1 Crónicas 17

Dios hace un pacto con David

1 David ya vivía tranquilo en su palacio, cuando le dijo alprofetaNatán:

—No está bien que yo viva en un palacio de maderas finas, mientras elcofre del pactode Dios todavía está en una carpa.

2 Natán le contestó:

—Haz lo que creas conveniente, pues Dios te apoya en todo.

3 Sin embargo, Dios le habló a Natán esa misma noche, y le dijo:

4 «Ve y dile de mi parte a David lo siguiente: “David, no serás tú quien me construya una casa.

5-6 Dime cuándo les pedí a los jefes de Israel que me hicieran una casa de maderas finas. ¡Si desde que los saqué a ustedes de Egipto, siempre he vivido en una carpa!

7 ”Yo soy el Dios todopoderoso. Yo soy quien te puso al frente de mi pueblo cuando eras un simple pastor de ovejas.

8 Yo soy quien siempre te ha cuidado, y te ha ayudado a derrotar a tus enemigos. Y soy también quien te hará muy famoso en este mundo.

9-14 ”También a mi pueblo Israel le he dado un lugar donde pueda vivir en paz. Nadie volverá a molestarlos ni a hacerles daño, como cuando los gobernaban los jueces.

”Yo haré que de tusdescendientessalgan los reyes de Israel, y humillaré a tus enemigos. Después de tu muerte, yo haré que uno de tus hijos llegue a ser rey de mi pueblo. A él sí le permitiré que me construya una casa, y haré que su reino dure para siempre. Yo seré para él como un padre, y él será para mí como un hijo. Y nunca dejaré de amarlo, ni lo abandonaré como abandoné a Saúl”».

15 Entonces Natán fue y le dio el mensaje a David.

David le da gracias a Dios

16 El rey David fue a la carpa donde estaba elcofre del pacto, se sentó delante de Dios, y le dijo:

«Mi Dios, ¿cómo puedes darme todo esto si mi familia y yo valemos tan poco?

17 ¿Y cómo es posible que prometas darme aún más, y que siemprebendecirása misdescendientes? Me tratas como si fuera yo alguien muy importante.

18 ¿Qué más te puedo decir Dios mío, por haberme honrado así, si tú me conoces muy bien?

19 »Tú me dejas conocer tus grandes planes, porque así lo has querido.

20 ¡Qué grande eres, Dios mío! ¡Todo lo que de ti sabemos es verdad! ¡No hay ningún otro Dios como tú,

21 ni existe tampoco otra nación como tu pueblo Israel! ¿A qué otra nación la libraste de la esclavitud? ¿A qué otra nación la hiciste tan famosa?

»Tú hiciste muchosmilagrosen favor nuestro, y arrojaste lejos de nosotros a las naciones y a sus dioses.

22 Así nosotros hemos llegado a ser tu pueblo, y tú eres nuestro Dios; y esto será así por siempre.

23 »Mi Dios, yo te pido que le cumplas a mis descendientes estas promesas que nos acabas de hacer.

24 Haz que ellos se mantengan en tu servicio, para que tu nombre sea siempre reconocido. Y que todo el mundo diga: “El Dios de Israel es el Dios todopoderoso”.

25 »Dios mío, yo me atrevo a pedirte esto porque tú has dicho que mis descendientes serán siempre los reyes de tu pueblo.

26 »Tú eres Dios, y has prometido hacerme bien.

27 Por eso te ruego que bendigas a mis descendientes para que siempre te sirvan, porque a quien tú bendigas le irá bien».

1 Crónicas 18

David vence a sus enemigos

1 Poco tiempo después, David atacó a los filisteos. Les quitó la ciudad de Gat con sus poblados, y los tuvo bajo su poder.

2 También derrotó a los moabitas, quienes tuvieron que reconocer a David como su rey, y pagarleimpuestos.

3 Cuando Hadad-ézer, rey de Sobá, iba hacia Hamat para extender su dominio en la región del río Éufrates, David lo derrotó.

4 Como resultado de la batalla David tomó presos a siete mil jinetes y a veinte mil soldados de a pie. Se quedó con mil carros de combate. A la mayoría de los caballos les rompió las patas, y sólo dejó sanos a cien.

5 Los arameos que vivían en Damasco vinieron a ayudar al rey Hadad-ézer, pero David mató a veintidós mil de ellos.

6-8 Luego puso guardias entre los arameos que vivían en Damasco, y también ellos tuvieron que reconocer a David como rey y empezar a pagarle impuestos.

David tomó los escudos de oro que traían los oficiales de Hadad-ézer y los llevó a Jerusalén. También se llevó muchísimo bronce de Tibhat y Cun, ciudades que gobernaba Hadad-ézer. Con ese bronce Salomón hizo la fuente, las columnas y todos los utensilios de bronce para el templo.

Así fue como Dios le dio a David victoria tras victoria.

9-10 Hadad-ézer había peleado muchas veces contra Toi, rey de Hamat. Por eso, cuando Toi supo que David había derrotado al ejército de Hadad-ézer, envió a su hijo Adoram a saludar y felicitar al rey David por su triunfo.

Adoram le llevó al rey David regalos de oro, plata y bronce.

11 David le entregó todo esto a Dios, junto con el oro y la plata de las naciones que había conquistado: Edom, Moab, Amón, Filistea y Amalec.

12 Abisai, jefe de los treinta mejores soldados de David, mató a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal.

13 Luego puso guardias en toda la tierra de Edom, y así los edomitas reconocieron a David como rey.

Dios seguía dándole victorias a David,

14 y como rey de los israelitas, David siempre fue bueno y justo con ellos.

Los asistentes de David

15 Los principales asistentes de David fueron los siguientes:

Joab hijo de Seruiá, que era jefe del ejército;

Josafat hijo de Ahilud, que era secretario del reino.

16 Sadoc hijo de Ahitub, y Abimélec hijo de Abiatar, que eransacerdotes;

Savsá, que era su secretario personal;

17 Benaías hijo de Joiadá, jefe del grupo filisteo al servicio del rey.

Los hijos de David eran los oficiales más importantes del reino.

1 Crónicas 19

David vence a los sirios y a los amonitas

1 Poco tiempo después, murió Nahas, el rey de los amonitas, y en su lugar reinó su hijo Hanún.

2 Y David dijo: «Voy a tratar a Hanún con la misma bondad con que me trató Nahas, su padre».

Enseguida envió David mensajeros a Hanún para que lo consolaran por la muerte de su padre. Pero cuando los mensajeros llegaron a la tierra de los amonitas,

3 los jefes de los amonitas le dijeron a Hanún:

«¿De veras cree Su Majestad que David envió a sus mensajeros para consolarlo? ¡Claro que no! ¡Los envió como espías, para luego conquistar nuestra ciudad!»

4 Entonces Hanún mandó que apresaran a los mensajeros de David, y que los avergonzaran cortándoles la barba, y que los mandaran de regreso a su tierra desnudos de la cintura para abajo.

5 Los mensajeros regresaron muy avergonzados, y cuando David lo supo, les mando a decir: «Quédense en Jericó, y no regresen hasta que les crezca la barba».

6 Cuando Hanún y los amonitas supieron que David se había enojado mucho, les pagaron treinta y tres mil kilos de plata a los sirios de las ciudades de Mesopotamia, de Maacá y de Sobá, para que enviaran carros de combate y jinetes que se unieran a ellos y pelearan contra David.

7-9 Los sirios enviaron treinta y dos mil carros de combate, junto con el rey Maacá y su ejército, que acampó frente a Medebá. También vinieron otros reyes sirios, que se quedaron en el campo listos para la batalla.

Los amonitas, por su parte, salieron de sus ciudades listos para entrar en batalla a la entrada de la ciudad.

David se dio cuenta de esto, y envió a la batalla a Joab, junto con todo su ejército y sus mejores soldados.

10 Y cuando Joab vio que los sirios iban a atacarlo por un lado y los amonitas por el otro, eligió a los mejores soldados israelitas y atacó a los arameos.

11 El resto de su ejército lo dejó a las órdenes de su hermano Abisai, para que peleara contra los amonitas,

12 y le dijo:

«Si ves que los arameos me están ganando, irás a ayudarme. Si, por el contrario, veo que los amonitas te están ganando, yo te ayudaré.

13 ¡Tú esfuérzate y ten valor! Luchemos por nuestra gente y por las ciudades que Dios nos ha dado, ¡y que Dios haga lo que le parezca mejor!»

14 Joab y sus hombres pelearon contra los sirios, y los hicieron huir.

15 Cuando los amonitas vieron que los sirios estaban huyendo, también ellos huyeron de Abisai y corrieron a refugiarse en su ciudad. Entonces Joab dejó de combatirlos y regresó a Jerusalén.

16 Sin embargo, al ver los sirios que los israelitas los habían derrotado, les pidieron ayuda a los sirios que estaban del otro lado del Éufrates. Y cuando éstos llegaron, se pusieron bajo las órdenes de Sofac, jefe del ejército de Hadad-ézer.

17 Cuando David supo esto, reunió a todo el ejército de Israel, cruzó el río Jordán y llegó a donde estaban los sirios. David puso a su ejército frente a los sirios en posición de ataque, y empezó la batalla.

18 David mató a siete mil soldados que guiaban los carros de combate, y a cuarenta mil soldados de a pie. También mató a Sofac, jefe del ejército. Entonces los sirios huyeron de los israelitas.

19 Cuando todos los que se habían unido a Hadad-ézer vieron que David los había derrotado, hicieron la paz con David y quedaron a su servicio. Desde entonces los sirios no volvieron a ayudar a los amonitas.

1 Crónicas 20

David conquista Rabá

1 Llegó la primavera, que era cuando los reyes salían a la guerra. Ese año, Joab salió con su ejército y enfrentó a los amonitas. Rodeó la ciudad de Rabá, y la conquistó. David se había quedado en Jerusalén.

2 David le quitó la corona al rey amonita, la cual era de oro, pesaba treinta y tres kilos, y tenía una piedra preciosa. David le quitó esa piedra preciosa y la puso en su propia corona, y se llevó además gran parte de las riquezas de la ciudad.

3 A la gente que vivía en la ciudad la sacó de allí y la condenó a trabajos forzados. La obligó a usar sierras, picos y hachas de hierro. También la obligó a hacer ladrillos, como lo había hecho con todas las ciudades que había conquistado. Después de eso, David y su ejército regresaron a Jerusalén.

Batallas contra los filisteos

4 Después de esto, hubo en Guézer otra batalla contra los filisteos. Allí, Sibecai el husita mató a un gigante llamado Sipai. Así los israelitas dominaron a los filisteos.

5 Tiempo después, hubo otra batalla contra los filisteos. Allí, Elhanán hijo de Jaír mató a Lahmí, hermano de Goliat el de Gat, que tenía una lanza enorme.

6 Después hubo otra batalla en Gat. Allí, un gigante que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie

7 desafió a los israelitas. Pero lo mató Jonatán, que era hijo de Simá y sobrino de David.

8 Estos gigantes eran de la familia de Refá, el de Gat, pero David y sus oficiales los mataron.

1 Crónicas 21

David hace una lista de sus militares

1 Satán se levantó contra Israel, y tentó a David para que hiciera una lista de todos los hombres en edad de ser soldados.

2 Entonces David les dijo a Joab y a los jefes del ejército:

—Vayan por todo el país, y cuenten a todos los hombres en edad militar, para que yo sepa cuántos soldados tengo.

3 Pero Joab le contestó:

—Yo le pido a Dios que multiplique a su pueblo, y que lo haga cien veces más grande de lo que ahora es. Pero si ya todos te servimos fielmente, ¿para qué quieres saber cuántos somos? Lo único que vas a conseguir es que Dios nos castigue.

4 Sin embargo, la orden del rey pudo más que la opinión de Joab, y éste se vio obligado a obedecer.

Cuando regresó a Jerusalén,

5 Joab le informó al rey cuántos hombres había en edad militar. En Israel había un millón cien mil, y en Judá, cuatrocientos setenta mil.

6 Pero como a Joab no le gustó lo que el rey había ordenado hacer, no contó a los hombres de lastribusde Leví y de Benjamín.

7 A Dios no le agradó lo que David había hecho, y decidió castigar al pueblo de Israel.

8 Pero David le dijo a Dios: «Hice muy mal al desconfiar de ti y basar mi seguridad en el número de mis soldados. Te ruego que me perdones por haber sido tan tonto».

9-12 Entonces, Dios le habló alprofetaGad y le dijo:

«Ve a decirle a David que lo voy a castigar, y que puede escoger uno de estos tres castigos: Tres años de hambre en todo el país; ser perseguido por sus enemigos durante tres meses; o que todo el pueblo sufra enfermedades y que yo envíe a miángela causar gran destrucción durante tres días».

Gad fue, entregó el mensaje y le dijo a David: «Dime qué respuesta debo llevarle a Dios».

13 Y David le dijo a Gad:

—¡Me resulta difícil elegir uno de los tres! Pero Dios es compasivo, así que prefiero que sea él quien me castigue. No quiero que me hagan sufrir mis enemigos.

14 Entonces Dios envió una enfermedad por todo Israel, y murieron setenta mil personas.

15-27 Luego mandó a un ángel para que destruyera Jerusalén. El ángel salió y comenzó a destruir Jerusalén justo en donde Ornán el jebuseo limpiaba el trigo. El ángel volaba y tenía una espada en la mano.

David y los jefes del pueblo estaban vestidos con ropas ásperas en señal de tristeza. Cuando David y loslíderesdel pueblo vieron que el ángel estaba a punto de destruir la ciudad, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. Entonces David dijo: «Dios mío, yo fui el que ordenó contar a los soldados. Yo soy el que hizo mal ypecócontra ti. Por favor, no castigues a tu pueblo. Mejor castígame a mí y a mi familia».

Entonces el ángel de Dios envió a Gad con este mensaje para David: «Ve y constrúyeme un altar en el lugar donde Ornán limpia el trigo».

De inmediato David se fue a construir el altar. Mientras tanto, Ornán y sus cuatro hijos estaban limpiando el trigo. Al ver al ángel, los hijos de Ornán se escondieron. Cuando Ornán vio que el rey se acercaba, salió y se inclinó ante él hasta tocar el suelo con su frente. David le dijo:

—He venido a comprarte el lugar donde limpias el trigo. Quiero construir allí un altar para Dios. Así se detendrá la enfermedad que está matando a la gente.

Ornán le contestó:

—Su Majestad, todo lo que tengo es suyo. Presente lasofrendasa Dios, y yo le daré los toros para elsacrificio, y hasta mis herramientas de trabajo para que las use como leña. También tome trigo para otra ofrenda. Yo se lo daré todo con mucho gusto.

—Te lo agradezco —dijo David—, pero yo no puedo ofrecerle a Dios algo que no me haya costado nada. Así que te pagaré todo lo que me des.

David le dio a Ornán seiscientas monedas de oro por ese lugar. Luego construyó allí un altar para Dios, donde sacrificó y quemó animales en su honor; le presentó ofrendas para hacer las paces, y le rogó que las aceptara.

Dios escuchó su petición, y envió fuego desde el cielo para quemar las ofrendas que estaban sobre el altar. Y se arrepintió Dios al ver el sufrimiento de los israelitas, y le dijo al ángel que los estaba destruyendo y matando: «Basta, ya no sigas».

Entonces el ángel guardó su espada.

El lugar para el templo

28-29 En esos días, el santuario y el altar de lossacrificios, que Moisés había hecho para Dios en el desierto, estaban en Gabaón. Cuando David se dio cuenta de que Dios había escuchado su oración, le presentó másofrendasen el lugar que le había comprado a Ornán el jebuseo.

30 No quiso ir a Gabaón para conocer la voluntad de Dios, pues le daba miedo encontrarse con elángel.

1 Crónicas 22

1 Así fue como David decidió que allí se construiría el templo de Dios, y el altar para que Israel presentara lasofrendasquemadas.

Preparativos para construir el templo

2-5 Antes de morir, David dejó todo listo para construir el templo, pues pensó: «Mi hijo Salomón es todavía muy joven y no tiene experiencia; el templo de Dios deberá ser el más grandioso. Su fama ygloriaserán conocidas en todo el mundo, así que le dejaré todo listo para que lo construya».

Entonces David ordenó que se reunieran todos los extranjeros que vivían en Israel, y les encargó que cortaran piedras para construir con ellas el templo de Dios. También juntó muchísimo hierro para los clavos y las bisagras de los portones; además reunió tanto bronce que no se pudo pesar. Y como la gente de Sidón y de Tiro le habían traído mucha madera de cedro, David guardó una cantidad tan grande de madera que no se pudo saber cuánta era.

La responsabilidad de Salomón

6 Después de esto, le encargó a su hijo Salomón que construyera el templo del Dios de Israel,

7 y le dijo:

«Hijo mío, yo quería construir un templo para honrar a mi Dios.

8 Pero él no me lo permitió, porque he participado en muchas batallas y he matado a mucha gente.

»Sin embargo, Dios me prometió

9 que tendría un hijo amante de la paz, y que no tendría problemas con sus enemigos, sino que durante todo su reinado Israel viviría en paz y tranquilidad. Por eso tu nombre es Salomón.

10 »Dios me dijo que a ti sí te permitiría construir el templo. Él será como un padre para ti, y te tratará como a un hijo; hará que tu reino en Israel sea firme y permanezca para siempre.

11 »Por eso, hijo mío, mi mayor deseo es que Dios te ayude y que cumpla su promesa para que puedas construirle el templo.

12-13 Que Dios te dé inteligencia ysabiduría, para que cuando seas el rey de Israel obedezcas la ley que Dios dio a su pueblo por medio de Moisés.

»Si obedeces a Dios, tendrás éxito en todo lo que hagas. ¡Sólo te pido que seas muy fuerte y muy valiente! ¡No te desanimes ni tengas miedo!

14 »Mira, con muchossacrificioshe podido juntar esto para el templo de Dios: tres mil trescientas toneladas de oro, treinta y tres mil toneladas de plata, y una cantidad tan grande de bronce y de hierro que ni siquiera se puede pesar. Además, tenemos muchísima madera y piedra. A todo esto, tú debes añadir aún más.

15-16 »También he puesto a tu servicio una gran cantidad de obreros, albañiles, carpinteros y gente que sabe cortar piedras; además te ayudarán muchísimos obreros expertos en todo tipo de trabajos en oro, plata, hierro y bronce. Así que, ¡adelante, y que Dios te ayude!»

La responsabilidad de los jefes de Israel

17 Después de esto, David les ordenó a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo Salomón.

18 Les dijo:

«Dios los ha ayudado y les ha permitido vivir en paz en todo el país; él me ha permitido tener bajo mi dominio a todos los habitantes de este país, y ahora ellos están bajo el dominio de Dios y de su pueblo.

19 Por tanto, hagan una firme promesa a Dios, y constrúyanle un templo. Así podremos trasladar elcofre del pactoy los utensiliossagradosal templo que haremos para honrar su nombre».

1 Crónicas 23

Los ayudantes de los sacerdotes

1 Cuando David ya era un anciano, eligió a su hijo Salomón para que fuera rey de Israel.

2-32 David le había dicho al pueblo: «El Dios de Israel le ha dado tranquilidad a su pueblo y ha decidido vivir para siempre en Jerusalén. Los ayudantes de lossacerdotesya no necesitan transportar la carpa de Dios ni los utensilios que se usan en el culto».

Por eso, David reunió a todos los jefes de Israel, a los sacerdotes y a sus ayudantes, y les dio a conocer sus últimas decisiones con respecto a estos ayudantes. Ellos quedarían bajo las órdenes de los sacerdotes, que erandescendientesde Aarón, y los ayudarían en el trabajo del templo.

David también decidió contar a todos los ayudantes mayores de treinta años, para organizarlos y repartirles los trabajos del templo. En total se contaron treinta y ocho mil ayudantes, y su trabajo fue distribuido de la siguiente manera: Veinticuatro mil para dirigir el trabajo en el templo; seis mil serían asistentes y jueces; cuatro mil vigilarían las entradas del templo, y cuatro mil serían cantores y músicos encargados de la alabanza a Dios con instrumentos musicales que David había hecho. Todos estos ayudantes eran descendientes de Leví.

Luego, David hizo una lista de los descendientes de Leví que eran mayores de veinte años y jefes de sus grupos familiares, y los dividió en tres, según los hijos que tuvo Leví: Guersón, Quehat y Merarí.

Los guersonitas

Guersón tuvo dos hijos:

Ladán,

Simí.

Ladán tuvo tres hijos, y fueron jefes de sus grupos familiares:

Jehiel,

Zetam,

Joel.

Simí tuvo siete hijos:

Selomit,

Haziel,

Harán,

Jáhat,

Ziza,

Jeús,

Beriá.

Como los dos menores, Jeús y Beriá, no tuvieron muchos hijos, fueron contados y registrados como si fueran una familia.

Los quehatitas

Quehat tuvo cuatro hijos:

Amram,

Ishar,

Hebrón,

Uziel.

Amram tuvo dos hijos:

Aarón,

Moisés.

Aarón y susdescendientesfueron elegidos por Dios para que siempre presentaran ante él lasofrendasmássagradas, quemaran elincienso, y sirvieran ybendijeranal pueblo en el nombre de Dios.

Moisés y sus descendientes fueron contados como parte de latribude Leví. Moisés tuvo dos hijos:

Guersón,

Eliézer.

El hijo mayor de Guersón fue Sebuel.

Eliézer sólo tuvo un hijo llamado Rehabías, quien tuvo muchos hijos.

El hijo mayor de Ishar fue Selomit.

Hebrón tuvo cuatro hijos; sus nombres, del mayor al menor, fueron:

Jerías,

Amarías,

Jahaziel,

Jecamán.

Uziel tuvo dos hijos; sus nombres del mayor al menor, fueron:

Micaías,

Isías.

Los meraritas

Merarí tuvo dos hijos:

Mahli,

Musí.

Mahli tuvo dos hijos:

Eleazar,

Quis.

Eleazar nunca tuvo hijos varones, y las hijas que tuvo se casaron con sus primos, los hijos de Quis.

Musí tuvo tres hijos:

Mahli,

Éder,

Jeremot.

Nuevo trabajo de los ayudantes

Así fue como quedaron inscritos todos estos ayudantes, quienes quedaron a las órdenes de lossacerdotespara ayudarlos en el templo de Dios. De acuerdo al turno y la tarea que les había tocado, los distintos grupos de ayudantes cumplían con estos trabajos:

Cuidar y limpiar los patios del templo, los cuartos y todos los utensilios sagrados.

Ayudar en cualquiera de los cultos que se hacían en el templo.

Tener listo todo lo que se usaba en las ofrendas: el pansanto, la harina, las hojuelas de pan sinlevadura, las ofrendas cocidas, la masa y los instrumentos que se usaban para pesar y medir.

Estar presentes en el templo, por la mañana y por la tarde, para dar gracias y alabar a Dios.

Ayudar a los sacerdotes siempre que se presentaban las ofrendas quemadas en honor de Dios, es decir, lossábados, los días de luna nueva y los de fiesta.

1 Crónicas 24

El trabajo de los sacerdotes

1 Aarón tuvo cuatro hijos:

Nadab,

Abihú,

Eleazar,

Itamar.

Aarón y susdescendientesfueron los encargados de todos los trabajos sacerdotales.

2 Pero como Nadab y Abihú murieron antes que su padre, y no tuvieron hijos, Eleazar e Itamar se hicieron cargo del trabajo sacerdotal.

3-6 Después de hacer un sorteo, David, Sadoc y Ahimélec les asignaron turnos a lossacerdotespara que prestaran sus servicios. Lo hicieron así porque tanto entre los descendientes de Eleazar como entre los de Itamar había sacerdotes muy importantes dedicados al servicio del templo.

Uno de los ayudantes de los sacerdotes, llamado Semaías hijo de Natanael, fue el encargado de anotar todos los nombres en una lista oficial; el rey, los jefes, los sacerdotes Sadoc y Ahimélec, y los jefes de los grupos sacerdotales y de los grupos de ayudantes, fueron testigos de cómo se escribió esta lista.

Como había más sacerdotes descendientes de Eleazar que de Itamar, se asignaron más turnos a los jefes de Eleazar. A los de Itamar se les asignaron ocho turnos, y a los de Eleazar, dieciséis.

7-18 Según el sorteo que se hizo, éste es el orden:

Joiarib,

Jedaías,

Harim,

Seorim,

Malquías,

Mijamín,

Cos,

Abías,

Jesús,

Secanías,

Eliasib,

Jaquim,

Hupá,

Jesebab,

Bilgá,

Imer,

Hezir,

Pisés,

Petahías,

Hezequiel,

Jaquín,

Gamul,

Delaías,

Maazías.

19 De acuerdo a este orden, estos sacerdotes se fueron turnando para servir en el templo, tal como lo había ordenado el Dios de Israel por medio de Aarón.

Otra lista de ayudantes

20-31 Hubo otros ayudantes que también fueron asignados por sorteo para servir en el templo. Y tanto lossacerdotescomo estos ayudantes fueron tratados de igual manera. También en este caso el rey David, Sadoc, Ahimélec y los jefes de los grupos familiares de los sacerdotes y de losdescendientesde Leví, fueron testigos de cómo se hizo el sorteo.

Ésta es la lista de sus nombres y del grupo al que pertenecían:

Subael, descendiente de Amram;

Jehedías, descendiente de Subael;

Isías, descendiente de Rehabías. Isías era el principal de ellos.

Selomot, descendiente de Ishar;

Jáhat, descendiente de Selomot;

Jerías,

Amarías,

Jahaziel,

Jecamán; los cuatro anteriores eran descendientes de Hebrón;

Micaías, descendiente de Uziel;

Samir, descendiente de Micaías;

Isías, hermano de Micaías;

Zacarías, descendiente de Isías;

Mahli,

Musí, descendientes de Merarí;

Sóham,

Zacur,

Ibrí, descendientes de Jaazías, hijo de Merarí;

Eleazar, descendiente de Mahli, hijo de Merarí. Eleazar no tuvo hijos.

Jerahmeel, descendiente de Quis, hijo de Merarí;

Mahli,

Éder,

Jerimot, descendientes de Musí.

1 Crónicas 25

Los músicos del templo

1-6 David y los jefes encargados del templo apartaron a Asaf, a Hemán y a Jedutún, junto con todos sus hijos, para que se encargaran de la música de los cultos. Estos músicos comunicaban mensajes de Dios por medio de sus cantos o acompañados por instrumentos musicales, y estaban bajo las órdenes directas del rey David. Asaf, Hemán y Jedutún dirigían a sus hijos cuando alababan a Dios en el templo, acompañados de arpas, platillos y otros instrumentos de cuerdas. Ésta es la lista de sus nombres:

Los hijos de Asaf:

Jacur,

José,

Netanías,

Asarela.

Los hijos de Jedutún:

Guedalías,

Serí,

Isaías,

Simí,

Hasabías,

Matatías.

Los hijos de Hemán:

Buquías,

Matanías,

Uziel,

Sebuel,

Jeremot,

Hananías,

Hananí,

Eliatá,

Guidalti,

Romamti-ézer,

Josbecasa,

Malotí,

Hotir,

Mahaziot.

Estos catorce hombres, junto con sus tres hermanas, formaban la familia de Hemán, y por eso llegó a ser muy poderoso, pues así se lo había prometido Dios.

7 Los que estaban entrenados para cantar a Dios fueron en total doscientos ochenta y ocho.

8 Éstos se turnaron, por medio de un sorteo, para prestar su servicio, sin importar que fueran adultos o jóvenes, maestros o estudiantes.

9-31 Se organizaron en grupos de doce; cada grupo estaba compuesto por el jefe de familia, sus hijos y hermanos. Cada grupo tenía el nombre del jefe de familia; éste es el orden en que les tocó servir:

José,

Guedalías,

Zacur,

Isrí,

Netanías,

Buquías,

Jesarela,

Isaías,

Matanías,

Simí,

Azarel,

Hasabías,

Subael,

Matatías,

Jeremot,

Hananías,

Josbecasa,

Hananí,

Malotí,

Eliatá,

Hotir,

Guidalti,

Mahaziot,

Romamti-ézer.

1 Crónicas 26

Organización de los vigilantes

1-19 Los encargados de vigilar las entradas del templo de Dios también hicieron un sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Así, los turnos se asignaron sin importar de qué familia era el vigilante, pues todos fueron tratados de la misma manera en que fueron tratados los ayudantes de lossacerdotes. Quedaron repartidos de acuerdo al siguiente orden:

Del grupo familiar de Coré:

Meselemías, hijo de Coré y nieto de Asaf, y sus siete hijos:

Zacarías,

Jediael,

Zebadías,

Jatniel,

Elam,

Johanán,

Eliehoenai.

Obed-edom y sus ocho hijos:

Semaías,

Jozabad,

Joah,

Sacar,

Natanael,

Amiel,

Isacar,

Peultai.

Semaías y sus seis hijos:

Otní,

Rafael,

Obed,

Elzabad,

Elihú,

Samaquías.

Estos seis fueron los jefes de sus grupos familiares. Obed-edom tuvo entonces sesenta y dosdescendientes, pues Dios lobendijodándole muchos hijos. Los hijos y hermanos de Meselemías que sirvieron como vigilantes fueron dieciocho en total. Todos estos fueron hombres famosos por la valentía que mostraban como vigilantes del templo.

Del grupo familiar de Merarí:

Hosá y sus hijos:

Simrí,

Hilquías,

Tebalías,

Zacarías.

Los hijos y hermanos de Hosá fueron en total trece. Hosá nombró a Simrí como el jefe, aunque éste no era su hijo mayor.

Cada día los que vigilaban las entradas se repartían de la siguiente manera:

Seis hombres en la entrada del este, entre los que estaba Selemías.

Cuatro hombres en la entrada del norte, entre los que estaba un consejerosabiollamado Zacarías hijo de Selemías.

Cuatro hombres en la entrada del sur, para vigilar las dos bodegas que allí había. Dos hombres para cada bodega; entre ellos estaban Obed-edom y sus hijos.

Cuatro hombres en la entrada del oeste. Esta entrada estaba junto a la gran cuesta que lleva al patio oeste, y se le llamaba Saléquet. Entre estos vigilantes estaban Supím y Hosá.

Dos hombres para vigilar el patio oeste.

Los tesoreros

20-28 Otros hombres de latribude Leví cuidaban los tesoros del templo y lasofrendasespeciales que elprofetaSamuel, el rey Saúl, el oficial Abner y el oficial Joab habían dado para Dios. Entre esas ofrendas también estaba parte del botín de guerra que el rey David, los jefes de las tribus, y todos los jefes del ejército habían entregado para los gastos del templo de Dios.

Entre estos vigilantes habíadescendientesde Guersón hijo de Moisés, y descendientes de Amram, Zetam y Joel. Unos eran hijos de Jehiel y nietos de Ladán; otros eran hijos de Ishar, Hebrón y Uziel, descendientes de Amram. Otros eran descendientes de Eliézer, el hermano de Guersón, entre los cuales estaban Rehabías, Isaías, Joram, Zicrí y Selomit.

Como jefe de todos estos tesoreros nombraron a Sebuel, descendiente de Guersón.

Otros trabajos fuera del templo

29 Quenanías y sus hijos fueron loslíderesy jueces encargados de los asuntos del gobierno, y no trabajaban en el templo. Ellos erandescendientesde Ishar.

30 Hasabías, que era descendiente de Hebrón, tenía un total de mil setecientos parientes. Todos eran hombres muy valientes, que estaban encargados de todos los asuntos religiosos y políticos de los israelitas que vivían al oeste del Jordán.

31-32 Cuando David tenía ya cuarenta años gobernando, ordenó que se revisaran las listas de los descendientes de Hebrón. El rey se dio cuenta de que entre esos descendientes había en Jazer de Galaad hombres muy valientes. El jefe de todos esos hombres era Jerías, y en total sumaban dos mil setecientos jefes de familia. Entonces el rey David los puso a cargo de todos los asuntos religiosos y políticos de lastribusde Rubén, Gad y la media tribu de Manasés.