Lamentaciones 5

Quinto lamento

El pueblo de Jerusalén

1 Dios mío, fíjate en nuestra desgracia;

date cuenta de que nos ofenden.

2 Nuestras tierras y nuestra patria

han caído en manos de extranjeros.

3 Nos hemos quedado sin padre;

nuestras madres han quedado viudas.

4 ¡Hasta el agua y la leña

tenemos que pagarlas!

5 El enemigo nos persigue.

Nos tiene acorralados.

6 ¡A nuestros peores enemigos,

tenemos que pedirles alimento!

7 Pecaronnuestrosantepasados,

¡y Dios nos castigó a nosotros!

8 Los esclavos se creen reyes,

¡y no podemos librarnos de ellos!

9 Para conseguir alimentos,

arriesgamos la vida en el desierto.

10 Tanta es el hambre que tenemos

que hasta deliramos.

11 En todas nuestras ciudades

violaron a nuestras mujeres.

12 No respetaron a nuestros jefes;

¡los colgaron de las manos!

13 Nuestros jóvenes y niños

cargan leña como esclavos.

14 Ya los jóvenes no cantan

ni se reúnen los ancianos.

15 No tenemos motivo de alegría;

en vez de danzas, hay tristeza.

16 ¡Pobres de nosotros!

Por el pecado perdimos el reino.

17 Vamos perdiendo las fuerzas;

estamos a punto de morir.

18 El monte Sión ha quedado desierto;

sólo se ven animales salvajes.

19 Pero tú, Dios nuestro,

reinas para siempre.

¡Tú eres nuestro rey!

20 ¿Por qué te olvidas de nosotros

y nos abandonas tanto tiempo?

21 ¡Déjanos volver a ti, y volveremos!

¡Devuélvenos el poder que tuvimos!

22 En verdad nos diste la espalda;

¡se te fue la mano!

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

3 + sixteen =