2 Reyes 8

La mujer de Sunem recupera sus bienes

1 Dios había anunciado que todo el país iba a pasar hambre durante siete años. Por eso Eliseo le aconsejó a la madre del niño queresucitó: «Vete con tu familia a otro lugar».

2 La mujer siguió el consejo delprofeta, y se fue con su familia a vivir en el país de los filisteos. Allí vivió siete años.

3 Al final de esos siete años, abandonó el territorio de los filisteos, y se fue a hablar con el rey de Israel para que le devolviera su casa y sus tierras.

4-5 El rey le había pedido a Guehazí, el sirviente del profeta Eliseo, que le contara todas las maravillas que había hecho el profeta. Y en el momento en que Guehazí le estaba contando cómo Eliseo había resucitado al hijo de la mujer de Sunem, ésta llegó buscando al rey. Entonces Guehazí le dijo: «Majestad, ¡aquí tiene usted a la madre y al muchacho de quienes le hablaba!»

6 El rey le hizo unas preguntas a la mujer y ella las contestó. Después, el rey llamó a uno de sus ayudantes y le dijo: «Devuélvanle a esta mujer todo lo que le pertenecía y todo lo que han producido sus campos desde el momento en que se fue hasta ahora».

Hazael mata a Ben-hadad

7 Tiempo después, Eliseo se fue a la ciudad de Damasco. Ben-hadad, el rey de Siria, estaba enfermo, y cuando le dijeron que elprofetahabía llegado,

8 le dijo a Hazael: «Toma un regalo y llévaselo al profeta. Dile que le pregunte a Dios si voy a sanar».

9 Hazael fue a buscar a Eliseo, y en cuarenta camellos, le llevó de regalo de lo mejor que había en Damasco. Cuando llegó delante de Eliseo, le dijo:

—Ben-hadad, rey de Siria, te considera como un padre. Me envía para que me digas si él va a sanar de su enfermedad.

10 Eliseo le contestó:

—Ve y dile que sí va a sanar, aunque Dios me hizo saber que muy pronto morirá.

11 Después Eliseo miró fijamente a Hazael hasta que éste se sintió incómodo. El profeta se puso a llorar

12 y Hazael le preguntó:

—Señor, ¿por qué llora?

Eliseo le respondió:

—Porque yo sé todo el mal que vas a causarle a mi pueblo Israel. Vas a quemar sus ciudades amuralladas, y acabarás por completo con todos sus habitantes.

13 Hazael dijo:

—¿Por qué me crees capaz de algo tan terrible? Yo valgo menos que un perro.

Eliseo contestó:

—Ya Dios me hizo saber que tú serás el próximo rey de Siria.

14 Después de eso, Hazael se despidió de Eliseo y fue a ver al rey Ben-hadad, quien le preguntó:

—¿Qué te dijo Eliseo?

Hazael le respondió:

—Me dijo que usted va a sanar de su enfermedad.

15 Pero al día siguiente Hazael tomó un paño, lo mojó en agua y se lo puso en la cara a Ben-hadad hasta asfixiarlo. Después de esto, Hazael se convirtió en el nuevo rey de Siria.

Joram, rey de Judá

16 Joram hijo de Josafat comenzó a reinar en Judá cuando Joram hijo de Ahab ya tenía cinco años de gobernar en Israel.

17 Joram hijo de Josafat tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró ocho años.

18 Joram desobedeció a Dios, al igual que los otros reyes de Israel, y en especial los de la familia de Ahab, porque se casó con la hija de Ahab.

19 A pesar de eso, Dios no quiso destruir a Judá por amor a David, quien le fue fiel, y a quien Dios le había prometido que su familia siempre reinaría.

20 Durante el reinado de Joram, el país de Edom se rebeló contra Judá. Los edomitas ya no querían seguir bajo el dominio de Judá, y por eso nombraron su propio rey.

21 Joram se puso en marcha hacia Saír con todos sus carros de combate. Los edomitas los rodearon, pero Joram y los capitanes de sus carros de combate se levantaron de noche y los atacaron. Sin embargo, el ejército de Edom logró escapar.

22 Hasta el momento en que esto se escribió, Judá no pudo volver a dominar a los edomitas, como tampoco volvió a controlar la ciudad de Libná.

23 Todo lo que hizo Joram está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.

24 Cuando murió, lo enterraron en la Ciudad de David, en la tumba de susantepasados. Después, su hijo Ocozías reinó en su lugar.

Ocozías, rey de Judá

25 Ocozías hijo de Joram comenzó a reinar en Judá cuando Joram hijo de Ahab ya tenía doce años de gobernar en Israel.

26 Ocozías tenía veintidós años cuando comenzó a reinar. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró un año. Su madre se llamaba Atalía y era nieta de Omrí, que fue rey en Israel.

27 Ocozías desobedeció a Dios, pues siguió el mal ejemplo de Ahab y su familia, pues eran parientes.

28 Ocozías se unió con Joram hijo de Ahab, para luchar en Ramot de Galaad contra Hazael, rey de Siria. Pero los sirios hirieron a Joram,

29 y éste regresó a Jezreel para que le curaran las heridas. Entonces Ocozías, rey de Judá, fue a Jezreel a visitar a Joram.

2 Reyes 9

Dios elige a Jehú para ser rey de Israel

1 Un día, elprofetaEliseo llamó a uno de susdiscípulosy le dijo:

«Prepárate para ir a Ramot de Galaad. Toma este frasco de aceite,

2 y cuando llegues allá busca a Jehú, el hijo de Josafat y nieto de Nimsí. Ve a donde está él, sepáralo de sus compañeros y llévalo a otra habitación.

3 Toma el frasco de aceite, derrámalo sobre su cabeza y dile: “Dios te elige para ser rey de Israel”. Después abre la puerta y escapa. No te detengas».

4 Entonces el joven profeta fue a Ramot de Galaad.

5 Cuando llegó, los jefes del ejército estaban reunidos. El profeta dijo:

—Tengo que decirle algo, mi capitán.

Jehú preguntó:

—¿A quién de nosotros?

El profeta respondió:

—A usted, mi capitán.

6 Entonces Jehú y el profeta fueron a otra habitación. Allí el joven profeta derramó el aceite sobre la cabeza de Jehú y dijo:

«El Dios de Israel lo elige a usted para ser rey de su pueblo.

7 Usted matará a toda la familia del rey Ahab. De esa manera les dará el castigo que se merecen, pues Jezabel ordenó matar a los profetas que le fueron fieles a Dios.

8 Toda la familia de Ahab va a morir. Dios acabará con todos losdescendientesde ese rey que aún vivan en Israel, ya sean libres o esclavos.

9 Dios hará con la familia de Ahab lo mismo que hizo con la familia de Jeroboam hijo de Nabat, y con la familia de Baasá hijo de Ahías.

10 Nadie enterrará a Jezabel, pues los perros se comerán su cuerpo en el campo de Jezreel».

Después de esto, el profeta abrió la puerta y escapó.

11 Cuando Jehú fue a reunirse con los demás jefes del ejército, éstos le preguntaron:

—¿Qué quería ese loco? ¿Hay algún problema?

Jehú les contestó:

—Ustedes ya lo conocen; sólo dice tonterías.

12 Ellos le dijeron:

—No es cierto. Dinos qué quería.

Jehú les respondió:

—Me dijo que Dios me eligió para ser rey de Israel.

13 Enseguida cada uno de ellos tomó su capa y la puso sobre los escalones como si fuera una alfombra. Después tocaron la trompeta y gritaron: «¡Viva el rey Jehú!»

Jehú se rebela en contra de Joram

14-16 El rey Joram había ido a la ciudad de Ramot de Galaad para defenderla del ataque de Hazael, rey de Siria. Pero los sirios hirieron a Joram en la batalla y éste tuvo que regresar a la ciudad de Jezreel para curarse. Ocozías, rey de Judá, se enteró de lo sucedido y fue a visitarlo.

Mientras tanto, Jehú hacía planes para matar a Joram, así que les dijo a sus compañeros: «Si ustedes de verdad quieren que yo sea el rey, no permitan que nadie vaya a Jezreel a avisarle a Joram de mis planes».

Entonces Jehú subió a su carro de combate y se fue a Jezreel.

17 Cuando el guardia que estaba en la torre vio a Jehú y a la gente que lo acompañaba, dijo: «¡Viene gente!»

Joram ordenó: «Que vaya un soldado a preguntarles si vienen en son de paz».

18 Entonces uno de los soldados tomó un caballo y fue a encontrarse con Jehú, y le dijo:

—El rey quiere saber a qué vienen.

Jehú le contestó:

—¿A ti qué te importa? ¡Ponte detrás de mí!

El hombre que estaba observando en la torre avisó: «El jinete llegó hasta donde estaban, pero no regresa».

19 Entonces el rey envió a otro jinete. Cuando éste llegó a donde se encontraban Jehú y su gente, les dijo:

—El rey quiere saber si vienen en son de paz.

Jehú le contestó:

—¿A ti qué te importa? ¡Ponte detrás de mí!

20 El hombre de la torre dijo de nuevo: «El otro jinete llegó también, pero no regresa. Por la manera de conducir parece que se trata de Jehú, pues viene muy rápido».

21 Joram entonces ordenó: «¡Preparen mi carro de combate!»

Ellos prepararon el carro, y después Joram y Ocozías salieron en busca de Jehú. Lo encontraron en el campo de Nabot, en Jezreel.

22 Cuando Joram vio a Jehú le dijo:

—¿Vienes como amigo?

Jehú contestó:

—¿Cómo puedo ser amigo tuyo si tu madre sigueadorandoa losídolosy haciendo brujerías?

23 Joram se dio vuelta y escapó mientras le gritaba a Ocozías: «¡Es una traición, Ocozías! ¡Es una traición!»

24 Jehú estiró su arco con todas sus fuerzas, y le disparó una flecha a Joram. La flecha le entró por la espalda y le atravesó el corazón. Joram cayó muerto en su carro.

25 Entonces Jehú le dijo a su sirviente Bidcar:

«Levanta el cuerpo de Joram y llévalo al campo de Nabot, en Jezreel. Recuerdo que cuando tú y yo manejábamos los carros de combate del rey Ahab, Dios dijo en contra de él:

26 “Ayer vi cómo mataron a Nabot y a sus hijos. Te aseguro que en este mismo lugar voy a darte el castigo que mereces”. Por lo tanto, levántalo y arrójalo en el campo de Nabot. Así se cumplirá lo que Dios había anunciado».

Jehú mata a Ocozías

27 Cuando el rey de Judá vio lo que había pasado, escapó hacia Bet-hagán. Pero Jehú lo persiguió, y le ordenó a sus soldados: «¡Mátenlo a él también!»

Ocozías iba en su carro subiendo por Gur, cerca de Ibleam, cuando fue herido por los soldados de Jehú. Sin embargo, Ocozías pudo escapar a Meguido, donde murió a causa de la herida.

28 Sus sirvientes lo llevaron a Jerusalén en un carro, y lo enterraron en la Ciudad de David, en la tumba de susantepasados.

29 Ocozías había comenzado a reinar sobre Judá cuando Joram tenía once años de reinar en Israel.

Muerte de Jezabel

30 Después Jehú fue a Jezreel, y cuando Jezabel se enteró, se pintó los ojos, se adornó el cabello y se asomó por la ventana.

31 Cuando Jehú llegó a la entrada de la ciudad, Jezabel le dijo:

—¿Cómo estás? Eres como Zimrí, un asesino de tu rey.

32 Jehú miró hacia la ventana y preguntó:

—¿Quién está de mi parte? ¿Quién?

Dos o tres oficiales del palacio se asomaron para verlo.

33 Jehú les dijo:

—¡Échenla abajo!

Entonces ellos la arrojaron por la ventana. Su sangre salpicó la pared y a los caballos, los cuales pisotearon su cuerpo.

34 Después Jehú fue a comer y beber, y al terminar ordenó: «Ocúpense del cadáver de esa maldita mujer. Entiérrenla, porque era hija de un rey».

35 Pero cuando fueron a sepultarla, sólo encontraron los huesos de su cabeza y de sus pies, y las palmas de sus manos.

36 Cuando regresaron y se lo contaron a Jehú, él dijo:

«Sucedió tal como lo había anunciado Dios por medio de su servidor Elías, el de Tisbé. Él dijo que los perros se comerían el cuerpo de Jezabel en el campo de Jezreel.

37 También dijo que su cadáver sería como estiércol de animal sobre la tierra de Jezreel, para que nadie pudiera decir que allí están los restos de Jezabel».

2 Reyes 10

Jehú mata a toda la familia de Ahab

1 Ahab tenía setenta hijos que vivían en Samaria. Por eso Jehú mandó cartas a los gobernantes de la ciudad, a loslíderesdel pueblo y a los maestros de los hijos de Ahab. En las cartas les decía:

2 «La ciudad de Samaria está bien protegida. Tiene murallas, armas, caballos y carros de combate. Yo sé que los hijos de Ahab viven con ustedes, así que, en cuanto reciban esta carta,

3 elijan al mejor y más capacitado de ellos, para que reine en lugar de su padre. Después de eso, prepárense para defender a la familia de su rey».

4 Al recibir la carta, ellos sintieron mucho miedo, y dijeron: «Si dos reyes no pudieron vencer a Jehú, ¡tampoco nosotros vamos a poder resistir!»

5 Entonces le respondieron: «Nosotros te serviremos a ti, y haremos lo que nos ordenes; pero de ninguna manera nombraremos un rey. Haz lo que te parezca mejor».

6 Entonces Jehú les escribió otra carta, en la que les decía: «Si ustedes en verdad están de mi parte, córtenles la cabeza a los hijos de Ahab. Y mañana a esta misma hora, vengan a Jezreel y traigan las cabezas».

Los setenta hijos de Ahab estaban con los líderes de la ciudad, quienes los habían criado.

7 Cuando estos hombres recibieron la carta, tomaron a los setenta muchachos y los mataron. Después echaron sus cabezas en unas canastas y se las enviaron a Jehú a la ciudad de Jezreel.

8 Un mensajero fue a avisarle a Jehú que habían traído las cabezas de los hijos de Ahab. Entonces Jehú ordenó:

—Pónganlas en dos montones a la entrada de la ciudad, y déjenlas allí hasta mañana.

9 A la mañana siguiente, Jehú salió, y puesto de pie, le dijo al pueblo:

«Ustedes son inocentes. Yo me puse en contra de mi rey y lo maté. Pero ¿quién mató a todos estos?

10 Sepan que todo lo que Dios dijo en contra de la familia de Ahab se va a cumplir. Dios ha hecho todo lo que había anunciado por medio de suprofetaElías».

11 Jehú mató en Jezreel a todos losdescendientesde Ahab que aún estaban con vida, y también mató a todos sus oficiales, a sus mejores amigos y a sussacerdotes. No dejó a ninguno con vida.

12 Después Jehú se fue a Samaria. En el camino, pasó por un lugar donde acostumbraban reunirse los pastores.

13 Allí se encontró con los hermanos de Ocozías, el que había sido rey de Judá, y les preguntó:

—¿Quiénes son ustedes?

Ellos respondieron:

—Nosotros somos los hermanos de Ocozías. Hemos venido a saludar a los hijos del rey Ahab y de la reina Jezabel.

14 Entonces Jehú ordenó:

—¡Atrápenlos!

Sus sirvientes los atraparon y los mataron junto al pozo de aquel lugar. Eran cuarenta y dos hombres, y ¡no dejaron a ninguno con vida!

15 Cuando Jehú salió de allí, encontró a Jonadab hijo de Recab, que había ido a buscarlo. Jehú lo saludó, y luego le preguntó:

—¿Eres sincero conmigo, como yo lo soy contigo?

Jonadab le contestó:

—Por supuesto.

Jehú le dijo:

—Si es así, dame la mano.

Jonadab le dio la mano, y Jehú lo ayudó a subir a su carro.

16 Después le dijo:

—Ven conmigo. Vas a ver cuánto amo a mi Dios.

Y Jehú se llevó a Jonadab en su carro.

17 Cuando llegaron a Samaria, Jehú mató a todos los descendientes de Ahab que allí quedaban. Ni uno solo quedó con vida, y así se cumplió lo que Dios había dicho por medio de Elías.

Jehú combate el culto a Baal

18 Después Jehú reunió a todo el pueblo y le dijo:

«Ahabadoróa Baal, pero yo lo voy a adorar aún más.

19 Así que llamen a todos losprofetasde Baal, a todos los que lo adoran y a todos sussacerdotes. ¡Que no falte ninguno, porque tengo que ofrecer un gransacrificiopara Baal! El que falte, morirá».

Pero al decir esto, Jehú no hablaba en serio, lo que quería era matar a los que adoraban a Baal.

20-21 Por eso ordenó que se celebrara una reunión importante para adorarlo, y envió mensajeros a todo Israel. Todos los que adoraban a Baal llegaron a su templo. No faltó ninguno de ellos, por lo que el templo se llenó completamente.

22 Entonces Jehú le ordenó al que estaba encargado de la ropa de los sacerdotes: «Saca ropas especiales para todos los adoradores de Baal», y ese hombre así lo hizo.

23 Después Jehú entró al templo de Baal, acompañado de Jonadab, y dijo a los adoradores de ese dios: «Aquí sólo deben estar los adoradores de Baal. Procuren que no haya nadie que adore al Dios de Israel».

24 Los adoradores de Baal entraron en el templo para ofrecer sacrificios. Mientras tanto, Jehú puso afuera a ochenta hombres y les dijo: «Si alguno de ustedes deja escapar a uno solo de los adoradores de Baal, lo pagará con su propia vida».

25 Cuando Jehú terminó de ofrecer el sacrificio, les dijo a los soldados: «¡Entren y maten a todos! ¡Que no escape nadie!»

Entonces ellos entraron y los mataron, y luego sacaron de allí los cuerpos. Después entraron en la sala principal del templo de Baal,

26 y sacaron las imágenes de Astarté y las quemaron.

27 También destruyeron el altar de Baal y su templo, y lo convirtieron en un basurero, el cual permaneció allí hasta el día en que esto se escribió.

28 De esta manera Jehú sacó de Israel todo lo que tenía que ver con Baal.

29 Pero Jehú siguiópecando, como lo había hecho Jeroboam hijo de Nabat. Jehú hizo pecar a los israelitas, porque siguió adorando a los toros de oro que había en Dan y en Betel.

30 Dios le dijo a Jehú: «Has actuado bien. Destruiste a la familia de Ahab, tal como yo quería. Por eso tus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos reinarán en Israel».

31 A pesar de eso, Jehú no se preocupó por obedecer de todo corazón los mandatos del Dios de Israel. Siguió cometiendo los mismos pecados que Jeroboam, quien hizo pecar a los israelitas.

32-33 Por aquel tiempo, Dios comenzó a hacer más pequeño el territorio israelita. El rey Hazael venció a los israelitas y les quitó las regiones de Galaad y Basán, al este del río Jordán, y la región al norte de Aroer, cerca del río Arnón. Éste era el territorio de lastribusde Gad, Rubén y Manasés.

34 Todo lo que hizo Jehú, y cómo demostró su poder, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

35-36 Jehú reinó sobre Israel veintiocho años. Vivió en la ciudad de Samaria, y cuando murió, lo enterraron allí. Su hijo Joacaz reinó en su lugar.

2 Reyes 11

Atalía, reina de Judá

1 Cuando Atalía, la madre de Ocozías, se enteró de que su hijo había muerto, ordenó matar a toda la familia del rey.

2 Pero Joseba hija del rey Joram y hermana de Ocozías, tomó a Joás, que era uno de los hijos de Ocozías, y lo escondió con su niñera en el dormitorio. Así escapó Joás de la muerte,

3 y estuvo escondido con su niñera en el templo de Dios durante seis años. Mientras tanto, Atalía reinaba en el país.

4 Al séptimo año, elsacerdoteJoiadá mandó llamar a los capitanes de la guardia personal del rey y a los jefes de la guardia del palacio, y los hizo entrar en el templo para hablar con ellos. Allí Joiadá les pidió jurar que guardarían en secreto lo que les iba a revelar. Luego les mostró al hijo del rey,

5 y les ordenó:

«Esto es lo que quiero que hagan. Una tercera parte de ustedes estará de guardia en el palacio el sábado.

6 La otra cuidará la entrada de los cimientos y la última cuidará la entrada trasera del cuartel de la guardia. De esta manera tendrán vigilado el palacio.

7 Los dos grupos que no estén de guardia el sábado, vigilarán el templo de Dios.

8 Deberán rodear al rey y protegerlo de cualquiera que se le acerque. Si alguien lo hiciera, deberán matarlo; por eso quiero que cada uno tenga sus armas en la mano. Ustedes acompañarán al rey a dondequiera que él vaya».

9 Los capitanes hicieron todo lo que se les ordenó. Cada capitán llevó delante del sacerdote Joiadá a sus hombres, tanto a los que iban a estar de guardia el sábado como a los que no lo estarían.

10 El sacerdote les dio a los capitanes las lanzas y los escudos que estaban en el templo, y que habían sido del rey David.

11 Los guardias, con sus armas en la mano, rodearon el altar y el templo desde la parte sur hasta la parte norte, y así protegieron al rey.

12 Entonces Joiadá sacó a Joás, le puso la corona y le dio un documento con instrucciones para gobernar. Después le derramó aceite en la cabeza y así lo nombró rey. Todos aplaudieron y gritaron: «¡Viva el rey!»

13 Cuando Atalía escuchó el alboroto que hacían los guardias y la gente, fue al templo.

14 Allí vio a Joás de pie, al lado de la columna del templo, como era la costumbre al nombrarse un rey. Junto a él estaban los capitanes y los músicos; la gente, llena de alegría, tocaba las trompetas. Entonces Atalía rompió su ropa y gritó: «¡Traición! ¡Traición!»

15 El sacerdote Joiadá les ordenó a los capitanes del ejército: «¡No la maten en el templo, mátenla afuera, y también a cualquiera que la defienda!»

16 Así que la tomaron presa, la sacaron por la puerta del establo, la llevaron al palacio y allí la mataron.

17 Después Joiadá les pidió al rey y al pueblo apoyarse mutuamente. También les pidió que se mantuvieran fieles a Dios.

18 Después todos fueron al templo de Baal y lo derribaron, y destruyeron los altares y losídolos. En cuanto al sacerdote de Baal, que se llamaba Matán, le cortaron la cabeza frente a los altares.

Joiadá dejó una guardia vigilando el templo de Dios,

19 y luego reunió al resto de los soldados y a toda la gente. Entre todos ellos llevaron al rey desde el templo hasta el palacio, entrando por el portón de la guardia. El rey Joás se sentó en el trono,

20 y todo el pueblo hizo fiesta.

Después de la muerte de Atalía, la ciudad vivió tranquila.

Joás, rey de Judá

21 Joás comenzó a reinar en Judá a los siete años de edad,

2 Reyes 12

1 cuando Jehú tenía ya siete años de gobernar en Samaria. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró cuarenta años. Su madre era de Beerseba, y se llamaba Sibiá.

2 Joás obedeció a Dios en todo, pues así lo educó elsacerdoteJoiadá.

3 Pero no quitó los pequeños templos donde el pueblo seguía ofreciendosacrificiosy quemandoinciensoa losídolos.

4-5 Un día Joás le dijo a los sacerdotes:

«Recojan ustedes el dinero de lasofrendasque la gente lleva al templo de Dios, tanto las ofrendas obligatorias como las voluntarias. Tomen todo ese dinero y úsenlo para las reparaciones del templo».

6 Pero veintitrés años después, los sacerdotes aún no habían reparado el templo.

7 Entonces Joás llamó al sacerdote Joiadá y a los demás sacerdotes, y les preguntó: «¿Por qué no están reparando el templo? Les prohíbo pedirle a la gente más dinero. Y devuelvan el dinero que tengan para que se hagan las reparaciones que ordené».

8 Los sacerdotes estuvieron de acuerdo en no seguir manejando el dinero, ni en seguir a cargo de las reparaciones del templo.

9 Entonces el sacerdote Joiadá tomó un cofre y le hizo un agujero en la tapa. Después fue al templo, llegó hasta donde estaba el altar, y colocó el cofre a la derecha. Los sacerdotes que cuidaban la entrada del templo ponían en el cofre todo el dinero que la gente llevaba.

10 Cuando el cofre se llenaba, venían el secretario del rey y el jefe de los sacerdotes a contar todo el dinero y a ponerlo en bolsas.

11-12 Después de anotar cuánto había, se lo daban a los encargados de las reparaciones del templo de Dios, y ellos les pagaban a todos los trabajadores. También compraban madera y piedras cortadas a la medida, y pagaban cualquier otro gasto de los arreglos del templo.

13-14 El dinero que la gente llevaba se entregaba a los encargados, y se usaba sólo en los arreglos del templo. No se usaba para hacer copas de plata ni tijeras para cortar las mechas quemadas de las lámparas ni tazones, ni trompetas ni otros utensilios de oro y plata.

15 Los que recibían el dinero para pagar los gastos de la reparación del templo eran honestos, por lo que no se les pedían cuentas.

16 El dinero que la gente daba como ofrenda por el perdón depecadosno lo llevaban al templo, porque era para los sacerdotes.

17 En aquel tiempo Hazael, rey de Siria, atacó la ciudad filistea de Gat y se apoderó de ella. De allí partió hacia la ciudad de Jerusalén, con el fin de atacarla.

18 Entonces Joás, rey de Judá, tomó todos los objetos que susantepasadosJosafat, Joram y Ocozías habían dado para el templo. También tomó los objetos que él mismo había dedicado a Dios, y todo el oro que encontró en los tesoros del templo de Dios y en el palacio. Luego envió todo eso a Hazael, quien al recibirlo suspendió el ataque a Jerusalén.

19 Todo lo que hizo Joás está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.

20 Un día, los oficiales de Joás se pusieron en contra de él y lo mataron en el edificio construido sobre el relleno al este de la ciudad, cerca del camino a Silá.

21 Los oficiales que lo asesinaron fueron Josacar hijo de Simat, y Jozabad hijo de Somer. Después lo enterraron en la tumba de sus antepasados en la Ciudad de David. Su hijo Amasías reinó en su lugar.

2 Reyes 13

Joacaz, rey de Israel

1 Joacaz hijo de Jehú comenzó a reinar sobre Israel cuando Joás hijo de Ocozías ya tenía veintitrés años de gobernar en Judá. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado duró diecisiete años.

2 Joacaz desobedeció a Dios y cometió los mismospecadosque Jeroboam, quien hizo que los israelitas pecaran, y nunca se arrepintió de hacerlo.

3 Por eso Dios se enojó y permitió que Hazael, rey de Siria, y su hijo Ben-hadad, vencieran a Israel en varias oportunidades.

4-7 Hazael destruyó el ejército de Joacaz, y sólo le dejó cincuenta jinetes, diez carros de combate y diez mil soldados de infantería.

Preocupado por esto, Joacaz oró a Dios, pues Hazael estaba haciendo sufrir mucho a los israelitas. En respuesta a su oración, Dios envió a un hombre que los libró del poder de los sirios, y así volvió a reinar la paz en los hogares israelitas. A pesar de esto, los israelitas no dejaron de cometer los mismos pecados que habían cometido losdescendientesde Jeroboam, quien había hecho pecar a Israel. Al contrario, continuaron pecando y no quitaron de Samaria la imagen de la diosa Astarté.

8 Todo lo que hizo Joacaz, y cómo demostró su poder, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

9 Cuando Joacaz murió, lo enterraron en Samaria. Su hijo Joás reinó en su lugar.

Joás, rey de Israel

10 Joás hijo de Joacaz comenzó a reinar sobre Israel cuando el rey de Judá, que también se llamaba Joás, tenía ya treinta y siete años de gobernar. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado duró dieciséis años.

11 Joás desobedeció a Dios, y cometió los mismospecadosque Jeroboam había cometido, con los cuales hizo pecar a los israelitas.

12 Todo lo que hizo Joás, y el poder con que luchó contra Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

13 Cuando Joás murió, lo enterraron en Samaria, en la tumba de los reyes de Israel. Su hijo Jeroboam reinó en su lugar.

Muerte de Eliseo

14 Eliseo se puso tan enfermo que estaba a punto de morir. Joás, rey de Israel, fue a verlo, y lloró por él, diciendo: «¡Mi señor, mi señor! ¡Fuiste más importante para Israel que los carros de combate y los soldados de caballería!»

15 Eliseo le dijo:

—Toma un arco y algunas flechas.

El rey así lo hizo,

16 y Eliseo le dijo:

—Prepara el arco para disparar.

Él lo preparó. Entonces Eliseo puso sus manos sobre las de Joás,

17 y le ordenó:

—Abre la ventana que da al este.

El rey la abrió, y Eliseo le dijo:

—¡Dispara!

El rey disparó la flecha, y Eliseo exclamó:

—¡Esa flecha es una señal de Dios! Él te dará la victoria sobre Siria. Lucharás contra los sirios en Afec, y los vencerás por completo.

18 Después Eliseo le dijo al rey:

—Toma las flechas.

El rey las tomó, y Eliseo le dijo:

—¡Golpea el piso con las flechas!

El rey golpeó el piso tres veces y se detuvo.

19 Entonces elprofetase enojó con él y le dijo:

—¡Tendrías que haber golpeado el piso cinco o seis veces! Si lo hubieras hecho así, habrías podido vencer a Siria de una vez por todas. Pero ahora sólo vas a derrotarla tres veces.

20-21 Después de esto Eliseo murió, y lo enterraron.

Tiempo después, en cierta ocasión, unos israelitas estaban enterrando a un hombre, y de repente fueron atacados por un grupo de bandidos moabitas que todas las primaveras atacaban el país de Israel. Así que, para huir rápidamente, los israelitas arrojaron al muerto en la tumba de Eliseo. En cuanto el cuerpo tocó los huesos de Eliseo, el muerto volvió a vivir y se puso de pie.

22 Hazael, rey de Siria, había hecho sufrir a Israel durante todo el reinado de Joacaz.

23 Pero Dios demostró su amor por los israelitas, y los ayudó, pues había hecho unpactocon Abraham, Isaac y Jacob. Por eso no destruyó a Israel por completo, y hasta el momento en que esto se escribió, Dios siguió protegiendo a los israelitas.

24 Cuando murió Hazael, su hijo Ben-hadad reinó en su lugar.

25 Entonces Joás, rey de Israel, se enfrentó a Ben-hadad en tres batallas, y en todas lo derrotó. Así recuperó las ciudades que Hazael le había quitado en la guerra a Joacaz, su padre.

2 Reyes 14

Amasías, rey de Judá

1-2 Amasías comenzó a reinar en Judá a los veinticinco años, cuando Joás tenía ya dos años de gobernar en Israel. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró veintinueve años. Su madre, que era de esa ciudad, se llamaba Joadán.

3 Amasías obedeció a Dios en todo, aunque no fue tan bueno como suantepasadoDavid. Amasías, al igual que su padre Joás,

4 no quitó los pequeños templos donde el pueblo seguía quemandoinciensoy ofreciendosacrificiosa los dioses.

5 Cuando Amasías creyó que tenía el control del país, mató a todos los oficiales que habían asesinado a su padre.

6 Sin embargo, no mató a los hijos de los asesinos, pues en la ley que Dios le dio a Moisés dice: «Nadie debe ser castigado por un crimen que no ha cometido. Los padres no deben morir por culpa de sus hijos; y los hijos no deben morir por culpa de sus padres».

7 Amasías mató a diez mil edomitas en el Valle de la Sal y conquistó la ciudad de Selá, a la cual le cambió el nombre por el de Jocteel, y éste ha sido su nombre hasta el día en que esto se escribió.

8 Un día Amasías le envió un mensajero a Joás, rey de Israel, en el que le declaraba la guerra.

9 Joás le contestó a Amasías:

«Una vez un pequeño arbusto le mandó a decir a un gran árbol: “Dale tu hija a mi hijo, para que sea su esposa”. Pero una fiera del Líbano pasó y aplastó al arbusto.

10 No hay duda de que has vencido a Edom, y eso hace que te sientas orgulloso. Mejor alégrate en tu triunfo y quédate tranquilo en tu casa. No provoques un desastre ni para ti ni para Judá».

11 Sin embargo, Amasías no hizo caso y se fue a luchar contra Joás. La batalla tuvo lugar en Bet-semes, que está en el territorio de Judá.

12 Los soldados de Joás derrotaron a los de Amasías, quienes huyeron a sus casas.

13 Luego de capturar a Amasías, Joás fue a Jerusalén, y allí derribó ciento ochenta metros de la muralla de la ciudad, desde el Portón de Efraín hasta el Portón de la Esquina.

14 Se apoderó de todo el oro, la plata y los objetos que había en el templo de Dios y en el palacio. Tomó luego varios prisioneros y regresó a Samaria.

15 Todo lo que hizo Joás, su poder y su victoria sobre Amasías, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

16 Cuando murió, lo enterraron en Samaria, en la tumba de los reyes de Israel. Su hijo Jeroboam reinó en su lugar.

17 Amasías, rey de Judá, vivió quince años más que Joás, rey de Israel.

18 Todo lo que hizo Amasías está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.

19 Algunos se pusieron en contra de Amasías en la ciudad de Jerusalén, y aunque él escapó a la ciudad de Laquis, lo siguieron hasta allí y lo mataron.

20 Su cuerpo fue cargado sobre un caballo y llevado a Jerusalén, la Ciudad de David, donde lo sepultaron en la tumba de sus antepasados.

21 Luego el pueblo llamó a Azarías, que tenía dieciséis años, y lo nombró rey en lugar de su padre Amasías.

22 Azarías reconstruyó la ciudad de Elat y la recuperó para Judá.

Jeroboam II, rey de Israel

23 Jeroboam hijo de Joás comenzó a reinar en Israel cuando Amasías tenía ya quince años de gobernar en Judá. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado duró cuarenta y un años.

24 Jeroboam desobedeció a Dios, pues se comportó igual que Jeroboam hijo de Nabat, quien hizopecara Israel.

25-27 Dios se dio cuenta de que todos los israelitas estaban sufriendo mucho y no tenían quien los ayudara. Entonces los salvó por medio de Jeroboam, pues aún no había decidido hacer desaparecer de esta tierra al pueblo de Israel. Jeroboam recuperó el territorio que Israel había perdido, el cual se extendía desde la entrada de Hamat hasta el mar de Arabá. Esto había sido ya anunciado por medio de Jonás hijo de Amitai,profetade Dios que era de la ciudad de Gat-héfer.

28 Todo lo que hizo Jeroboam, su poder y cómo luchó y recuperó las ciudades de Damasco y Jamat para Israel, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

29 Cuando Jeroboam murió lo enterraron en la tumba de susantepasados. Su hijo Zacarías reinó en su lugar.

2 Reyes 15

Azarías, rey de Judá

1-2 Azarías hijo de Amasías comenzó a reinar a los dieciséis años en Judá, cuando Jeroboam ya tenía veintisiete años de gobernar en Israel. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró cincuenta y dos años. Su madre, que era de esa ciudad, se llamaba Jecolías.

3 Azarías obedeció a Dios en todo, al igual que lo hizo su padre Amasías.

4 Sin embargo, no quitó los pequeños templos de las colinas, en los que la gente seguía ofreciendosacrificiosy quemandoinciensoa los dioses.

5 Por eso Dios castigó a Azarías haciendo que se enfermara delepra, y eso lo obligó a vivir, hasta el día de su muerte, en un lugar aparte dentro del palacio. Su hijo Jotam se encargó de gobernar al pueblo.

6 Todo lo que hizo Azarías está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.

7 Cuando murió, lo enterraron en la Ciudad de David, en la tumba de susantepasados. Su hijo Jotam reinó en su lugar.

Zacarías, rey de Israel

8 Zacarías hijo de Jeroboam comenzó a reinar en Israel cuando Azarías tenía ya treinta y ocho años de gobernar en Judá. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado sólo duró seis meses.

9 Zacarías no obedeció a Dios, tal y como lo habían hecho susantepasados, pues no dejó de cometer los mismospecadoscon los que Jeroboam hijo de Nabat hizo pecar a Israel.

10 Salum hijo de Jabés se puso en contra de Zacarías y lo atacó en Ibleam, donde lo mató, y luego reinó en su lugar.

11 Todo lo que hizo Zacarías está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

12 Así se cumplió lo que Dios le había prometido a Jehú: «Tus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos reinarán en Israel».

Salum, rey de Israel

13 Salum hijo de Jabés comenzó a reinar cuando Ozías tenía ya treinta y nueve años de gobernar en Judá. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado duró sólo un mes,

14 pues Menahem hijo de Gadí vino desde Tirsá, atacó a Salum, y lo mató. Así fue como Menahem se convirtió en rey de Israel.

15 Todo lo que hizo Salum, y su rebelión en contra de Zacarías, está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

Menahem, rey de Israel

16 En ese tiempo Menahem atacó a la ciudad de Tífsah, y desde Tirsá se apoderó de todo lo que había en ella y sus alrededores. También mató a todos sus habitantes, incluyendo a las mujeres embarazadas, porque no quisieron que fuera su rey.

17 Menahem hijo de Gadí comenzó a reinar sobre Israel cuando Azarías tenía ya treinta y nueve años de gobernar en Judá. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado duró diez años.

18 Menahem no obedeció a Dios, pues nunca dejó de cometer los mismospecadoscon los que Jeroboam hijo de Nabat hizo pecar a Israel.

19 En ese tiempo Tiglat-piléser, rey de Asiria, invadió el país. Entonces Menahem le regaló treinta y tres mil kilos de plata para que lo dejara mantener el control de Israel.

20 Para conseguir la plata, Menahem obligó a todos los ricos a pagar unimpuestode más de medio kilo de plata cada uno. Entonces Tiglat-piléser se regresó a su país.

21 Todo lo que hizo Menahem está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

22 Cuando murió, su hijo Pecahías reinó en su lugar.

Pecahías, rey de Israel

23 Pecahías hijo de Menahem comenzó a reinar sobre Israel cuando Azarías tenía ya cincuenta años de gobernar en Judá. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado duró dos años.

24 Pecahías desobedeció a Dios, pues nunca dejó de cometer los mismospecadoscon los que Jeroboam hijo de Nabat hizo pecar a Israel.

25 Uno de los jefes del ejército, llamado Pécah hijo de Remalías, se puso en contra de Pecahías. Con la ayuda de cincuenta hombres de Galaad, fue al palacio y allí mató a Pecahías y también a dos hombres más llamados Argob y Arie. Así fue como Pécah se convirtió en rey de Israel.

26 Todo lo que hizo Pecahías está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

Pécah, rey de Israel

27 Pécah hijo de Remalías comenzó a reinar en Israel cuando Azarías tenía ya cincuenta y dos años de gobernar en Judá. La capital de su reino fue Samaria, y su reinado duró veinte años.

28 Pécah no obedeció a Dios, pues no dejó de cometer los mismospecadoscon los que Jeroboam hijo de Nabat hizo pecar a Israel.

29 En ese tiempo llegó Tiglat-piléser, y conquistó las ciudades de Iión, Abel-bet-maacá, Janóah, Quedes, Hasor, Galaad, Galilea y toda la región de Neftalí. A los habitantes de esos lugares se los llevó prisioneros.

30 Entonces Oseas hijo de Elá se puso en contra de Pécah, y lo mató. Así fue como Oseas se convirtió en rey de Israel cuando Jotam hijo de Ozías tenía ya veinte años de gobernar en Judá.

31 Todo lo que hizo Pécah está escrito en el libro de la historia de los reyes de Israel.

Jotam, rey de Judá

32-33 Jotam hijo de Ozías comenzó a reinar en Judá a los veinticinco años, cuando Pécah tenía ya dos años de gobernar en Israel. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró dieciséis años. Su madre se llamaba Jerusá hija de Sadoc.

34 Jotam obedeció a Dios, tal y como lo había hecho su padre Ozías.

35 Jotam construyó el portón superior del templo de Dios, sin embargo, no quitó los pequeños templos de las colinas, en los que la gente seguía ofreciendosacrificiosy quemandoinciensoa los dioses.

36 Todo lo que hizo Jotam está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.

37 Por ese tiempo, Dios comenzó a enviar a Resín, rey de Siria, y a Pécah, rey de Israel, a luchar contra Judá.

38 Cuando Jotam murió, lo enterraron en la Ciudad de David, en la tumba de susantepasados. Su hijo Ahaz reinó en su lugar.

2 Reyes 16

Ahaz, rey de Judá

1-2 Ahaz hijo de Jotam comenzó a reinar en Judá a los dieciséis años, cuando Pécah ya tenía diecisiete años de gobernar en Israel. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró dieciséis años. Tampoco siguió el ejemplo de suantepasadoDavid, sino que desobedeció a Dios,

3 tal como lo habían hecho los otros reyes de Israel. Ahaz mandó a quemar a su hijo como unsacrificioen honor de un dios falso, y así siguió la costumbre vergonzosa de las naciones que Dios había expulsado del territorio israelita.

4 También ofreció sacrificios y quemóinciensoa los dioses en los pequeños templos de las colinas y bajo la sombra de los grandes árboles.

5-6 Para aquel tiempo, Resín, rey de Siria, había recuperado para su país la ciudad de Elat, y había expulsado de ella a los de Judá. Hasta el momento en que esto se escribió, los sirios continuaban viviendo allí. Después de esto, Resín y Pécah, rey de Israel, marcharon hacia Jerusalén con el fin de atacarla. Sin embargo, aunque rodearon la ciudad, no pudieron vencer a Ahaz.

7-8 Entonces Ahaz tomó oro y plata del templo de Dios y del tesoro del palacio, y se lo envió de regalo a Tiglat-piléser, rey de Asiria, junto con este mensaje: «Yo soy tu humilde servidor y sólo en ti encuentro protección. Ven y líbrame de los reyes de Siria y de Israel, pues me están atacando».

9 Tiglat-piléser decidió ayudar a Ahaz, y atacó la ciudad de Damasco, capital de Siria. Conquistó la ciudad, mató al rey Resín, y luego se llevó prisioneros a los habitantes y los dejó en Quir.

10 Cuando el rey Ahaz fue a Damasco para encontrarse con Tiglat-piléser, vio un altar que había allí y le gustó. Entonces le envió alsacerdoteUrías un dibujo exacto de ese altar con todos sus detalles.

11 Urías construyó un altar siguiendo las instrucciones que Ahaz le había mandado, y lo terminó antes de que éste regresara.

12 Cuando Ahaz regresó de Damasco fue a ver el altar,

13 y ofreció un sacrificio sobre él. Presentó además unaofrendade cereales, y sobre el altar derramó vino y un poco de la sangre de los sacrificios de reconciliación.

14 Después de esto, Ahaz quitó el altar de bronce que estaba frente al templo de Dios y lo puso a un lado, y en su lugar puso el altar que había mandado a construir.

15 Luego Ahaz le ordenó al sacerdote Urías:

«Usa el altar que acabas de construir para ofrecer los sacrificios de la mañana, la ofrenda de cereales de la tarde, los sacrificios de animales quemados, y las ofrendas de cereales y de vino de todo el pueblo. Luego rocía ese altar con la sangre de los animales sacrificados. El altar de bronce lo usaré sólo para consultar a Dios».

16 El sacerdote Urías hizo todo lo que el rey Ahaz le ordenó.

17 Después el rey quitó los diez recipientes de bronce y el gran tanque de agua que estaba encima de los toros de bronce y lo colocó sobre una base de piedra.

18 También quitó del templo la sala especial que sólo se usaba lossábadospara laadoración, y quitó la entrada exterior reservada para el rey. Hizo todo esto con el fin de agradar al rey de Asiria.

19 Todo lo que hizo Ahaz está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.

20 Cuando murió lo enterraron en la Ciudad de David, en la misma tumba de sus antepasados. Su hijo Ezequías reinó en su lugar.

2 Reyes 17

Los asirios vencen a los israelitas

1 Oseas hijo de Elá comenzó a reinar en Israel cuando Ahaz tenía ya doce años gobernando sobre Judá. Reinó nueve años, durante los cuales vivió en Samaria.

2 Oseas desobedeció a Dios, aunque no tanto como los reyes de Israel anteriores a él.

3 Salmanasar, rey de Asiria, atacó a Oseas, lo dominó y lo obligó a pagarleimpuestos.

4 Pero un día, Oseas se rebeló, envió hombres a Lais con un mensaje para el rey de Egipto, y no le pagó los impuestos a Salmanasar, como lo había hecho en años anteriores. Cuando el rey de Asiria lo descubrió, mandó a arrestar a Oseas y ponerlo en la cárcel.

5 Después invadió todo el país, fue a la ciudad de Samaria y la estuvo atacando durante tres años.

6 Al final, a los nueve años del reinado de Oseas, el rey de Asiria se apoderó de Samaria y se llevó prisioneros a los israelitas hasta su país. Los ubicó en Halah, en la región del río Habor, en Gozán, y en las ciudades de los medos.

7 Esto sucedió porque los israelitas habíanpecadoen contra de su único y verdadero Dios, que los había sacado de Egipto librándolos del poder del rey. Ellosadorarona otros dioses,

8 y siguieron las mismas costumbres de las naciones que Dios había expulsado de su territorio, y también las costumbres que habían introducido los reyes de Israel.

9 También trataron de ocultarle a Dios su mal comportamiento, y construyeron otros altares de adoración, tanto en las ciudades grandes como en las torres de vigilancia.

10 Hicieron imágenes de la diosa Astarté y las pusieron en todas las colinas y debajo de la sombra de todos los grandes árboles.

11 También quemaroninciensocomo hacían las naciones que Dios había expulsado de ese territorio cuando llegaron los israelitas, y así desobedecieron a Dios. Por eso Dios se enojó,

12 pues adoraronídolosaunque él se los había prohibido terminantemente.

13 Por medio de losprofetas, Dios les había advertido muchas veces a los de Israel y de Judá que dejaran de hacer lo malo y obedecieran losmandamientosque les había dado a susantepasados.

14 Pero ellos no hicieron caso ni confiaron en Dios, sino que fueron tercos, como sus antepasados.

15 No obedecieron los mandamientos ni elpactoque Dios había hecho con el pueblo de Israel. Adoraron ídolos que no valían nada, y por eso ellos mismos llegaron a ser un pueblo que no valía nada. Imitaron a las naciones vecinas, aunque Dios les había prohibido hacerlo.

16 Desobedecieron todos los mandamientos de su Dios, y fabricaron dos toros de oro para adorarlos. Además, hicieron una imagen de Astarté, y adoraron a Baal y al sol, la luna y las estrellas.

17 Quemaron a sus hijos e hijas para ofrecerlos comosacrificios, fueron a consultar con adivinos y brujos que pretendían saber el futuro, y se dedicaron por completo a hacer lo malo, por lo que hicieron enojar a Dios.

18 Dios estaba tan enojado con los israelitas que los abandonó y dejó que se los llevaran prisioneros. Los únicos israelitas que Dios no entregó como prisioneros fueron los de Judá.

19 Sin embargo, ellos tampoco obedecieron los mandamientos de Dios sino que siguieron las mismas costumbres que los de Israel.

20 Entonces Dios también los abandonó y los hizo sufrir, pues dejó que sus enemigos los atacaran y los vencieran.

21 Cuando Dios quitó del trono de Israel a losdescendientesde David, los israelitas nombraron rey a Jeroboam hijo de Nabat, quien los hizo apartarse de Dios y pecar en gran manera.

22 El pueblo de Israel no dejó de cometer los mismos pecados que Jeroboam había cometido.

23 Entonces Dios los abandonó, tal como había anunciado por medio de sus profetas. Por eso los israelitas fueron llevados prisioneros a Asiria, y allí han estado hasta el momento en que esto se escribió.

El rey de Asiria envía habitantes a Samaria

24 El rey de Asiria llevó gente de Babilonia, Cuta, Avá, Hamat y Sefarvaim, y la ubicó en las ciudades de Samaria en lugar de los israelitas que antes vivían allí. Así, esa gente se apoderó de Samaria y habitó en sus ciudades.

25 Desde un principio, no mostraron ningún respeto a Dios, por eso él les mandó leones que mataron a algunos de ellos.

26 Entonces le dijeron al rey de Asiria: «La gente que usted llevó a vivir en las ciudades de Samaria no sabe cómoadoraral Dios de ese lugar. Por ese motivo Dios les envió leones que los están matando».

27 Al escuchar esto, el rey de Asiria ordenó: «Envíen a uno de lossacerdotesisraelitas que trajeron a vivir a Asiria, para que viva allá y les enseñe a adorar a su Dios».

28 Así que uno de los sacerdotes que habían echado de Samaria fue a vivir a Betel y les enseñó a adorar a Dios.

29 Pero cada pueblo se fabricó su propio dios en la ciudad donde habitaba, y lo puso en los pequeños templos que los samaritanos habían construido en las colinas.

30 Los de Babilonia hicieron una imagen de su dios Sucot-benot; los de Cuta, una de Nergal; y los de Hamat, una de Asimá.

31 Los de Avá fabricaron una imagen de Nibhaz y otra de Tartac, y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos y los ofrecían comosacrificioa sus dioses Adramélec y Anamélec.

32 Además, aunque ellos adoraban a Dios, eligieron sacerdotes de su pueblo para ofrecer sacrificios en los pequeños templos de las colinas.

33 Así que adoraban al Dios verdadero, pero también a sus propios dioses, como hacían en los países de los que venían.

34 Ellos continuaron con este comportamiento hasta el momento en que esto se escribió, pues no adoraron a Dios ni obedecieron losmandamientosque él dio a su pueblo Israel.

35-39 Dios había hecho unpactocon ellos y les había ordenado:

«No adoren a otros dioses, no se inclinen delante de ellos, no los alaben ni les ofrezcan sacrificios. Yo soy el Dios verdadero; adórenme y ofrézcanme sacrificios sólo a mí, pues yo los saqué de Egipto mostrando mi gran poder. También deben obedecer todos los mandamientos que les di por escrito. No olviden el pacto que hice con ustedes, ni adoren a otros dioses. Yo los libraré del poder de sus enemigos».

40 Sin embargo, esas naciones no obedecieron a Dios, sino que siguieron las costumbres que tenían antes.

41 Adoraban a Dios, pero al mismo tiempo adoraban a sus dioses. Y los que nacieron después siguieron haciendo lo mismo hasta el momento en que esto se escribió.