arrebata;

quisieran librarse de su poder,

pero el viento se los lleva

y desaparecen para siempre.

23 Así terminan los malvados,

entre burlas y silbidos».

Job 28

El canto de la sabiduría

1 «El oro y la plata

se sacan de las minas

y se limpian con fuego.

2 El hierro y el cobre

se sacan de la tierra

y se les quita la impureza.

3 Ya no hay para los mineros

lugar demasiado oscuro;

en los más lejanos rincones

buscan piedras preciosas;

4 con la ayuda de cuerdas,

bajan a profundos barrancos;

cavan largos túneles

donde nadie ha puesto el pie.

5 »En esas profundas minas,

donde el calor es insoportable,

se gana la vida el minero.

6 De las rocas saca zafiros,

y de entre el polvo saca oro.

7-8 Ningún león, ninguna fiera,

ha llegado a esos lugares;

¡ni siquiera la mirada del halcón

ha podido descubrirlos!

9 Los mineros golpean la dura roca

y dejan al descubierto

el corazón de las montañas;

10 abren túneles en las rocas,

y contemplan grandes tesoros;

11 llegan a donde nacen los ríos,

y entonces sacan a la luz

lo que había permanecido oculto.

12 »¿Dónde está lasabiduría?

¿Dónde puede encontrarse?

13 Nadie aprecia su valor

porque no pertenece a este mundo.

14 Tampoco se encuentra

en las profundidades del mar.

15-16 Su precio no puede pagarse

con todo el oro del mundo,

ni con plata, ni piedras preciosas.

17 Ni el oro ni el cristal,

ni las joyas más caras

se le pueden comparar,

18-19 ¡mucho menos el coral,

el jaspe y el topacio!

La sabiduría vale más que las joyas;

¡ni todo el oro del mundo

puede pagar su precio!

20 »Vuelvo, pues, a preguntar:

¿dónde está la sabiduría?

21 Ella se esconde del mundo,

y hasta de las aves del cielo.

22 Aunque la muerte destructora

dice conocerla,

23 sólo Dios sabe dónde vive,

y cómo llegar hasta ella.

24 Dios ve los rincones más lejanos

y todo lo que hay debajo del cielo,

25-27 y mientras daba su fuerza al viento

y medía el agua de los mares

fijó su mirada en la sabiduría;

mientras establecía la época de lluvias

y la dirección de las tormentas,

decidió ponerla a prueba;

una vez que confirmó su gran valor,

le dio su aprobación.

28 Luego dijo a todo el mundo:

“Si ustedes me obedecen

y se apartan del mal,

habrán hallado la sabiduría”».

Job 29

Fin de la discusión

1 Una vez más, Job respondió:

2 «¡Extraño aquellos tiempos,

cuando Dios mismo me cuidaba!

3 ¡No me daba miedo la oscuridad

porque Dios alumbraba mi camino!

4 ¡Estaba yo joven y fuerte,

y Dios mebendecíacon su amistad!

5 »En aquellos días,

mis hijos me rodeaban

y Dios me daba su apoyo;

6 no faltaba en mi mesa la leche,

ni en mi cabeza el perfume;

7 en los tribunales del pueblo

se reconocía mi autoridad;

8 al verme llegar,

los jóvenes me daban paso

y los ancianos me recibían de pie;

9-10 aun la gente más importante

se callaba en mi presencia,

o hablaba en voz baja.

11 Los que me escuchaban

no dejaban de felicitarme.

12 A los pobres y a los huérfanos

que me pedían ayuda

siempre los ayudé;

13 las viudas y los pobres

me bendecían y gritaban de alegría.

14 Siempre traté a los demás

con justicia y rectitud;

para mí, actuar así,

era como ponerme la ropa.

15 Fui guía de los ciegos

y apoyo de los desvalidos;

16 protegí a la gente pobre

y defendí a los extranjeros;

17 puse fin al poder de los malvados,

y no los dejé hacer más daño.

18 »Hasta llegué a pensar:

“Viviré una larga vida,

y tendré una muerte tranquila.

19 Estaré fuerte y lleno de vida,

como árbol bien regado.

20 Nadie me faltará el respeto,

ni jamás perderé mi buena fama”.

21 »Ante mí, todos guardaban silencio

y esperaban recibir mis consejos.

22 Mis palabras eran bien recibidas,

y nadie me contradecía.

23 Mis discursos eran esperados

como se espera la lluvia.

24 Si les sonreía, no podían creerlo;

una sonrisa mía les daba ánimo.

25 Si estaban enfermos,

me sentaba a consolarlos,

y les decía lo que debían hacer.

¡Me veían como un rey

al frente de su ejército!

Job 30

1 »¡Ahora resulta que soy

la burla de unos chiquillos!

¡Yo ni a sus padres les confiaría

el trabajo de mis perros ovejeros!

2 ¡Con ellos como empleados,

me hubiera quedado pobre!

3 ¡Toda la noche la pasan

en los lugares más apartados,

sufriendo de hambre y dolor!

4 ¡Andan entre los matorrales,

juntando hierbas amargas

y comiendo sólo raíces!

5 Nadie en el pueblo los quiere,

pues los acusan de ladrones.

6 Por eso tienen que vivir

en el lecho de arroyos secos,

en cuevas y entre las rocas;

7 andan entre los matorrales,

rebuznando como burros.

8 Son gente de mala fama;

¡por eso los echaron del país!

9 »¡Ahora resulta que soy

la burla de esos chiquillos!

10 ¡Me escupen en la cara,

y con asco se apartan de mí!

11 Ahora que Dios me humilló,

y me encuentro indefenso,

descaradamente me ofenden.

12 Estos bandidos me atacan

por el lado derecho;

me rodean como un ejército,

y me hacen retroceder.

13 Sin ayuda de nadie

me cierran el paso,

pues me quieren destruir.

14 Me atacan como un ejército

cuando ha conquistado una ciudad

y avanza entre los escombros.

15 Estoy temblando de miedo,

mi dignidad se va perdiendo;

he perdido la esperanza de triunfar.

16 »Ya la vida se me escapa;

los días de aflicción me aplastan.

17 No tiene fin el dolor

que sufro por las noches;

18 me oprime y me ahoga,

como soga al cuello;

19 me convierte en ceniza

y me deja caer en el fango.

20 »Dios mío, yo te llamo,

pero tú no me respondes;

me presento ante ti,

y tú apenas me miras.

21 Eres muy cruel conmigo;

me golpeas con tu brazo poderoso,

22 me levantas con el viento,

y me lanzas a la tormenta,

23 y un día me arrojarás a la tumba,

que es nuestro destino final.

24 »Yo nunca le negué ayuda

a quien me la pidió.

25 Al contrario,

he llorado con los que sufren,

y me he dolido con los pobres.

26 Pero vinieron los días malos

cuando esperaba mejores tiempos;

llegaron los días de sombras

cuando esperaba la luz.

27 Todo el tiempo estoy inquieto;

me enfrento a días de aflicción.

28 Estoy triste, como un día nublado,

pues pido ayuda a mi gente

y los jefes no me la dan.

29 Las lechuzas y los chacales

son mis amigos y mis hermanos.

30 La piel se me pudre

y se me cae a pedazos;

estoy ardiendo en fiebre.

31 De mi arpa y de mi flauta

brotan notas de tristeza.

Job 31

1 »Yo siempre me propuse

no mirar con deseos

a ninguna jovencita.

2 ¿Y qué recibí del Dios del cielo?

3 ¡Tan sólo la ruina y el desastre

que merecen los malhechores!

4 ¡Tal parece que Dios no me ve

ni se fija en lo que hago!

5 »Yo nunca he hecho nada malo.

Nunca a nadie le he mentido.

6 ¡Que Dios me ponga a prueba,

y verá que soy inocente!

7 Nunca me aparté del buen camino,

ni me dejé llevar por mis deseos.

Si se encuentra en mis manos

alguna cosa robada,

8 ¡que otros disfruten mis cosechas,

y se queden con mis campos!

9 »Si acaso he esperado

que se vaya mi vecino

para estar a solas con su esposa,

10 ¡que mi esposa se convierta

en esclava y amante de otros!

11-12 Eso sería una vergüenza.

Sería un terrible castigo,

¡peor que si un incendio destructor

acabara con mis cosechas!

13 »Cuando mis esclavos

me hacían algún reclamo

siempre fui justo con ellos.

14 De otra manera,

¿cómo podría responder a Dios

si él me llamara a cuentas?

15 ¡Tanto a ellos como a mí

Dios nos hizo iguales!

16 »Jamás he dejado de atender

los ruegos de los pobres;

jamás he dejado que las viudas

se desmayen de hambre;

17 jamás he probado un bocado

sin compartirlo con los huérfanos.

18 Desde mi más temprana edad,

siempre he sido el apoyo

de huérfanos y viudas;

19 jamás he dejado que los pobres

mueran por falta de ropa.

20 Muchos me agradecieron

el abrigarlos con ropa de lana.

21 Nunca abusé de mi autoridad

para amenazar a los huérfanos.

22-23 ¡No quiero que Dios me castigue!

¡No podría resistir su poder!

Pero si acaso he actuado así,

¡que me quede yo sin brazos!

24 »Jamás he puesto mi confianza

en el poder de las riquezas;

25 jamás las muchas riquezas

me fueron motivo de orgullo.

26-27 El sol y la luna

son dos astros maravillosos,

pero jamás les he rendido culto,

ni en público ni en secreto.

28 Si hubiera cometido talpecado,

Dios tendría que juzgarme

por haberlo traicionado.

29 »Jamás me he alegrado

de ver la desgracia de mi enemigo;

30 jamás he cometido el pecado

de pedir que le vaya mal;

31 jamás nadie visitó mi casa

sin calmar su hambre en mi mesa;

32 jamás un extraño tocó a mi puerta

sin ser invitado a pasar la noche;

33-34 a diferencia de otros,

jamás he guardado en secreto

ninguno de mis pecados,

y no por miedo a mis parientes

o por temor al qué dirán.

35 »Juro que digo la verdad.

¡Espero que el Dios todopoderoso

me escuche y me responda!

Si de algo puede acusarme,

que lo ponga por escrito.

36 Llevaré su acusación

en los hombros y en la frente.

37 Me presentaré ante Dios

con la frente en alto,

y le daré cuenta de mis actos.

38-39 »Jamás he abusado de mis tierras,

pues las he dejado descansar.

Jamás he explotado a mis trabajadores

pues les he pagado su justo salario.

40 Si lo que digo no es cierto,

¡que en vez de trigo y cebada

produzca mi tierra espinas!»

Así fue como Job dio por terminado su discurso.

Job 32

Presentación de Elihú

1 Cuando los tres amigos se dieron cuenta de que Job creía ser inocente, dejaron de responderle.

2 Pero un joven llamado Elihú se enojó mucho con Job porque insistía en que era inocente, y que Dios era injusto con él. Elihú era hijo de Baraquel, y nieto de Buz, de la familia de Ram.

3 También se enojó con los tres amigos porque habían condenado a Job sin demostrar que era culpable.

4 Elihú había querido tomar la palabra antes, pero no lo había hecho porque Job y sus amigos eran mayores que él.

5 Sin embargo, cuando vio que los tres amigos ya no tenían nada que decir, se enojó mucho

6 y comenzó a hablar.

Primera participación de Elihú

Elihú dijo:

«No me sentía muy seguro

de decir lo que pienso

porque soy muy joven

y ustedes son mayores de edad.

7 Me pareció que era mejor

dejar que hablara la experiencia,

y que la gente de más edad

se luciera con susabiduría.

8-9 Sin embargo,

no depende de la edad

entender lo que es justo;

no son los muchos años

los que dan sabiduría.

Lo que nos hace sabios

es el espíritu del Dios todopoderoso,

¡y ese espíritu vive en nosotros!

10 »También tengo algo que decir,

así que les ruego que me escuchen.

11 Mientras ustedes hablaban

y buscaban las mejores palabras,

yo me propuse esperar

y escuchar lo que tenían que decir.

12 Les presté toda mi atención.

Pero ninguno de ustedes

ha sabido responder

a las explicaciones de Job.

13 »Si ustedes son los sabios

¡no me salgan ahora

con que es Dios

quien debe responderle!

14 Job no se ha dirigido a mí,

así que yo no voy a contestar

como ustedes lo han hecho.

15 »Job, tus amigos se han callado

porque les faltan las palabras.

16 ¡Pero no porque ellos callen

debo yo guardar silencio!

17 Tengo mucho que decir,

y ya no puedo callarme.

18 A mí no me faltan palabras;

y ya no me puedo aguantar.

19 Parezco botella de sidra;

¡estoy a punto de reventar!

20 Tengo que desahogarme;

¡tengo que responderte!

21-22 No voy a tomar partido

ni a favorecer a nadie,

pues no me gustan los halagos;

si así lo hiciera, Dios me castigaría.

Job 33

1 »Yo te ruego, amigo Job,

que prestes mucha atención

a cada una de mis palabras.

2 Ya estoy por abrir la boca;

la lengua me hace cosquillas.

3 Cada una de mis palabras

nace de un corazón sincero.

4 El Dios todopoderoso me hizo,

y con su espíritu me dio vida.

5 Si puedes responderme,

estoy listo para discutir.

6 A los ojos de Dios,

tú y yo somos iguales;

estamos hechos de barro.

7 Así que no te alarmes,

pues no soy mejor que tú.

8 »Tú has estado insistiendo,

y aún me parece escucharte:

9 “¡Soy inocente, soy inocente!

¡No tengo de qué avergonzarme!

10 Dios me encuentra culpable

y me ve como su enemigo.

11 Me tiene encadenado

y a todas horas me vigila”.

12-13 »¿Por qué te quejas

de que Dios no te responde?

Estás muy equivocado;

Dios es más grande que nosotros.

14 Tal vez no nos damos cuenta,

pero Dios no deja de hablarnos;

15 algunas veces nos habla en sueños,

mientras dormimos profundamente;

16 otras veces nos habla al oído;

claramente nos advierte

17 que ya no hagamos lo malo

ni sigamos siendo orgullosos;

18 así nos libra de la muerte.

19 »A veces Dios nos castiga

con agudos dolores de huesos.

20 Perdemos el apetito,

y no soportamos ningún alimento;

21 la carne se nos va secando,

y hasta se nos ven los huesos.

22 Así se nos acerca la muerte.

23-25 »Si un soloángel

se compadece de ti

y le ruega a Dios

que te salve de la muerte,

volverás a ser como un niño.

Pero el ángel tendrá que demostrar

que tú eres inocente.

26 Entonces orarás a Dios,

y lo verás cara a cara;

Dios te brindará su favor

y te hará justicia.

27 Entonces dirás a todo el mundo:

“Aunque hepecadoy he sido injusto,

Dios no me castigó como merecía.

28 ¡Estoy vivo, y puedo ver la luz

porque Dios me salvó de la muerte!”

29 »Todo esto lo hace Dios

cuantas veces sea necesario,

30 para salvarnos de la muerte

y dejarnos seguir con vida.

31 »Amigo Job,

no me interrumpas,

¡escúchame con atención!

32 Pero si tienes algo que decir,

no te quedes con las ganas;

me gustaría saber que eres inocente.

33 Si no tienes nada que decir,

escúchame en silencio;

yo te enseñaré a sersabio».

Job 34

Segunda participación de Elihú

1 Elihú dijo también:

2 «A ustedes, lossabios,

y a ustedes, los inteligentes,

les ruego que me presten atención.

3 Si podemos distinguir los sabores,

podemos distinguir las palabras.

4 Así que examinemos este caso,

y veamos quién tiene la razón.

5 »Job nos ha dicho:

“Soy inocente,

pero Dios no lo quiere aceptar;

6 soy un hombre justo,

pero parezco un mentiroso;

no he cometido ningúnpecado,

pero Dios me hirió de muerte”.

7 »¿Habrá otro como Job,

que siempre se burla de todo?

8 Le encanta andar con malvados

y tenerlos por amigos.

9 ¡Y ahora anda diciendo

que no vale la pena

ser amigo de Dios!

10-12 »Ustedes son inteligentes,

así que préstenme atención.

¡No debemos siquiera pensar

que el Dios todopoderoso

pudiera hacer algo injusto!

Al contrario, nos premia o castiga,

según lo que merecemos.

13 Su poder sobre este mundo

no lo ha recibido de nadie;

14 el día que él decida

quitarnos su espíritu de vida,

15 ¡todos nosotros moriremos

y volveremos a ser polvo!

16 »Job,

si en verdad eres inteligente,

préstame atención.

17 Si Dios no amara la justicia,

no podría gobernar el mundo.

Así que no puedes condenar

al Dios justo y poderoso.

18 Dios no considera superiores

ni a reyes ni a gobernantes.

19 Dios nos hizo a todos,

seamos pobres o ricos;

él no tiene favoritos.

20 Unos y otros mueren de repente,

en medio de la noche.

21 »Dios está siempre vigilando

todo lo que hacemos.

22 Ni en la noche más oscura

pueden esconderse los malvados.

23 Dios no tiene que decidir

cuándo llevarlos a juicio,

24 ni necesita permiso

para acabar con los poderosos

y darles su merecido.

25 Él sabe todo lo que hacen;

por la noche les quita su poder

y los destruye por completo;

26 los castiga por su maldad

donde todos puedan verlos,

27 pues dejaron de obedecerlo

y no siguieron sus enseñanzas;

28 tanto maltrataron a los pobres

que sus gritos de auxilio

llegaron hasta Dios.

29 Pero, si Dios decide no actuar,

¿quién puede exigirle que lo haga?

Si él decide que nadie lo vea,

¿quién puede ver su cara?

Sin embargo, Dios vigila

a todos los pueblos del mundo,

30 para que los malvados no dominen

ni engañen a su pueblo.

31-32 »Aunque te reconozcas culpable,

y prometas no volver a pecar,

33 Dios no te premiará.

Tú lo has rechazado,

y no voy a responder por ti.

Así que di lo que piensas.

34 »Ustedes que me escuchan

son sabios e inteligentes,

así que tienen que admitir

35 que Job habla por hablar,

y no sabe lo que dice.

36 Ha respondido como un malvado,

y debe enfrentar el juicio.

37 No sólo ha sido rebelde,

sino que en nuestra propia cara

se ha burlado de nosotros

y ha insultado a Dios».

Job 35

Tercera participación de Elihú

1 Elihú siguió diciendo:

2 «Job, tú crees tener razón,

y ante Dios dices ser inocente;

3 hasta te atreves a reprocharle:

“¿De qué me sirvió

no haber hecho nada malo?”

4 »Escucha bien lo que voy a decirte

a ti y a los que son como tú.

5 Mira las nubes y el cielo;

mira lo alto que están.

6 A Dios no le afecta en nada

que te pases la vidapecando.

7 Y aun suponiendo que no peques,

Dios no se beneficia en nada.

8 ¡El daño o el beneficio

de que peques o no peques

es para los que viven contigo!

9 »Hay tanta maldad en el mundo

que la gente pide ayuda;

pide ser librada de los poderosos.

10 ¡Pero nadie pregunta por Dios,

que por las noches nos da fuerzas!

¡Nadie pregunta por el Creador,

11 que nos hace mássabios

que las aves y las bestias salvajes!

12 ¡Son tan malvados y orgullosos

que por eso Dios no les responde!

13 ¡Por eso el Dios todopoderoso

no atiende sus tontos ruegos!

14 ¿Cómo, entonces, esperas

que Dios responda a tu insistencia

de ir a juicio con él?

15 Según tú,

Dios no se enoja ni castiga

ni se da cuenta de tanta maldad;

16 pero lo cierto, Job,

es que dices puras tonterías».

Job 36

Cuarta participación de Elihú

1 Todavía siguió diciendo Elihú:

2 «Tenme paciencia.

Quiero explicarte algunas cosas

que hablarán bien de Dios.

3 Mi creador actúa con justicia;

toda misabiduríaviene de él,

y te lo voy a demostrar.

4 Te aseguro que no miento;

¡si buscas un sabio, aquí me tienes!

5 »Dios es poderoso,

y todo lo entiende;

no rechaza a nadie,

6 defiende los derechos del pobre,

pero no deja con vida al malvado;

7 tiene cuidado de la gente buena

y le concede un alto puesto:

¡la hace reinar para siempre!

8 A los que están afligidos

o han sido encarcelados,

9 Dios les hace ver

que supecadoes el orgullo;

10 les pide apartarse del mal

y aceptar su corrección.

11 Si ellos aceptan obedecerlo,

pasan el resto de su vida

felices y con gran prosperidad;

12 pero si no lo obedecen,

cuando menos lo piensen,

les llegará la muerte.

13 »Los malvados son rencorosos;

como Dios los castiga,

jamás le piden ayuda.

14 Por eso mueren antes de tiempo,

como la gente de mala fama.

15 »Dios usa el sufrimiento

para hacernos entender,

16 y ahora mismo

te ha librado de la angustia,

te ha servido un banquete,

y te ha dado plena libertad.

17 »Bien mereces que Dios te juzgue

como él juzga a los malvados.

18 ¡Así que mucho cuidado!

No te dejes engañar por las riquezas,

mucho menos si son mal ganadas,

19 pues ni ellas ni tus esfuerzos

podrán servirte de nada.

20 No esperes que caiga la noche,

pues la oscuridad no te esconderá.

21 ¡Mucho cuidado!

¡Apártate de la maldad,

pues por eso estás sufriendo ahora!

22 »Dios es grande y poderoso;

no hay maestro que se le compare.

23 Nadie puede pedirle cuentas,

ni acusarlo de haberse equivocado.

24 Muchos alaban sus acciones;

tú también debieras hacerlo.

25 Todos podemos ver sus obras,

aunque sólo desde lejos.

26 Tan grande es Dios

que no podemos conocerlo,

ni saber cuántos años tiene.

27-28 »Dios nos manda la lluvia,

y con esa agua llena los ríos.

29 Pero nadie puede explicar

cómo se mueven las nubes

ni de dónde salen los truenos.

30 Dios está rodeado de luz,

y con ella cubre el fondo del mar.

31 Dios gobierna a las naciones

y les da abundante comida;

32 toma el relámpago en sus manos

y lo lanza a donde él quiere.

33 El trueno anuncia la tormenta,

y el ganado la presiente.